Luisa de León
Es bastante patético que el país más rico del mundo se encuentre en el puesto trigésimo séptimo en atención sanitaria, por detrás de Costa Rica y antes que Eslovenia, según la Organización Mundial de la Salud. Esto y muchas cosas más le cuenta el director de cine Michael Moore a la reputada periodista Amy Goodman de Democracy Now en una larga y muy sustanciosa entrevista de una hora de duración, anterior al reciente estreno del último film de Moore en Estados Unidos. Bajo el título de Schiko, este nuevo documental es una acusación contra el sistema de salud de EE.UU. No se concentra sólo en los más de 40 millones de ciudadanos norteamericanos que no tienen previsión sanitaria, sino en los 250 millones que la tienen, si bien muchos de ellos son abandonados precisamente por el servicio de salud por el que han pagado durante décadas. Las dejan hacer lo que les da gana, dice Moore hablando de las compañías de seguros sanitarios: Cobran lo que quieren. No hay control gubernamental y francamente no arreglaremos nuestro sistema hasta que eliminemos esas compañías privadas de seguros. Pese a la apresurada traducción del texto que da en su edición de hoy Rebelión, la entrevista merece una detenida lectura aunque pueda resultar fatigosa en español. Quienes prefieran la interviú en inglés sólo tienen que consultar Democracy Now.
2 comentarios:
De la sanidad depende el grado de salud del corazón de los estados. No son los pies sino el corazón lo que tiene de barro USA.
¿Hace negocio Moore o hace periodismo verité? ¿LAS DOS COSAS?
Publicar un comentario