jueves, 8 de febrero de 2007

Aznar y el contubernio de los extremistas
















Lazarillo

Nunca tan activo se ha mostrado un ex presidente del Gobierno como don José María el de las Azores. En lugar de purgar con un discreto silencio la mengua moral a que le rebajaron sus mentiras, tal parece que el señor Aznar se hubiera propuesto perseverar en la ofuscación a costa de lo que sea, incluso de sí mismo y del partido al que se debe como presidente honorario.

Ayer JMA actuó con don Pedro el de la Jota de presentador y telonero en una localidad madrileña. Allí, el director del diario El Mundo confesó a la enfervorizada audiencia que el día que el Partido Popular ganó las elecciones por mayoría absoluta, don José María le comentó que en esa fecha había acabado la guerra civil. Ramírez adujo que aquel comentario pecó de ingenuidad, a la vista de los actuales ejercicios de memoria histórica.

Hubo más referencias de JMA a la guerra incivil y a la Constitución revolucionaria de 1931, que tan mal acabó frente al modelo consensuado de la vigente. También se refirió a una supuesta alergia de la izquierda a la bandera española y al himno nacional, para concluir con un aserto en línea con esas formulaciones: Los conservadores en España deben acabar con cualquier rastro de complejos y mirar con orgullo el pasado. ¿Aludía don José María al de la España dictatorial que se impuso a sangre y fuego en un conflicto armado a un régimen republicano democráticamente instaurado? ¿Se refería el señor Aznar al pasado de ejecuciones, persecución, cárceles, miseria y silencio de la posguerra franquista?

Yo más que complejos sentiría cierto miedo y algo de repulsión, si fuera conservador y demócrata, ante un líder, aglutinador otrora del centrismo ideológico, que fuera capaz en conciencia de sentir sólo complejos ante ese pasado, sobre todo si además de llamar a despejarlos invoca al orgullo de avistarlo desde un presente en paz y libertad.

Con ese prontuario de consignas, sobre las que don José María mantiene una pertinaz obstinación propagandística, como si durante la actual legislatura lo suyo fuera afincarse en un mitin ultraderechista permanente, no es raro que sostenga que una alianza de extremistas quiere expulsar al PP del sistema, al modo casi como el extinto Caudillo aludía al amenazante contubernio judeo-masónico que ponía en peligro la reserva espiritual de España.

Es la vigente sociedad española, crecida y nutrida en el sistema democrático, la que no puede hacer otra cosa que no sea aislar a quienes como el señor Aznar, en lugar de reconocer primero los errores de su pasado próximo, están a punto de enorgullecerse de los horrores del pasado remoto.

Ése es el único extremismo que aísla y mutila a una derecha democrática y al que don José María, desde su retiro, viene contribuyendo con suma autoridad.

RedDiario

Vídeo
TARDÍO RECONOCIMIENTO
El señor Aznar reconoce que "ahora" sabe que en Irak no había armas de destrucción masiva.
El País.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Es muy poco probable que aludiera a ese pasado, porque el PP puede ser conservador, pero ante todo es democrático. D. José María Aznar es posible que haya mentido en algo, pero también miente el actual Presidente del Gobierno (jamás se ha interrumpido el "diálogo" con ETA-Batasuna). Todo se reduce a saber quien miente mejor y si se engaña mejor o peor a la ciudadanía. Quizás engañara mejor el Sr. Aznar, ya que al Señor Rodríguez Zapatero y por lo visto hay que creerle todo lo que dice, en tanto que al Sr. Aznar, no. Por lo demás, como ciudadano y miembro de un partido político, el Sr. Aznar tiene todo el derecho del mundo a aparecer en público. No le vamos a negar a él lo que concedemos al Sr. Otegui.

Anónimo dijo...

¿Ultraderechista dice, Señor Lazarillo? He leído el discurso y lo que he deducido en primer lugar es que el Sr. Aznar lee, cosa que no parecen hacer otros. No es ultraderechismo amar a la Patria y a sus símbolos, ni desear que permanezca unida, ni analizar la Historia para sacar de ella enseñanzas. Tampoco se ve por parte alguna el "ultraderechismo" en su reivindicación de que se estudie Literatura e Historia de España, ni que se constate que ninguna autonomía, nacionalidad o lo que sea renuncia a dinanciarse con el Presupuesto que todos pagamos mediante impuestos.

Lazarillo dijo...

Si lo que Alex quiere establecer es una comparación entre mentirosos, lo mismo que hace los medios ultramontanos al referirse al clima de crispación que sólo a ellos mismos compete, o al de ailsamiento, que también les toca, espérese a las elecciones y notará la diferencia. Nadie le va a negar el don de la lectura a don José María, que no el de la palabra, pero sepa que como Otegui con su amor a Euskadi, en nombre del amor a España se concibió una rebelión, una guerra y una represión que convendría repudiar -cosa que no hizo el PP-, del mismo modo que lo hicieron las más altas instituciones de la CE a la que pertenecemos. Es lo que le corresponde a una partido democrático.

Anónimo dijo...

Hombre. Es obvio que no ama a España quien origina una guerra entre españoles. Claro que eso ocurrió hace muchos años y aunque no conviene olvidarlo no vamos a estar toda la vida dándole vueltas a la cuestión. Por otro lado, si no se mintiera, los "medios ultramontanos" no establecerian comparaciones. Lo malo es, pues, mentir y eso ha de quedar bien claro. ¿Las elecciones dice?. Muy bien; las esperaremos ámbos. En lo que a mí respecta acataré el resultado, como siempre he hecho. Y ya por último, si el Sr. Otegui ama a Euskadi, que condene la violencia.

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