miércoles, 6 de junio de 2007

Diferencias entre Almunia y Rajoy ante dos treguas rotas

Félix Población

Con la profesionalidad que le caracteriza, envidiada por quienes son incapaces de acercarse siquiera a ella por talludos que sean en el oficio, don Iñaki Gabilondo tuvo ayer el oportuno recurso documental de ofrecer en su telediario de Cuatro TV las declaraciones de los señores Aznar y Rodríguez Zapatero una vez rotas por ETA las respectivas treguas, el 28 de noviembre de 1999 y ayer (ver vídeo). En esencia son las mismas, con el paso del tiempo como único factor diferencial.

Lo que no entiendo es por qué el afamado periodista donostiarra se detuvo en esas solas secuencias de la videoteca y no las completó con la actitud que aquel día de otoño de hace ocho años tuvo el entonces líder la oposición, don Joaquín Almunia, y la mantenida en presente sumamente indicativo por don Mariano Rajoy. Ambos líderes, tan parecidos en su insuficiencia carismática, están muy lejos de equipararse en sus declaraciones.

Mientras el primero se limitó a encajar la decepción por lo que suponía el fin de una etapa sin sangre y a reafirmar su respaldo sin condiciones al Gobierno en su lucha contra la violencia etarra, don Mariano mantiene todas sus suspicacias respecto al proceder de ZP y se limita a supeditar su apoyo mediante la utilización de la lucha antiterrorista como método de desgaste del adversario. En ese sentido hay que interpretar la exigencia al señor Rodríguez Zapatero de promesas y rectificaciones que le valgan en las urnas al Partido Popular la consideración del electorado.

Tras la macabra broma del comunicado suscrito por la banda terrorista, que ratifica lo que ya no era una tregua desde el pasado 30 de diciembre, no se puede mantener bajo ningún concepto que la reactivación de ETA obedece a una claudicación o rendición en la política antiterrorista del Gobierno. Si estamos donde estamos es porque no hubo tal, aunque acaso desde el Ejecutivo se hayan aventurado especulaciones y expectativas en extremo risueñas que hayan dado pábulo a que la airada oposición creyera posible el fin de ETA a costa de inadmisibles contrapartidas, gestadas desde el catastrofismo crítico en que ha basado el Partido Popular su discurso.

Todo eso, que hasta hoy formaba parte de la estrategia amotinada de la derecha, inspirada por sus medios afines, sí que debe ser rectificado ahora ante las nuevas y graves circunstancias que ETA intentará promover con su barbarie. Así que si al Gobierno le compete hacerles frente con rigor, a don Mariano Rajoy le corresponde atenerse a lo que el señor Almunia ofreció a don José María Aznar como Presidente del Gobierno: una colaboración sin condiciones a quien como tal se ha merecido democráticamente la confianza de los españoles, no los recelos permanentes e infundados.

Breviario
ETA NO PUEDE CAMBIAR LA FECHA DE LAS URNAS
No concebimos que haya por ahí analistas capaces de suponer, predecir o concebir el adelanto de fecha de las próximas elecciones generales porque ETA ha decidido volver a disparar contra las urnas. Es esto lo que lleva haciendo ETA desde hace decenios y a esto sólo cabe replicar como lo ha hecho hoy el señor Ministro de Interior: Si hay alguna razón para no convocar elecciones anticipadas es que una banda terrorista rompa la tregua y darle a ETA esa baza. La vida política no puede estar sometida a los arbitrios de la banda terrorista. Las balas nunca se han de imponer a los votos, ni para rentabilizarlas en votos, ni para convocar al voto.
DdA

RedDiario

Noticia
ZP EN EL SENADO: Es la primera vez que tras la ruptura de una tregua de ETA un partido político sale criticando al Gobierno.
El País

7 comentarios:

Marco Ferrara Ferrero dijo...

También creo que falta la comparación entre Almunia y Rajoy...

Anónimo dijo...

Realmente era ésta comparación la más ilustrativa de cara a la actitud de la oposición actual hasta ahora. no espero que cambie a partir de ahora.

Anónimo dijo...

Ante las grandes dificultades que entrañaba cierto camino, sinuoso y terrible, dos caminantes se encontraron y dijeron: Unamos nuestros esfuerzos para poder avanzar por este camino y de este modo alcanzaremos más fácilmente la meta. El otro caminante se mostró de acuerdo, pero dijo: Para alcanzar la meta lo mejor es admitir las dificultades del camino, familiarizarnos con ellas y ceder cuando comprobemos que son insalvables. El primero, en cambio, alegó: No, que asi no llegaremos nunca. Lo mejor es vencer las dificultades, una a una y según se vayan presentando, que si no hacemos eso el camino seguirá siendo peligroso. En cambio si lo hacemos en adelante ya no lo será. En esto no se pusieron de acuerdo de modo que siguieron por separado su camino; pero quien defendía que se debia condescender con la dificultad fracasó. Ahora bien: ¿Qué debería hacer el caminante fracasado? Yo creo que es sencillo: rectificar o abandonar el camino.
A ver si diciéndolo asi...

Anónimo dijo...

El PP ha hecho del terrorismo su mejor aval para atacar al Gobierno. Nunca en la historia de Europa se ha dado un caso así. Y ahora pide al Gobierno que rectifique una alternativa que ensayaron en España todos los gobiernos, incluido el del PP.El gobierno de Aznar, que también fracasó con el diálogo en 1999, ganó las siguientes elecciones por mayoría.

Anónimo dijo...

El Gobierno ha intentado hacernos creer que el PP era malo, fascista, revanchista, cuasifranquista, corrupto, mentiroso, provocador, ultramontano y revanchista. No obstante, y a la vista del resultado de las ultimas elecciones, la gente - y no el sistema electoral por el que se reigen las elecciones - no se lo ha creido, a menos que en España existan más de seis millones de ciudadanos tontos. No obstante, como el PSOE asegura una y otra vez que los españoles no son tontos, no queda siquiera ni esa posibilidad. Pasemos, pues, al mundo de la Magia, conde todo es posible

Anónimo dijo...

Consulte al señor Aznar y verá que el mismo ha dado esa fama a su partido, él y sus sucesores, claro, lo que mintieron a todo un país con casi doscientos muertos de cuerpo presente y ahora están celebrando que no haya sido posible acabar con ETA mediante las palabras.

Anónimo dijo...

Hay ciertas opiniones que no son en ningún caso válidas si no se demuestran y la manifestada en el anterior comentario es una de ellas. Sugerir que hay alguien que pueda alegrarse del fracaso para extinguir ETA requiere, en todo caso, una prueba porque en definitiva se trata de una acusación. En cambio, reconocer que se ha errado en algo es de sabios y persistir en el error es de necios. Esto no hace falta demostrarlo, puesto que es evidente.

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