viernes, 20 de octubre de 2006

Un día muy sucio de titulares

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Lazarillo

Hay días, como el que nos ocupa, en que los periódicos son un derroche de sucios titulares. No se trata de jornadas en las que la actividad mortífera del mundo sea especialmente significativa, sino de fechas marcadas, como hoy, por la decepcionante coincidencia de poner en entredicho la honorabilidad, dignidad y gobierno de quienes están o han estado al frente de la administración pública.

Por empezar desde abajo y por lo que más nos compete, están en primer lugar las grabaciones de un ex concejal del PP ventilando la trama urbanística que parece afectar al ayuntamiento gobernado por ese partido en la localidad madrileña de Tres Cantos. Otra vez, como en el flagrante modelo marbellí, asistimos a la jerga del burdo chalaneo, propiciatoria posiblemente de que en otro municipio de esa misma Comunidad, Ciempozuelos, y también a costa del ladrillo, dos ex alcaldes socialistas hayan ingresado en un banco andorrano 916000 euros a lo largo de su respectiva y breve regiduría.

Como las elecciones municipales están a la vuelta de la esquina, es muy probable que en los meses venideros los medios proclives a uno y otro partido pugnen por denunciar cuantos más pelotazos urbanísticos del adversario político. Metidos como estamos en guerras mediáticas, es algo que resulta predecible y contribuirá, antes que a la enmienda de las granjerías, al menoscabo de la credibilidad en la administración local, ya bastante dañada.

Pero si eso afecta a los munícipes que están tan a la vera de la ciudadanía, quienes ocupan o han ocupado puestos más distantes y de mucha mayor responsabilidad como la jefatura de un Gobierno se han lucido ayer ante las cámaras y los micrófonos más o menos indiscretos con detalles de muy baja estofa personal.

Don Vladimir Putin, con motivo de la visita del primer ministro israelí a Moscú, dijo envidiar al machote presidente de aquella nación por haber violado a 10 mujeres, y don José María Aznar, nuestro ex presidente de las Azores, le insertó un bolígrafo en el escote a la osada periodista que le recordó su referencia al terrorismo etarra como Movimiento de Liberación Nacional Vasco.

Para colmar este memorial noticioso de sucias incidencias, un periódico ruso asegura -aunque La Zarzuela lo haya desmentido prestamente- que el Rey de España, cuya afición cinegética es tan reconocida como sufrida por sus tímpanos, mató en aquel país a un oso al que se había emborrachado previamente.

Lo dicho, un día muy sucio de titulares con nombres muy altos muy por debajo de su dignidad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Una infección en toda regla.

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