miércoles, 27 de septiembre de 2006

Aznar y los golpes de Estado: Venezuela y Guinea Ecuatorial



Félix Población

Mientras el señor ex presidente del Gobierno de España propala su personal cruzada contra el Islam y demanda disculpas a la morisma por la ocupación de nuestro país durante 8 siglos, la investigación de prestigiosos periodistas independientes se empeña en bucear en las sombras de su gestión al frente de la administración del Estado, como si no hubiera bastante en el débito de don José María Aznar con sus mentiras para la invasión a sangre y fuego de Irak o sus falacias aún más graves en torno a la trágica fecha del 11-M.

Estos días se han presentado o se van a presentar dos libros de sendos y prestigiosos periodistas británicos que tienen a don José María por personaje secundario. El primero es del curtido reportero y analista en asuntos de América Latina Richard Gott, que fue corresponsal del diario The Guardian en aquel subcontinente. La obra se titula Hugo Chávez y la revolución bolivariana (Foca Ediciones) y como es obligado dedica un amplio capítulo al golpe de Estado que en 2002 pretendió destituir al presidente venezolano y acabar de ese modo con un régimen con el que Washington se sentía y seguirá sientiendo muy molesto.

En ese libro se asegura que el gobierno del señor Aznar, tras las primeras noticias del golpe, suscribió una declaración conjunta con el de Estados Unidos solicitando que la situación excepcional de Venezuela fuera reconducida en el periodo más corto posible a la normalización democrática, para conseguir un consenso nacional y la garantía de las libertades fundamentales. Otto Reich, ex embajador en Caracas, que ocupaba el Departamento de Estado norteamericano y estaba en estrecho contacto con los golpistas, había mantenido cinco o seis charlas telefónicas para la elaboración de esa declaración según el secretario de Estado español para Iberoamérica, señor Cortés.

El segundo de los libros está despertando mucha expectación en Gran Bretaña, pues se refiere al intento de golpe de Estado en Guinea Ecuatorial contra el presidente Obiang en el primer trimestre de 2004, última etapa del señor Aznar al frente del gobierno español. Bajo el título The Wonka Coup (El golpe Wonka), el periodista Adam Roberts, ex delegado del diario The Economist en Johannesburgo, mantiene que don José María Aznar se dejó llevar por el opositor don Severo Moto y en compañía de ciudadanos británicos como Mark Thatcher, mercenarios africanos y una misión secreta de buques españoles en el golfo de Guinea se engolfó en la fallida intentona.

Si se tiene en cuenta que para esas fechas el señor Aznar había prometido su jubilación inquebrantable como jefe del Gobierno, es muy posible que de ser cierta esa implicación en empeño tan turbio no fuera tan sólo por razones de Estado sino de personal porvenir al estilo de la asesoría Murdoch, similares sin duda a las que movieron al hijo de la señora Thatcher.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Así se explica el estado mental de Aznar, fruto de un lamentable estado de conciencia.

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