jueves, 1 de marzo de 2007

Sin fe, ni fu ni fa, por Fernando Savater

Melibea

El caso de la profesora de Religión de las Islas Canarias, relegada de su cometido docente por no adecuarse su libre y personal proceder en competencias propias de su vida privada (ser divorciada y mantener una nueva relación de pareja estable) con lo que la católica iglesia ordena y manda según sus principios a sus fieles, sirve de arranque al clarificador artículo de don Fernando Savater que hoy hemos podido leer en las páginas de Opinión del diario El País.(Es de recordar que los 17.000 profesores de Religión que hay en España han sido contratados por el Estado y seleccionados por la Iglesia). El reconocido escritor y catedrático de Filosofía de la Universidad Complutense se refiere asimismo a la improcedencia del adoctrinamiento religioso de toda creencia en la enseñanza pública:

El adoctrinamiento confesional, sea católico, protestante, musulmán, judío o lo que se quiera, no ha de tener lugar en la enseñanza pública, ni como asignatura opcional pero pagada por el erario público ni mucho menos como obligatoria. Defender así el laicismo indispensable para el funcionamiento democrático no es un tema menor y hoy menos que nunca. Desde la ultramontana Polonia, pasando por Bélgica, Italia o España y hasta la admirable Francia, ahora amenazada en el horizonte por las propuestas neointegristas de Sarkozy, es raro el país europeo que no padece conflictos con el regreso invasor de la mentalidad religiosa en el siempre vulnerable redil educativo. Entre nosotros, suele trivializarse el tema o convertirse en palestra partidista, en ambos casos al modo de la discusión sobre el nacionalismo. Para los pro-nacionalistas actuales, cualquier reivindicación de la unidad de España como Estado de Derecho es “rancia”… como si los derechos históricos impertérritos ante el paso de los siglos y la segregación étnica fuesen conquistas de la modernidad. También para los actuales abogados del clericalismo el laicismo es progresismo trasnochado y, según Rouco Varela, el ateísmo resulta decimonónico (por lo visto la transubstanciación eucarística y la resurrección final de los muertos es lo que más va a llevarse la próxima temporada). Otros pretenden que el laicismo es un perverso invento de Zapatero y sus adláteres, lo mismo que hay quien cree que denunciar el separatismo reaccionario (todos lo son) es una maniobra al servicio del PP o del tradicional fascismo hispánico. Quiero pensar que la mayoría de este país -aunque desde luego la menos estentórea- no vive políticamente empobrecida por semejantes tópicos sectarios.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Es un artículo muy interesante y muy lúcido, en mi opinión. Sin embargo, no hay que sustituir a partes iguales aplicando el siguiente razonamiento: Si gracias a la educación la Católica Iglesia puede convertirse en el "gendarme del miedo", vamos a copiar nosotros y hagamos de la educación nuestro aliado. Así, si no creemos hagamos que los demás no crean y si somos nacionalistas convirtamos en nacionalistas haciendo que estudien la historia de los paises catalanes o relatando que el himno els segadors es en honor de unos valientes catalanes que se enfrentaron a los fusileros de los ejercitos borbónicos armados de hoces. Se dirá lo que se quiera de los catalanes, pero tontos, lo que se dice tontos, jamás han sido y tonto sería enfrentarse con hoces a fusileros.

Anónimo dijo...

El punto de vista de Savater siempre nos sorprende. Rompe tópicos y aboga por un Estado y una ciudadanía normalizados, no sectarios, ni partistas, ni muchos menos segregacionistas. Gracias por la referencia del artículo que de otro modo quizá no hubiese leido.

Anónimo dijo...

Unos cuantos como Savater y este país tendría mejor arrego. ¿Es que no hay gente así o la han hecho desparecer los trepas e ineptos?

Publicar un comentario