viernes, 9 de junio de 2006

Venezuela: Red de Redes en Defensa de la Humanidad

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Félix Población

Leo un manifiesto de intelectuales españoles e iberamericanos reunidos en el Estado de Anzoátegui, Venezuela, para conmemorar la lucha de la II República Española contra el golpe de Estado del general Franco en el marco del IV Encuentro de la Red de Redes en Defensa de la Humanidad.

En las circunstancias geopolíticas actuales, la convocatoria no se reduce a un mero ejercicio de remembranza que teorice sobre los valores políticos, éticos, intelectuales y sociales de aquella resistencia, sino a la necesidad de su rescate para combatir las nuevas amenazas que sobre los principios de la dignidad humana comporta la codiciosa fiebre del neoliberalismo imperial.

La II República Española mantuvo durante tres años de conflicto armado, abandonada por las potencias democráticas, la primera voz de alarma contra el fascismo emergente. Poco después, ese mismo fascismo colmaría de muerte y horror la restante geografía europea. Se luchaba entonces contra un proyecto de dominación imperial que postulaba la superioridad de una raza sobre otras. Hoy se pretende trocar ese delirio argumental por la gran falacia de la consecución de la libertad y la democracia allí donde los regímenes políticos no son del gusto del Gran Dominador, preso de su afán de rapiña petrolera.

En nombre de la democracia, se gestan guerras y conquistas, se masacra a los pueblos, se vulneran los derechos de los reclusos, se tortura en las cárceles y se mantienen las amenazas sobre aquellos ámbitos que como América Latina pretenden dejar de ser feudos de explotación y dependencia de la Casa Blanca. Los principios de soberanía, libertad, equidad y justicia en que se fundamentaron las bases y el proyecto de la II República Española siguen teniendo su impronta de vigencia frente a toda ambición imperial que pretenda sojuzgarlos.

En Anzoátegui se homenajeará a los poetas españoles, esa brillante generación de autores que prestaron su voz y la hicieron oír al mundo frente a la barbarie de un Ejército que se levantó en armas en contra de sus propios conciudadanos. Todo empezó en Granada, con el vesánico fusilamiento de don Federico García Lorca, y casi terminó en Colliure, en el exilio francés, con la muerte llena de desoladora melancolía de don Antonio Machado.

Bastan ese principio y ese fin para definir la catadura de quienes fueron los culpables, porque no hubo nada tan claro en contra de los que lograron imponer al final su orden con un pensamiento único como la voz de la cultura. Matando a los poetas nos dejaron sin su caudal de fertilidad por muchos años, víctimas de la gran miseria del silencio, la humillación y el vacío.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Esa patética imagen de Antonio Machado recuerda la agonía de otro gran poeta al término del régimen de Salvador Allende, don Pablo Neruda.

Anónimo dijo...

Sennor Población, está usted que se sale. Enhorabuena por el excelente artículo. Siempre en su línea de concisión y claridad meridiana.

Anónimo dijo...

Breve e inmejorable artículo. Saludos.

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