Félix Población
Tenemos sobradamente comprobado hasta el hastío que la vigente oposición política al Gobierno por parte del PP ha consistido en un permanente acoso en pro del derribo, sin duda desproporcionado con los niveles de crítica propios de un partido con capacidad de ser alternativa en la administración del Estado. En esa tesitura resulta un poco ingenuo esperar del aznarato genovés una ruptura con tal planteamiento, incluso cuando, como acaba de ocurrir, el ejecutivo se merece cierto reconocimiento por una buena gestión.
Lo ha sido sin ninguna duda la operación policial llevada a cabo contra ETA el pasado fin de semana, que puso fin al siniestro comando Donosti, atajando así las posibilidades de uno o varios atentados más o menos inminentes que la banda estaba en disposición de cometer. Pues bien, en lugar de apuntar al menos una mínima felicitación al Gobierno por su trabajo en el cumplimiento del deber, el señor Astarloa ha desviado su mirada hacia la chulería de Batasuna, culpando al ejecutivo de la celebración del último mitin abertzale que sólo a los jueces competía autorizar o prohibir. ¿Aspira el PP a un gobierno con capacidad autoritaria para dirimir asuntos que únicamente conciernen a la Justicia?
Los señores de la airada oposición deberían tener en cuenta, porque así lo han demostrado las recientes detenciones, que ETA sigue teniendo capacidad de matar y que en tan arriesgada coyuntura el papel del Partido Popular no consiste en estar a la expectativa para sacar provecho político de tal posibilidad, sino en apoyar al Gobierno en evitación de la misma y enfrentarse de paso al chantaje que Batasuna mantiene con su empeño de presentarse a las elecciones sin aceptar la ley de partidos ni condenar formalmente la violencia.
Coincido con don Ignacio Astarloa en calificar de chulescas las declaraciones del señor Otegui cuando al preguntarle sobre la hipótesis de una ETA otra vez en activo, don Arnaldo se refirió al gran atentado que supondría la imposibilidad de que el abertzalismo etarra concurriera a las urnas. En este caso es muy probable que ETA vuelva a las andadas y hasta cabría admitir que, ante tal previsión, en ello estaba el comando Donosti cuando fue desarticulado.
Puede que el gran beneficiario político de una acción terrorista en los próximos meses fuera el Partido Popular. Me niego a creer, sin embargo, que la única confianza electoral de la airada oposición resida en esa posibilidad, pero hoy por hoy, todo cuando ha hecho el PP tiende a dar la sensación de que su labor de oposición, centrada en todo tipo de catastrofismos, no desestima los últimos coletazos de ETA para justificar la línea antiterrorista dura que ha venido manteniendo en contra de la negociación con la banda.
En todo caso, si el terrorismo etarra prosigue su andadura criminal entre nosotros, no serán sólo votos lo que pierdan o ganen unos y otros en las urnas: perderá España una nueva posibilidad de convivencia en la que, por primera vez en la historia de nuestra democracia, la oposición no apoyó al Gobierno para acabar con esa banda de facinerosos.
RedDiario
Artículo
ELOGIO DE SAVATER
(...) Ya nos lo advirtió Voltaire: "Una vez que el fanatismo se ha apoderado de un cerebro, la enfermedad es casi incurable". Hay pues pocas esperanzas de recuperación. Cuando el fanatismo erradica los sentimientos normales de piedad y humanidad, del corazón de un hombre o de una mujer es difícil que ese corazón pueda volver a sentir de nuevo, le queda justo la capacidad para sentir afecto por sus propias crías, en eso no es peor que los tigres.
El fanático no puede vivir ya sin el delirio y la rabia de su fanatismo porque esos sentimientos han ocupado toda su capacidad de sentir, de modo que si se viera privado de ellos quedaría como privado de su víscera cordial, como "lobotomizado" de una parte esencial de su propia personalidad: sin estrategias vitales propias, sin proyectos personales, sin autoestima, ya que todo ha sido devorado por su pasión fanática.
Siendo todo este cuadro gravísimo, lo es más aún por otra circunstancia de la que nos advertía también el maestro de Cirey: "De ordinario son los bribones quienes manejan a los fanáticos y quienes ponen el puñal entre sus manos...". Parece lógico que siendo el fanatismo algo así como la encefalitis letárgica en lo que se refiere a los estragos que hace en las facultades de raciocinio de quienes lo padecen, no tengan éstos gran capacidad para manejarse, de modo que es fácil que los fanáticos sean "carne de cañón", manejados por otros, que no siendo fanáticos, se sirven de ellos, y no merecen sino el nombre de bribones.
¿Qué luces nos envía Voltaire desde su cielo humanista?: extender el espíritu filosófico, es decir, lo que los fanáticos llaman la "funesta manía de pensar", acostumbrar a los hombres y mujeres a la conversación, y al debate al argumento y a la réplica, atenerse a razones y no a violencias, recomendar el viaje como forma de aumentar la tolerancia, aportar ejemplos de civilización y de humanidad de la antigüedad y de otros países, elogiar los placeres de la vida, ¡tan corta!, confiando en que la inteligencia y el placer dulcifiquen las costumbres de los seres humanos, y disuadan a los fanáticos. Más aún: no acobardarse, reivindicar el sentido heroico de la Democracia como hacen filósofos y ciudadanos como Fernando Savater usando de la razón y la palabra.
Javier Otaola (Defensor del Ciudadano del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz), diario El País.
Nota: El filósofo don Fernando Savater era uno de los ciudadanos espiados por el recientemente desarticulado comando Donosti de ETA. Nos hemos permitido corregir una errata en el artículo reseñado, donde se decía ¿Qué luces no envía Voltaire desde su cielo humanista?
4 comentarios:
Lo de no felicitar al gobierno por la operación contra ETA denota falta de inteligencia política por parte del PP, que se comporta como un toro ante el capote del poder, sólo capaz de embestir para recuperarlo. Así no hay manera.
¿Es que al gobierno no le cabe alguna responsabilidad en que el PP no haya arrimado el hombro? Como ETA mate, los dos partidos tienen mucho que perder, creo.
Pues yo escuché al señor Rajoy decir más o menos esto y en público. "Estamos con el gobierno cuando emplea la Ley para luchar contra el terrorismo" Y la señora vicepresidenta, al final de cierto comentario también público, dijo también (de muy mal humor, por cierto) "Bienvenido el apoyo".
Es que lo uno no quita lo otro, D. Félix y como una verdad no es incompatible con otra, pueden decirse las dos. Personalmente he escuchado al señor Rajoy y si bien es cierto que no ha felicitado al Gobierno, ha dicho que lo apoyaba y que lo apoyaría siempre que luchara contra ETA con las armas de la Ley. No lo apoya, en cambio, si insiste en negociar. Esa es una verdad y a partir de ella pueden formularse todo tipo de opinionesy así serán, en el peor de los casos, fundadas. También he escuchado al señor Astarloa y no me extraña nada lo que ha declarado, porque a ver ¿Cómo llamaría a usted a un quien adopta la actitud de despreciar la Ley de modo ostensible y, no obstante, asegura que tiene derecho a presentarse a unas elecciones sin condenar la violencia y haciendo burla y befa de la palabra democracia, que pronunciada por ciertos labios no es más que un doloroso sarcasmo?
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