Celestina Tenerías
El sacerdote claretiano don Benjamín Forcano, profesor de Teología Moral en varias universidades de España y Colombia, ha publicado este artículo relativo al caso De Juana Chaos en la web Atrio, que asimismo aparece hoy sólo como Carta al Director, aunque en lugar destacado, en la sección correspondiente del diario El País :
El señor José Ignacio de Juana Chaos ha matado a 25 personas. Las ha matado en diversos momentos, calculando circunstancias, con fría determinación. Sabía que esas personas eran inocentes y que su asesina acción iba a provocar llanto, rabia e impotencia en cantidad de familiares, amigos y ciudadanos. Sus 25 asesinatos lo han llevado a la cárcel por 20 años, pero en lugar de reflexionar y pedir perdón sigue decidido a matar, mostrando su burla y real peligrosidad: "Sus lloros", escribió cuando la muerte en Sevilla de Alberto Becerril y su esposa, "son nuestras sonrisas y terminaremos a carcajada limpia. Me encanta ver las caras desencajadas que tienen. Con esta ekinza [acción] ya he comido para todo el mes".
El señor De Juana ha dejado de obrar moralmente como persona, se ha degradado hasta el extremo exhibiendo como "trofeo" sus 25 asesinatos. Si las acciones malas provienen de ideas malas y erradas, las de este hombre lo son en gran magnitud. De Juana ha practicado con frialdad extrema el desprecio por la vida y ha logrado perder automáticamente para sí este derecho. Su destino es la cárcel, como medida de que no vuelva a poner en peligro el derecho a la vida de los demás.
Ante una nueva sentencia que alarga su encarcelamiento por amenazas expresas de volver a matar, se declara en huelga, intentando así que se le deje en libertad.Una huelga puede tener diversos motivos. Aquí, ninguno válido. Por propia y soberana libertad, De Juana decide dejar de comer para impactar a la sociedad e imputar a las autoridades la responsabilidad de una muerte, que es exclusivamente suya. La sociedad, si quiere ser racional y justa, no puede permutar la cárcel por la libertad, pues los 25 asesinatos pueden convertirse en muchos más si, en contra del derecho de los demás, se le otorga la libertad.
De Juana se autoimpone, por sí mismo, el riesgo de morir con la huelga, pero tal muerte no se sobrepone al derecho común de defensa de la vida. El objetivo inmoral por él perseguido conlleva como inevitable, y porque él lo quiere, una agonía que se autoimpone innecesaria e injustamente. De Juana ha manifestado estar dispuesto a seguir conviviendo matando en caso de conseguir la libertad. Admitir este chantaje sería menospreciar la justicia y subordinarla a la libertad de matar.
Todos defendemos el derecho a la vida, incluso el de que él siga viviendo, pero recluido conforme a justicia y bajo condiciones de que nunca pueda volver a ser una amenaza para el derecho real de los demás.
Lo mismo que matar o autoinmolarse, también el arrepentirse, pedir perdón y regenerarse es cosa suya. Nosotros esperaríamos, apelando a nuestra magnanimidad y perdón, que reconociese públicamente sus errores criminales y su crueldad, que acogiese compungido el castigo como forma exigua de expiarlos, que se regenerase con una conducta ejemplar, que contribuyese a repararlos dedicando el resto de su vida a proclamar los horrores de su locura entre quienes se sienten tentados a seguir esos caminos. Con lo cual, quizás ante su conciencia, iniciaría la recuperación de su dignidad perdida.
Ésa sería mi razón humanitaria.
RedDiario
Artículo
ME DA MIEDO
Me da miedo ver cómo el líder de la oposición sigue erre que erre con sus rotundas e injustas descalificaciones descargándolas todas sobre el Sr. Zapatero, sin piedad, sin justicia, sin muestra de solidaridad y colaboración. Me da miedo que su estilo contagie y ciegue la razón. Me da miedo porque veo que lo que se busca no es combatir unidos y con eficacia y con riesgos indudables la barbarie del terrorismo de ETA, sino conseguir la poltrona del poder. Y para lograrlo vale, al parecer, todo.
Artículo de sumo interés del mismo autor, publicado asimismo en la web Atrio, el pasado 19 de enero.
7 comentarios:
D. Benjamín expresa con palabras tan ciertas como lógicas lo que sienten una gran mayoría de españoles. Quizás ellos no sepan explicar tan bien la cuestión, pero intuyen que no se puede ser humanitario con quien chantajea a la Humanidad; no se puede tener clemencia con quien no solo no la tuvo, sino que asegura que no la tendrá; no se puede perdonar a quien no se arrepiente y no se puede tolerar que celebre sus crímenes y se ría del dolor que provocan. Eso no es humano.
En cuanto al otro artículo, su yo estuviera en la oposición me preocuparia comprobar que el Gobierno está de acuerdo conmigo. Como dijo Julio Cesar: Algo debo estar haciendo mal, cuando mis adversarios me aplauden.
Don Benjamín habla de miedo y ésa es una expresión muy fuerte que a la oposición debería hacer pensar, porque miedo se dejó de sentir en este país cuando se alcanzó la democracia, excusado sea el que provoca el fascismo etarra, y ese miedo es la secuela de una guerra civil y una dictadura con las que el PP no debería parangonarse.
Creo que tiene razón, D.Carlos. Por eso algunos creemos que a ETA hay que derrotarla. Al fin y al cabo: muerto el perro, se acabó la rabia"
Algunos no, todos menos los que la apoyan.
Falta por señalar quiénes la apoyan, tanto directa como indirectamente, calcular el número de votos que reúnen y compararlos con los de aquellos que no la apoyan. Así el análisis quedaría completo.
El miedo de don Benjamín da mucho que pensar.
Tuve la suerte de leer el artículo de BF publicado como Carta al Director en EL PAIS. Desde la discrepancia con parte fundamental de lo que dice, reconozco que es un artículo impecable en cuanto a su redacción y admirable por el sentimiento humanitario de respeto por las víctimas que lo provoca. Aún así, discrepo.
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