sábado, 14 de abril de 2007

14 de abril

Antonio Machado

Fue un día profundamente alegre —muchos que ya éramos viejos no recordábamos otro más alegre—, un día maravilloso en que la naturaleza y la historia parecían fundirse para vibrar juntas en el alma de los poetas y en los labios de los niños.
Mi amigo Antonio Ballesteros y yo izamos en el Ayuntamiento la bandera tricolor. Se cantó La Marsellesa; sonaron los compases del Himno de Riego. La Internacional no había sonado todavía. Era muy legítimo nuestro regocijo. La República había venido por sus cabales, de un modo perfecto, como resultado de unas elecciones. Todo un régimen caía sin sangre, para asombro del mundo. Ni siquiera el crimen profético de un loco, que hubiera eliminado a un traidor [se refiere a Lerroux], turbó la paz de aquellas horas. La República salía de las urnas acabada y perfecta, como Minerva de la cabeza de Júpiter.
Así recuerdo yo el 14 de abril de 1931.

RedDiario

Artículo
MANDAMIENTOS DE LA LEY REPUBLICANA
El primero, amar a la Justicia sobre todas las cosas; el segundo, rendir culto a la Dignidad; el tercero, vivir con honestidad; el cuarto, intervenir rectamente en la vida política; el quinto, cultivar la inteligencia; el sexto, propagar la instrucción; el séptimo, trabajar; el octavo, ahorrar; el noveno, proteger al débil; el décimo, no procurar el beneficio propio a costa del perjuicio ajeno.
Félix Población, Diario del Aire, 14-04-05.

5 comentarios:

Jacint Torrents Puig dijo...

Haremos memoria del acontecimiento: Aquella simiente de libertad, dignidad y cultura es la única que puede producir una democracia auténtica. Todavía por llegar. Y en este sueño y en esta fe y por esta labor estamos. Desde la distancia, querido amigo, brindemos hoy con una copa de vino.

Anónimo dijo...

Me sumo a ese brindis y a
ese sueño y a esa fe.

Anónimo dijo...

Esas expectativas no tienen mucho sentido en un país que por carecer carece de un partido definidamente republicano con posibilidades de representación popular.

Anónimo dijo...

Precioso texto. Gracias por compartirlo

Anónimo dijo...

Lo mismo digo.

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