Félix Población
Soy, como muchos españoles, un hipotecado más que gracias al sudoriento pago mensual durante años y años de una vivienda -por la que estoy abonando un 30 por ciento más de su valor real-, contribuyo al gran negocio inmobiliario. Nuestro inestimable concurso hace posible que las cinco grandes constructoras del país que cotizan en Bolsa hayan obtenido el año pasado unos beneficios récord valorados en más de cinco mil millones de euros, un 134 por ciento más que en 2005. Aun descendiendo con relación a los años precedentes, el precio de la vivienda en 2006 se incrementó un 9,1 por ciento, tres veces más que nuestros salarios
Como consecuencia de todo ello, la revista Forbes, especializada en el ranking mundial de millonarios, ha incluido hasta 11 Señores del Ladrillo españoles entre los más acaudalados del planeta. Si a los pingües beneficios de éstos añadimos los que se llevan los bancos a cuenta de nuestro endeudamiento hipotecario, ya tenemos motivos sobrados para reparar qué lejos anda la política, con su permanente clima de disputa e hinchazón de asuntos nimios, de la realidad cotidiana que afecta al ciudadano medio.
Mientras la airada oposición no deja de montar manifantasmas en las que clama contra supuesta rupturas del Estado, la familia, la autonomía de Navarra o los meses de prisión atenuada que le quedan a un desalmado terrorista, nuestra mocedad, millares y millares de jóvenes y no tan jóvenes sobreviven en espacios alquilados compartidos, reciben salarios por debajo de cualquier posibilidad mínima de independencia y purgan las consecuencias de un mercado de trabajo sumido en la precariedad y la provisionalidad.
Ni ellos, ni los millones de familias endeudadas de por vida, que sólo así pueden aspirar a la vivienda digna a la que constitucionalmente tienen derecho, protagonizan los debates políticos de auténtico provecho que serían deseables por parte de sus señorías, capaces de dedicarle semanas y semanas, en cambio, a un solo individuo catalogado únicamente por sus crímenes.
Porque parece bastante claro que si la vivienda es un negocio redondo para las empresas constructoras y los bancos, una deuda permanente para quienes la habitan y una ensoñación para buena parte de las generaciones jóvenes, quienes nos representan y cobran muy bien por ello gracias a nuestros impuestos deberían ocuparse más de enmendar esa situación que de afrentarse a diario con entuertos y entelequias.
No olvidemos, además, que también merced al auge del mercado inmobiliario no son raros los casos de políticos locales engolfados en la trampería y la corruptela, algo que teniendo en cuenta las heroicas condiciones con que el ciudadano afronta la adquisición de una vivienda no deja de ser un escarnio añadido más, éste sumamente dañino para la democracia pues lo es a costa de la confianza puesta en quienes hemos elegido.
RedDiario
Blog
Y EL SÁBADO QUE VIENE, MANI POR UNA VIVIENDA DIGNA
El próximo sábado habrá de nuevo manifestaciones por una vivienda digna en muchas ciudades españolas. ¿Qué políticos crees que acudirán, ahora que están muchos de ellos entrenados en manifestarse los sábados? A. Rajoy, Acebes, Zaplana, Esperanza Aguirre... y otros dirigentes del PP. B. Zapatero, Rubalcaba, Pepe Blanco, la ministra de la Vivienda y otros dirigentes del PSOE.
Arsenio Escolar.
Noticia
LA BURBUJA INMOLIARIA PUEDE EXPLOTAR
El prestigioso diario británico Financial Times asegura que España está cada vez más cerca de ver cómo explota la burbuja inmobiliaria.
20minutos.
6 comentarios:
Es como si la política se centrase en vender periódicos a base de broncas continuadas, en lugar de centrarse en debates constructivos. Lo peor de eso es que el ciudadano deserte del voto y pierda participación. Puede que la abstención crezca en las próximas elecciones municipales y autonómicas.
Comparto buena parte de lo que dice, pero la solución no está en debatir el tema sino en arbitrar medidas que eviten la triple especulación que confluye en la vivienda: la del suelo, la del constructor y la de la Banca. La única medida y abe usted cual es: La Ley, que se elabora en el Parlamento frecuentemente a iniciativa del Gobierno. De ser así, el PP, el PNV y CIU se opondrían seguramente y la apoyaría IU y quizás Ezquerra Republicana. Saliera aprobada o no, quedaría bien claro ante el electorado que nuestro Gobierno es auténticamente progresista. Asi que Ley del Suelo, Ley de propiedad horizontal limitando beneficios y Ley de Ordenación Bancaria. ¿Difícil, verdad?
He entrado en la página de D. Arsenio y en lo único que estoy de acuerdo con él es en que no vaya ningun político a esa manifestación. Si van los del PP habría que preguntarles qué hicieron mientras gobernaron; si van los del PSOE habría que preguntarles ¿que éstáis haciendo, ahora que gobernais? y si van los alcaldes mejor no preguntarles nada. Que vaya, pues, la ciudadanía y cuanta más, mejor. trado en
En torno a los dos grandes partidos nacionales se mueve una nutrida militancia. En torno a ella, familiares, amigos y simpatizantes, además de estómagos agradecidos, conforman una masa dispuesta y suficiente como para llenar las calles. De todo eso carecen los organizadores de la manifestación del sábado, así como del favor de unos medios de información u otros, así que no será tan concurrida pese a la sobrada razón que la convoca.
Contadas son las manifestaciones "espontáneas" en España en que lo de mos fue la llamada de los partidos.¿Dos, tres quizá?
Pero las manifestaciones espontáneas pueden ser también las más efectivas.
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