miércoles, 13 de diciembre de 2006

Los nietos de los generales Pinochet y Prats

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Capitán Pinochet Molina

Félix Población

Las exequias por el fallecido general Augusto nos han recordado a los españoles momentos muy concretos de nuestra propia transición política, cuando entre algunos altos mandos militares perduraba la fidelidad al Caudillo por encima del nuevo curso democrático que marcaban los tiempos. El frustrado golpe de Estado de 1981 acabó con las tentaciones involucionistas y España pudo proseguir sin mayores anomalías un más sosegado y estable tránsito en la consolidación de las libertades marcado por su Constitución.

En Chile, sin embargo, las cosas no están tan claras, pese a que ya sean varios los lustros transcurridos desde la dictadura del general Pinochet. La concertación suscrita entre éste y las fuerzas democráticas emergentes permitió asegurar al dictador una pervivencia política cuya influencia en las fuerzas armadas se prolongó hasta no hace muchos años. Sólo el actual gobierno de doña Michelle Bachelet puede evaluar hasta qué punto es viva la nostalgia por el dictador entre el alto estamento militar, pero lo que ha trascendido de las honras fúnebres celebradas en Santiago, analizado desde un país que tiene experiencia en el riesgo que comportan esas añoranzas, es como para inquietarse.

Hemos podido advertir a través de los medios un grado de violencia latente y explícita entre los partidarios más enfervorizados de Pinochet, capaces a arremeter contra una periodista española durante una transmisión televisiva, y aquellos ciudadanos que no pueden olvidar los crímenes de la dictadura contra sus familiares y amigos, por los que el general no fue finalmente condenado por la justicia. La razonable frustración de éstos contrasta con el resentimiento e intolerancia de los primeros, y de unos y otros hemos tenido ilustrativa referencia a lo largo de estos dos últimos días.

Valga el discurso apologético del nieto del dictador, capitán Pinochet, no previsto en las exequias, como muestra del talante sedicioso que puede subsistir o renacer entre sus colegas y que debe merecer, de inmediato, el más riguroso castigo por parte de sus superiores, tal como dijo la ministra de Defensa. En el otro extremo, menos divulgado por los medios, está la actitud del nieto del general Prats, asesinado por la DINA en Buenos Aires en 1974. Francisco Cuadrados Prats escupió sobre el féretro del dictador en la Escuela Militar, gesto que plasma sin duda el sentimiento de rabia e impotencia de muchos chilenos ante los honores recibidos por el general Augusto y su definitiva escapada de la justicia.

Sólo la diligencia y probidad de la justicia en los procesos abiertos hará cicatrizar las heridas que siguen vivas entre quienes padecieron la barbarie de la dictadura. Lo que no sé es cómo pueden cicatrizar ciertas nostalgias militares basadas en la rebelión golpista y represora, máxime cuando se le rinden honores en tiempo presente a su más alto y responsable ejecutor.

RedDiario

Noticia
LA MUERTE DE PINOCHET: REACCIONES DE POLÍTICOS Y MEDIOS
Las reacciones entre la clase política española, así como entre los colaboradores habituales de los medios de comunicación sobre la muerte del ex dictador chileno Augusto Pinochet han dejado para las hemerotecas frases y referencias dignas de ser recogidas por lo llamativas que resultan, así como demostración de que el fallecimiento del general golpista no ha sido recibida de igual forma por todos en España.
Diario Ibérico.

Noticia
LA MUERTE DE PINOCHET CRISPA EL DEBATE SOBRE EL FRANQUISMO

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La derecha mediática siguió ayer utilizando la muerte de Pinochet para atacar el proyecto sobre memoria histórica del Gobierno que se debate este jueves en el Congreso. La Razón acusó ayer a Zapatero de mantener intacto el “sectarismo guerracivilista de hace 70 años”, por recibir a Isabel Allende tras la muerte de Pinochet y no darse “la misma prisa” en recibir a las víctimas de la represión castrista”.
El Plural.

Crónica
LA CONFRONTACION DE LOS NIETOS
Las actitudes más extremas de las exequias del nonagenario ex dictador Augusto Pinochet, realizadas ayer en la Escuela Militar, fueron protagonizadas por dos jóvenes, prueba de que las divisiones en Chile alcanzan a varias generaciones.
Jorge Luna, Crónica Digital.

Breviario

PINOCHET Y FRANCO
El 11 de diciembre titulaba el diario El País: Muere Pinochet sin responder de sus crímenes ante la justicia. Franco murió hace 31 años, y aquí estamos.
Leticia Barbadillo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Los militares que se forjaron con Franco fueron muriendo a lo largo de la dictadura. Cuarenta años dan para eso. Sólo los que resistieron dieron un poco la lata. Chile tiene aún la dictadura muy cerca. pues se puede decir que hasta que Pinochet tuvo mando en plaza el Ejército estaba bajo su influencia. Me temo que ese Ejército sólo puede soportar una socialdemocracia muy blanda. De lo contrariuo, vovería a las andadas.

Anónimo dijo...

Es preciso que las fuerzas armadas chilenas se comprometan formal y explícitamente con la democracia u que gente como el capitán Pinochet sea expulsada del ejército sin remisión.

Anónimo dijo...

grande general Pinochet!
Gracias por todo.

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