jueves, 19 de octubre de 2006

El ciberfacherío de agitación

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Félix Población

El calificativo que pone título a este comentario le pertenece a mi estimado colega y viejo profesor don Juan Cueto, citado por la excelente revista uruguaya La Onda en un artículo que desde PiensaChile me recomienda mi no menos apreciado amigo don Ángel. Según el señor Cueto es insólito que los más decididos practicantes de estas nuevas máquinas de la tercera modernidad sean gentes de extrema derecha, exclusivamente orientados en sus afanes a estimular lo que don Juan considera el estrés nacional. En palabras del escritor asturiano, estamos ante una nueva tribu o raza de españoles que usando con destreza y gracejo las maquinitas, te proyectan en el túnel de las más viejas y oscuras ideologías locales.

Ese electrónico caldo de cultivo con pretensiones agitativas se ha venido desarrollando sobre todo, como si hubiera obedecido a una consigna pergeñada a través de un oculto puesto de mando único, desde los señalados días en que el Gobierno de este país cambió de manos tras el lamentable espectáculo que acabó por deméritos propios con el del Partido Popular. Desde esas fechas, cruentamente señaladas en las historia de España con la gran masacre del 11-M, la oposición política no ha tenido otro objetivo que el de la camorra permanente, auspiciada, respaldada y estimulada por esa batería mediática claramente ubicada en una visión retro-agitadora de España.

Don Fernando Berlín se permitió asimismo glosar la incidencia de ese pensamiento -o lo que sea- agitativo en Internet, como si a la izquierda o similar de esta nación nuestra le bastara con el consuelo todopoderoso del diario El País para solventar sus frustraciones o carencias de expresión, falta como está la progresía de una apoyatura electrónica proporcionada al menos con la que cuenta esa derecha ultramontana. Una parte importante del convulso debate sobre los oscuros intereses de las grandes empresas informativas y la veracidad de la información en los medios tradicionales durante las jornadas posteriores al 11-M –sostiene Berlín- tiene su fuente en el reposicionamiento ideológico que sufren algunas páginas web hacia la más reaccionaria derecha.

No es extraño, ante esas carencias, que desde esa misma perspectiva ideológica electrónicamente tan prolífica se le impute a la izquierda un cierto anquilosamiento o falta de motivación ante las posibilidades de las nuevas tecnologías comunicacionales. El balance entre las web más sonadas es así de significativo:

El Confidencial - Derecha
El Confidencial Digital - Derecha
Libertad Digital - Derecha
El Semanal Digital - Derecha
Minuto Digital - Derecha
Basta Ya - Derecha
Diario Exterior - Derecha
Periodistas21 - Derecha
El Plural - Izquierda
IBL News - Izquierda
Escolar – Izquierda

Quienes en alguna medida hemos pretendido contrarrestarlo con un periodismo digital progresista e independiente, sabemos que el problema para impulsarlo, más que al anquilosamiento, obedece a la vieja tara del sectarismo de las siglas y a la incapacidad para hacer de la profesionalidad asunto prioritario frente a la ideologización partidista.

1 comentario:

Cavernarius dijo...

Un inciso: a Periodistas21 no se le puede ubicar en la derecha, sino más bien en un centro-izquierda no exento de cinismo refrescante.

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