Celestina Tenerías
La propuesta de alfabetizar Bolivia está en marcha. Ayer entregó el presidente Morales las primeras mil certificaciones de ciudadanos dotados para decirse y leerse, ese aprendizaje fundamental para crecer de corazón y pensamiento. Ya tienen las herramientas que darán razón de su razón y sentir. Ser cultos es la única forma de ser libres, dijo José Martí. Por primera vez en la historia del país andino, un Gobierno se toma en serio el sentido de la palabra. La campaña pretende acabar con la dilatada y masiva ignorancia del alfabeto en treinta meses. Dicen quienes tan solidariamente tienen el privilegio de participar y hacer posible ese generoso empeño que entre los beneficiarios se oyen estas frases: Quiero aprender a leer y escribir para cuando nazca mi hijo, ése es el regalo que quiero hacerle (una joven embarazada). Ya me puedo morir, ya sé firmar (un anciano de 87 años). Pero lo mejor es lo que comentó un líder comunitario en una localidad de la República Dominicana donde también se desarrolló la campaña Yo sí puedo de maestros cubanos contra el analfabetismo: Aquí se acabó el cementerio. Lo decía porque los campesinos del lugar habían firmado siempre con cruces, generación tras generación y vida tras vida.
2 comentarios:
Quizá sea la libertad de los pobres lo que da miedo a tanto agorero.
La falta de libertad de los pobres es la razón de los ricos, que pagan a los agoreros para vender el miedo a esa libertad.
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