Luisa de León
En la fecha en que su empresa en pleno llora la muerte de don Jesús de Polanco, cuyos méritos como empresario de la comunicación ensalza hoy el diario El País a toda portada, con un buen número de páginas, esquelas y obituarios a cargo de afamados y prestigiosos firmantes, este mismo periódico, en su edición digital, publica una carta al Director que también refleja una muy determinada característica en el ejercicio de la política informativa por parte de PRISA sobre determinadas cuestiones. En esta ocasión se trata del contencioso sobre el Sáhara Occidental. En tanto se le concede trato de favor tipográfico a los articulistas que apuestan manifiestamente por el inadmisible plan marroquí de autonomía para ese territorio, concediéndoles lugar preferente en las páginas de opinión del diario, los matices, correcciones o refutaciones a esos puntos de vista quedan reducidos al siempre conciso y hasta precario marco de las Cartas al Director. Esta vez la puntualización de don Miguel Prol aporta una información imprescindible para entender la postura del articulista, Abdelkader Chaui, sintomáticamente excluída en la breve sinopsis sobre su personalidad que acompaña al texto en cuestión:
El pasado 31 de mayo de 2007 se publicó en ese diario el artículo Un proyecto para pactar el consenso. El citado artículo está firmado por Abdelkader Chaui, del que se dice que es novelista marroquí, autor de Patio de honor y que pasó años encarcelado en Marruecos por defender el derecho a la autodeterminación del Sáhara Occidental. Considero imprescindible añadir que el señor Chaui es, además, consejero en la Embajada de Marruecos en España desde hace varios años. Sin este dato, la información sobre el firmante es incompleta. Teniendo esa información puede comprenderse mejor su interés por desacreditar al Frente Polisario y su defensa a ultranza del plan de autonomía para el Sáhara propuesto por Marruecos, país al que él sirve desde su puesto en Madrid.
2 comentarios:
No nos engañemos, fue el mejor empresario, lo que no quiere decir que la suya fuese una empresa modelo, pero sí la más adecuada para hacer dinero después de Franco, y además sin que nadie le hiciera sombra.
No llegó a ser buen monopolista porque no pudo. En cambio, si pudo y consiguió ser un excelente oligopolista. Y seria bueno que El Pais no confundiera los términos de "empresario" y de "capitalista" cuando hace tan encendido elogio del fallecido.
Mejor decir, simplemente: que descanse en paz.
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