sábado, 23 de septiembre de 2006

El blog de Sara: una noche de sexo por un trabajo estable

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Félix Población

La noticia apareció publicada en el prestigioso diario La Repubblica y daba cuenta de un blog, suscrito bajo la denominación Saradisperata, en el que la desesperada Sara, una mujer italiana de 30 años, ofrecía una noche de sexo y sólo una a cambio de un puesto de trabajo fijo, remunerado con la módica nómina de 1200 euros.

El texto de esa oferta lleva por título Mi vendo por un posto di lavoro y enuncia y denuncia con más relevancia vital que cualquier titular de periódico la desesperante situación de muchos jóvenes y no tan jóvenes en un país que, como el nuestro, pospone, margina o explota la energía renovadora de la juventud y sus afanes de ser útil a la sociedad con la condena al ostracismo depresivo del paro o la firma de los abusivos y crecientes contratos basura.

Sara, a quien según sus propias palabras debemos considerar una persona con sobradas cualidades para verificar una actividad laboral provechosa en consonancia con sus aptitudes, es una más de esas ciudadanas que han dejado correr su juventud en busca de un horizonte que les garantizara la independencia económica, una vivienda digna y la formación de una familia. Lo que se llama una programación de porvenir de acuerdo con los principios constitucionales de un país al que se le supone capacidad de renovación generacional para alentar un futuro mejor.

Pues no, como en España, donde tanto prolifera la explotación de quienes se incorporan por primera vez al mercado del trabajo en unas condiciones inestables y mal remuneradas, Sara ha llegado en su país al extremo hartazgo que comporta su decisión: Mi vendo por un posto di lavoro.

El anuncio ha tenido éxito. No le han faltado a Saradisperata ofrecimientos, algunos procedentes incluso del propio Vaticano, con la condición, eso sí, de retirar del ciberespacio un blog tan empecatado.

La más estimulante reacción a la noticiosa propuesta, sin embargo, se la ha sugerido a su promotora un tal Bellodabaciare (Guapo de besar), que pese a tan frívolo y eufónico seudónimo se ha interesado por el asunto para compartir la coyuntura que como Sara padecen en Italia cientos de miles de ciudadanos en edad de dar vida con su trabajo, no sexo por su derechos laborales.

¿Se imaginan qué sociedad tan ejemplar sería la que envidian quienes se juegan la vida en pateras y cayucos si la propuesta de Sara se incluyera entre los méritos evaluables de los currículum?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero te imaginas qué tipo de sociedad tendríamos si todas las mujeres que buscan trabajo hicieran lo mismo que Sara? Mira, yo soy italiana y, aunque estuviera desesperada como ella, nunca actuaría de la misma manera... aunque sé que cada cual tiene su forma de pensar y sus convicciones.

Anónimo dijo...

No me atrevo a imaginarlo, Gloria, y deberíamos hacer lo posible por evitarlo.

Anónimo dijo...

¿Y a los tíos? ¿Entrarán los tíos en esa carrera sexual por el curro?

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