jueves, 22 de febrero de 2007

La Noche de Quintero y García

Lazarillo

Ya antes de esta última temporada de su vuelta a TVE me parecía el estilo y formato de don Jesús Quintero consumado por repetitivo. Todo tiene sus plazos y el del Loco de la Colina me temo que también. Quedan muy lejos su brillante trayectoria de principio en la radio, así como sus inquisitivos y hasta temerarios cuestionarios ante las cámaras. El Quintero de ahora me parece más acogido al rédito conformista de su carisma que a la apuesta por un replanteamiento vivaz y arriesgado de sus conversaciones. Basta para ello haber observado el desaprovechamiento noticioso que dieron de sí las entrevistas con personalidades tan polémicas como las del señor Garzón o la del lenguaraz don Federico el de la Cope.

El programa de don Jesús, emitido a una hora de máxima audiencia, está resultando a mi juicio una total decepción, no sólo porque al Loco se le nota acomodaticio, rutinario y hasta tedioso en el abordamiento de sus charlas, sino porque también ha rebajado mucho el grado de expectativas que despiertan sus entrevistados. El desnudo público de dos lindas mozas, sean cuales sean las circunstancias por las que ha sido sonado, no garantiza un especial interés por sus palabras, como es el caso de quienes se sentaron ayer ante el señor Quintero.

Tampoco cabía esperar demasiado de la conversación con don José María García, otrora líder de la información radiofónica deportiva en España. Si acaso, lo que se puede aguardar de una persona muy popular hace lustros, que ganó crédito más o menos justificado como azote crítico, y que no parece haber encajado muy bien el silencio o el destronamiento al que le abocaron las nuevas generaciones. En esa coyuntura, y dados sus precedentes y nostalgias, del señor García no se podía aguardar más que una torrentera de descalificaciones, como así ocurrió, dando lugar a una emisión mutilada y atípica.

Alegando esos insultos y ataques a terceras personas, TVE decidió no emitir parte de la entrevista, con una advertencia por escrito en pantalla en la que se informaba a los espectadores de tal medida. Sí se permitió en cambio que don José María se despachase a gusto contra el presidente de la Corporación RTVE, en evitación de suspicacias acerca de las razones de la censura. A todo esto, don Jesús no dijo ni pío, como si el programa fuera ajeno a su dirección y profesionalidad.

Todo lo cual contribuye a juzgar errados tanto la actitud de TVE como el pasivo proceder del señor Quintero. A estas alturas TVE debería saber que los insultos sólo descalifican a quienes los utilizan -como ayer ocurrió en el Parlamento de la nación a la vista de toda España-, que la censura no deja de serlo porque se justifique -antes al contrario, pues tal parece así que se publiciatara- y que a quien dirige y presenta un programa de cierta nombradía se le debe permitir al menos la posibilidad de dar alguna explicación sobre la mordaza impuesta a su trabajo, con o sin su consentimiento.

Breviario

GARCÍA RESUCITA A FRANCO
Eso le ha dicho don José María a Herrera el de Onda Cero, que prestamente le ha dispensado micro a su colega después de la mordaza: No sé si habrá resucitado Franco. No se le nota muy agudo al Garci con el titular, pero es una lógica consecuencia sobredimensionada al garciniano modo de la metedura de pata de don Luis Fernández, el nuevo presi de RTVE. Lo peor de las declaraciones del ex cronista deportivo es que al señor Quintero lo deja en un estado un tanto lacrimógeno y sin capacidad de réplica.
L.

RedDiario

Noticia (23-02-07)
VETO PERSONAL DEL PRESIDENTE DE RTVE
Fue el propio presidente de la Corporación RTVE, don Luis Fernández, quien vetó la entrevista con el señor García.
El Confidencial Digital.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Cuánto cobra Quintero en TVE? A lo mejor su actitud se debe a la pasta.

Anónimo dijo...

Mucho me temo a que TVE obedeció las órdenes directas del presi de RTVE, compañero de García en la COPE, y que el rifirafe obedece a antagonismo entre uno y otro, porque sólo bajo impulsos viscerales se puede justificar una media tan torpe. Como ése sea el criterio de la neuva Corporación vamos a echar de menos a la señora Caffarell, que Dios guarde.

Anónimo dijo...

Estoy completamente de acuerdo con usted, Lazarillo, y suscribo la casi totalidad de su artículo, pues en el programa en cuestión sí que se ha insultado; la censura total o parcial de contenidos supone la presunción de que éstos son propiedad exclusiva del censurador y recurrir a desnudos femeninos para complacer a la audiencia frivoliza cualquier tipo de contenido. Nunca segundas partes fueron buenas. En cuanto a los motivos, me libraré de hacer ninguna suposición a nos er que tenga pruebas de ella.

Anónimo dijo...

Censura a estas alturas y después de tanto consenso para nombrar al jefe, este país no deja de sorprendernos.

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