Celestina Tenerías
A raíz del golpe de Estado del general Augusto, y tras la instauración de su largo régimen dictatorial, el Opus Dei creció mucho y en silencio en Chile, hasta el punto de ser el país iberoamericano donde está más firmemente asentada esta organización. De su callado proceder, según es guía y norma de la Casa, da idea el hecho de que de don Joaquín Lavín, ex candidato presidencial en dos ocasiones, muy pocos supieran que pertenecía al Opus a pesar de ser supernumerario de esa comunidad. Esta reconsideración hizo que la documentalista chilena doña Marcela Said, autora de I love Pinochet en 2001, acometiera la realización de un film sobre tan poderosa entidad religiosa. Iniciado en 2002 y concluido hace un par de años, Opus Dei: una cruzada silenciosa, se basa en un arduo trabajo de investigación sobre las actividades y redes de trabajo del OD. La película estará en los cines del país a partir del próximo 8 de marzo y a juzgar por las declaraciones de su directora promete ser una versión crítica muy equilibrada de la Obra vista desde dentro. Aparte de asegurar en su entrevista con el diario electrónico El Mostrador que el Opus está haciendo una revolución silenciosa, Said disecciona su estrategia de acción muy atinadamente, según nos consta a quienes de eso algo sabemos a este lado del charco: Lo que hacen ellos es permear muchas capas de la sociedad. Trabajan con la elite y les interesa la elite para contar con más miembros, pero una de sus prácticas más frecuentes es el lobby de ideas y como sus miembros están en todos lados. Es por ahí que van diseminando sus principios. Por ejemplo, ellos trabajan mucho con los pobres. ¿Por qué? Primero, porque les interesa santificarse a través de esta labor, pero también porque si tú quieres una sociedad donde no haya revolución y conflicto social, tienes que partir por ahí, porque el mensaje final es que cada cual, en su sitio, debe servir a Dios estando contento.
3 comentarios:
Espero que se pueda ver también en España. Lo entenderemos muy bien.
Un santo y un dictador.
¡Menudo tema¡ Lástima que no pueda desarrollarlo por obvias razones de espacio. Recuerden ustedes a D. Quijote: "Con la Iglesia hemos topado, querido Sancho".
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