Hay quienes han creído notar en el diario El País, al inicio del presente curso, un leve deslizamiento hacia la izquierda que podría augurar la predisposición del periódico a resituarse un poco más hacia esa banda con tal de paliar el efecto renovador que comportará la inminente salida del diario El Público. No se olvide, además, que está pendiente en el rotativo de PRISA una remodelación del diseño, así como un plan de prejubilaciones para el personal mayor de cincuenta años.Toda la información que nos llega estos días con respecto al nuevo diario en adelantado estado de gestación tiende a predecir un arranque exitoso, fruto de los excelentes fichajes profesionales que su equipo directivo está verificando.
No es para menos cuando está en marcha un proyecto periodístico impreso de características ideológicas posiblemente inéditas en la reciente historia de España. Competir desde esa orientación con el resto de medios asentados ya en el país, cuyo rendimiento empresarial está bien afirmado, no va a ser nada fácil. Los riesgos de batacazo son tantos como las expectativas que la nueva cabecera -sobre cuya exacta denominación aún existen dudas- está despertando en un sector de su público potencial, posiblemente el más desencantado con la trayectoria del diario de PRISA.
El último rumor que nos ha llegado con relación al staff presumible en el nuevo periódico del señor Roures es la posible adscripción al mismo del escritor Suso del Toro en calidad directiva de Jefe de Opinión. Nada tendría de suspicaz ese nombramiento, pues al autor gallego y galleguista tiene reconocido prestigio literario, avalado por una brillante trayectoria en premios y honores. Pesan sin embargo sobre él las reincidentes alusiones por parte de quienes dudan de sus méritos de haber sido o ser el escritor áulico de ZP, con quien al parecer se cartea o carteaba cada semana, y hasta de redactar algunos de sus discursos.
El propio Suso del Toro ha tenido que descafeinar más de una vez el grado de confianza de su amistad con el señor Presidente del Gobierno, en evitación de malinterpretaciones sobre su acogimiento a la vera del poder. Por todo ello, si se prestara crédito al rumor de su nombramiento al frente de las páginas de Opinión del nuevo periódico, no faltarían ahora, con más motivo que antes -cuando ya se ventilaron ese tipo de interpretaciones-, quienes desde los medios antiZP vuelvan a insistir acerca de los objetivos del periódico venidero: recolectar más votos para el PSOE desde una izquierda a la izquierda del diario El País.
El Público que viene debería evitar ese tipo de adelantadas presunciones con su equipo directivo y no dejarse llevar por la nombradía para formarlo, pues en ocasiones ésta queda al margen de la eficiencia y la profesionalidad.
RedDiario
Noticia
EL PÚBLICO FICHA EN EL PSOE
Una última noticia sobre nuevos ingresos en El Público da cuenta del fichaje de don Miguel Ángel Marfull, hasta ahora mano derecha en asuntos de comunicación de don José Blanco en el Partido Socialista.
El Confidencial Digital (07-09-07)
Noticia
REMODELACIÓN PROFUNDA EN PRISACOM
El Grupo PRISA parece decidido a afrontar la apuesta por Internet con un plan para remodelar de forma profunda a sus medios digitales. El grupo no procederá sólo al cambio de responsables, sino también al rediseño de cabeceras e, incluso, a la puesta en marcha de nuevos medios. La nueva apuesta de PRISA por Internet tiene mucho que ver con el espectacular crecimiento de los diarios digitales en detrimento de los impresos y, sobre todo, ante la próxima salida del que parece ser su ‘enemigo natural’, El Público, de cuyos movimientos ‘fichatorios’ se va teniendo noticia.
Diario Crítico (07-09-07)
7 comentarios:
El peligro del nuevo periódico lo podría solventar El país mejorando su línea acomodaticia muy consolidada, pero no creo que eso sea ideológicamente posible, y una mejora tecnicista meramente profesional no bastaría si El Público sale con mucho brío y más compromiso ideológico. Si ambos medios hacen bien los deberes, lo más razonable es que haya sitio para los dos sin ningún problema, pero los deberes son difíciles en ambos casos.
Dudo de un proyecto impreso de ese carácter en estos tiempos si no rompe con las características hasta ahora establecidad del periodismo impreso. Estamos en la era Internet, no lo olvidemos.
El reconocimiento explícito o implícito de que la profesión periodística ha de ponerse al servicio de una cierta ideología política me produce indignación, puesto que la información se justifica en la idea de libertad y esa libertad se eleva cuando se dispone de buenas informaciones. Las opiniones han de presentarse como tales; los hechos como tales y si éstos no benefician a un cierto partido político lo que deben hacer sus dirigentes es rectificar y no envenanar a la opinión pública a fin de que les vote. Si se justifica que el periodismo debe servir a intereses políticos que no se hable luego de si la COPE esto o lo otro y de si El Mundo esto y lo otro también. No se es mejor periodista por ser socialista ni por ser reaccionario mi por ser amigo de quien sea, ni porque se hacen públicas declaraciones de progresisimo. Se es buen periodista cuando se cumple con el compromiso libremente adquirido se es por el compromiso de servir a la verdad haciendo así realidad eso que se llama derecho a la información.
Algunos hablan de periodismo con una candidez informativa arcangélica, sin reparar en todos los intereses económicos que condicionan el proceder de los medios y los decantan hacia la ideología que ordena y manda el mundo.
Y algunos olvidan que nadie está obligado a ser periodista, como nadie lo está para ser médico, ingeniero o arquitecto. Una cosa es la empresa común, en la que prima el principio del beneficio económico y otra cosa la empresa informativa. Sus promotores, en este caso, se comprometen a obtener el beneficio económico a través de la circulación y difusion de informaciones e ideas y no a través del envenenamiento de la opinión pública. Nadie obliga a nadie a invertir en empresas informativas, pero aquel que lo hace adquiere el compromiso arriba señalado. Y si no, que invierta en una empresa que fabrique coches, por ejemplo.
Cuando se busca el negocio el único compromiso se da con el dinero.
Ganado honestamente, pero no engañando a la ciudadania ofreciéndola gato por liebre. ¿No es un fraude eso en otros casos?
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