Otra vez el fuego cerca el bosque de Muniellos

Melibea

Otra vez arde Muniellos, el bosque encantado de Asturias declarado reserva de la biosfera por la UNESCO. Una vez más las llamas, al parecer provocadas por la barbarie humana en cuatro focos distintos de su singular ámbito de sombra y vida, amenazan a uno de los enclaves más asombrosos de nuestra geografía natural. El gobierno del Principado ha activado el grado más alto de su plan contra incendios. La historia se repite dos años después de la última quemadura de su fronda. Ocurrió en otoño de 2004 y los daños arrasaron 300 hectáreas. Desde Diario del Aire se glosó entonces esa incidencia con algunas recomendaciones a la administración regional que, al parecer, no han servido para que sobre Muniellos sigamos constantemente preocupados ante la creciente acechanza de las cenizas. ¿Habrá que invocar otra vez a las lágrimas del Dios de la Lluvia? En tal caso deberíamos llorar porque ése siga siendo el mejor remedio contra la incuria y la incivilidad. Decíamos aquel otoño:

Para quienes hicimos de aquella comarca territorio de arraigo y vínculo con lo más emocional que pueda darse en el hombre de identificación con su tierra, las llamas de Muniellos, levantadas como un presagio de fatídica catástrofe el pasado fin de semana, nos helaron el corazón.

Al margen del origen que motivó el incendio –al parecer provocado-, no pude evitar ante la noticia una especie de aciago presentimiento –otro más- sobre el porvenir de nuestro planeta. Cuesta admitir sin una cierta aprensión fatalista que los bosques sagrados de la Asturias interior y profunda, donde el aliento de la niebla se espesa en el aire hasta encharcar el alba, ardan en otoño.

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NR: El gobierno del Principado de Asturias ve una mano criminal tras el incendio que amenaza a Muniellos.

+NR: Controlados, aunque no extinguidos, los cuatro fuegos que amenazaban al Parque de Muniellos.