lunes, 15 de enero de 2007

El príncipe tardío pasaba por allí

Si por algo se debe caracterizar una Casa Real o Principesca, y dado que al generoso mantenimiento de ambas debemos contribuir los españoles con nuestros impuestos, es por su trabajo en gestos, protocolos y demás prestaciones simbólicas que quienes las representan están obligados a ejercer por dignidad y oficio con la más puntual precisión y diligencia. Digo yo que la responsabilidad de ese esfuerzo está más que bien pagada. Como aquí la Corona goza de un reverencial respeto, que no pocas veces se entiende e interpreta como lacayuna peloteo, no recuerdo a ninguno de nuestros políticos que haya expresado la más leve crítica a la ausencia de los Reyes de España y los Príncipes de Asturias de la Terminal 4 de Barajas con motivo del atentado de ETA. Faltaría más. Ni siquiera Esquerra Republicana de Cataluña, que suele lucir a la más mínima su pedigrí antimonárquico, aludió a la falta de ese pésame presencial del Jefe del Estado o de su legítimo heredero a los familiares de las víctimas. El error cobra mayor entidad a posteriori si se considera que don Felipe de Borbón se ha servido ahora de su estancia en Ecuador, con motivo de la toma de posesión del nuevo presidente don Rafael Correa, para visitar de rebote a las familias de los fallecidos. Lo tardío y circunstancial de ese encuentro evita entenderlo del todo como una corrección en la falta cometida el pasado día 30 y siguientes. Tal parece que su tardía alteza pasaba por allí y de pasó aprovechó la ocasión para dar en persona su condolencia a los deudos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

La realeza está fuera de la realidad y los príncipes de los principios.

Anónimo dijo...

Igual la realeza no quiso mojarse para no hacer partidismo.

Anónimo dijo...

O igual el Gobierno indicó respetuosamente a S.M que no convenía que, en este caso en particular, se vistiera de luto.

Anónimo dijo...

Ya lo dice Losantos, que la monarquía es republicana y socialista.

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