Celestina Tenerías
Más de 3.000 mujeres han sido asesinadas en Guatemala en los últimos seis años y sólo 19 de esos tres millares de casos han sido resueltos por las autoridades competentes como demostración evidente de su incompetencia o negligencia. La situación es similar a la que se padece en Ciudad Juárez, México, donde se acuñó por similares circunstancias un término cuya trágica idoneidad comparte con el sufrido país centroamericano: Feminicidio. La emisora internacional Radio Nederland acaba de celebrar en la capital guatemalteca unas jornadas en las que se ha informado y debatido sobre la gravedad e impunidad de esa arraigada matanza. Según las investigaciones periodísticas correspondientes, todo apunta a que los asesinatos se han ejecutado de forma sistemática. En palabras del redactor de RNW Wim Jansen, esas acciones criminales se cometen contra las mujeres por el hecho de serlo y pertenecer a ese género: Es un crimen dirigido a una categoría, no a un sujeto específico. Feminicidio significa homicidio de mujeres jóvenes. Generalmente pobres, pero no exclusivamente, con un físico definido, en su mayoría trabajadoras o estudiantes, secuestradas, torturadas, violadas y asesinadas. Sus cuerpos son abandonados en descampados. Tiradas como basura a la orilla de los caminos. El o los culpables gozan de impunidad, y el Estado frecuentemente se declara incapaz para hacer justicia. ¿No es la mujer la otra mitad del cielo según la católica iglesia? ¿Por qué entonces ese silenciado y prolongado infierno sin que los máximos pastores de una confesión tan influyente en esos países se hagan oír contra tales asesinatos? ¿O es que consideran más peligroso el preservativo?
2 comentarios:
La respuesta a su pregunta está en la Historia de la Iglesia. Ella siempre ha estado con el poder temporal, aunque se las ha arreglado para cambiar de bando en el momento oportuno. Ni ha estado con la Justicia, ni con la Caridad, ni con la Paz, ni con la comprensión, ni con los humildes. Hasta tal punto, que si Cristo regresara y fuera tan pobre, tan inteligente y humano como fue, de nuevo lo habrían condenado. Y pese a todo ello, créame, todos aquellos que siguen el mensje de Cristo hallan la paz e intuyen eso que se llama felicidad, aunque sufran mucho y por ello a veces vacilen en su Fe.
¿Por qué nunca estas noticias son portada?
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