Félix Población
Son más los analistas políticos que sacan hoy conclusiones positivas que suspicacias o reservas del encuentro celebrado ayer en La Moncloa entre el señor Presidente del Gobierno y don Mariano Rajoy. Quizá porque previamente a esa conversación se habían dado algunas presunciones que denotaban una cierto escepticismo, cuando no una manifiesto diagnóstico de que tal charla se malograría. Así lo expuso ZP en su entrevista televisada en Cuatro con Iñaki Gabilondo hace unas fechas, cuando aventuró que el Partido Popular no iba a cambiar la estrategia que viene manteniendo desde el 14-M hasta el fin de la legislatura, consistente en hacer del terrorismo materia y fundamento de su oposición política.
Pues bien, a jugar por lo expuesto ayer por la señora vicepresidenta del Gobierno y por don Mariano Rajoy al término del diálogo entre éste y el señor Rodríguez Zapatero, tal parece que nos encontráramos ante el reinicio de un entendimiento sin fisuras entre el Ejecutivo y el Partido Popular para hacer frente a la ETA que viene, probablemente más débil en su estructura pero quizá por eso más enrabietada en sus procedimientos y objetivos.
No podía ser de otra manera si unos y otros, Gobierno y PP, obraban con la responsabilidad y compromiso propios del caso, pues es evidente que el espectáculo ofrecido hasta ahora, consistente en una permanente disputa entre unos y otros por el frustrado proceso negociador, sólo rendía provecho a los terroristas, con la posibilidad de que éstos pudiesen condicionar así el debate político y hasta dar sentido a su barbarie.
Pero han sido muchos los meses y mucha la persistencia del Partido Popular en hacer de ETA un motivo de radical disentimiento para desgastar por la bronca permanente al actual Gobierno. Primero con la extraviada y mediática conspiranoia del 11-M, a la que el PP se apuntó tan cínica como irresponsablemente, y después propalando como hechos consumados y derivados de la negociación con ETA todo genero de injuriosas componendas y rendiciones por parte del Ejecutivo ante las pretensiones de los etarras. Recuerden aquellas frases de don Mariano dirigidas al señor Presidente desde la tribuna del Congreso: Si usted no cede, le pondrán bombas, y si no hay bombas es porque ha cedido.
Ahora, por desgracia, se avecina un nuevo tiempo de bombas. ZP no ha cedido a ETA nada de lo que el Partido Popular consideraba vendido o en almoneda. No ha reconocido el PP, sin embargo, su equivocada trayectoria desde la oposición. Puede que ésta le haya deparado más votos de los esperados en los pasados comicios municipales y autonómicos, porque en todo momento se ha servido de las nefastas consecuencias del diálogo con ETA como motivo electoralista. También es posible que eso mismo le haya restado apoyo al Partido Socialista.
Lo que ahora no estaría en condiciones de afirmar es si la nueva actitud dialogante de don Mariano Rajoy frente a la amenaza etarra se ajusta más a las expectativas electorales próximas que a la defensa del Estado de derecho y la seguridad de la ciudadanía. Lo siento, pero después de un trienio largo de oposición haciendo del dislate argumento, lo menos que puedo tener son dudas.
RedDiario
Crónica
RAJOY DEFIENDE SU TREGUA CON ZP PESE A LA COPE
Con todo lo que ha llovido durante este año de proceso de paz y el apoyo dado por la la cadena episcopal al PP, parecía increíble escuchar como el entrevistador, Jiménez Losantos, y otros colaboradores, creaban un ambiente hostil para el mismísimo Rajoy en la COPE. Prácticamente se podría afirmar que le reprocharon que ahora se acabe la 'batalla' con Zapatero y su Gobierno para pasar a una fase de entendimiento. ¿Querían más gresca?
Llamó altamente la atención cómo transcurrió y cómo presentó la COPE y el conductor del programa donde acudía Rajoy, Jiménez Losantos, dicha entrevista. Para empezar, introducción con llamadas grabadas de oyentes antes de comenzar con las preguntas. Esas llamadas seleccionadas no eran nada inocuas. De hecho, en la cadena episcopal eligieron claramente las más hostiles a Rajoy.
Pablo Muñoz Beleña, Diario Crítico
5 comentarios:
COPE refuerza el voto seguro al PP, porque no hay nada más útil más a la derecha, y Rajoy busca además con su actitud dialogante hacer olvidar la política de la desemsura que ha llevado durante más de tres años. Con unos meses de política razonable y el resto de política sin razón se puede cobrar los votos del centro olvidadizo además de los de la extrema derecha ya seguros para la próxima cita de las legislativas.
Están a todo, centre y extrema derecha, porque todo es uno en España. El centro sólo se decanta por la izquierda en casos muy aislados como el 14-M o en 1982, tras el fracaso del centro.
De aquí a las elecciones generales faltan diez meses. Teniendo en cuenta que hay que contar con lo que haga ETA, es muy posible que el PP mantenga su nueva "tolerancia" hasta un mese antes de las urnas, para volver a usas el "fracaso de la negociación" como arma electoral. Y si no al tiempo.
El PP se ha fabvricado una claque en la Cope a la que debe espectáculo y no lo va a dejar hasta las generales.
Hablemos de hechos: Al llegar a un acuerdo, Rajoy y Zapatero han obrado de acuerdo con el sentido común. Las rectificaciones corresponden a aquel que fracasó en su diagnóstico y fracasó quien aseguró que con el dialogo se podía llegar "a la paz". No pasa nada, porque es de humanos errar y la buena voluntad del Gobierno nadie la ha puesto en duda. No se pierden votos por errar, señores, sino por persisitir en el error. Tampoco se ganan votos por vociferar consignas de la COPE o de quien sea, sino por defender los derechos y libertades de los ciudadanos. Pues bién: averiguen ustedes quién defiende mejor esas libertades y tendrán un diagnóstico seguro de la intención de voto. Esa es mi opinión y tal como la pienso, así la escribo.
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