viernes, 26 de mayo de 2006

La desazón de Zinoviev: el abobamiento intelectual

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Félix Población

Acaba de morir en Moscú Alexander Zinoviev, el filósofo ruso de la disidencia soviética que siempre rehusó el calificativo de marxista y que no obstante, en 1985, cuando Gorbachov no visitó la tumba de Marx y fue a ver Margaret Thatcher, predijo el comienzo de la época de una gran traición histórica, según sus propias palabras.

A Zinoviev lo entrevistó una emisora de Moscú días antes de su fallecimiento a los 84 años de edad y Rebelión ha tenido la perspicacia de ofrecernos sus últimas reflexiones públicas. El titular de la charla es de una transparencia categórica inobjetable: Se ha producido un colosal retroceso del nivel intelectual de la Humanidad en su conjunto.

El filósofo cree que en nuestro planeta hay tanta información como chatarra y que la consistencia y el valor de esa información es en un 90 por ciento equivalente al de la basura. Océano de charlatanes llama Zinoviev a ese fenómeno que puebla la Tierra sin que se reconsidere la necesidad perentoria y elemental de enseñar a la gente los mecanismos imprescindibles para la comprensión y el análisis de la realidad.

Ese entendimiento científico y analítico del entorno no se da porque el mundo vive una nueva guerra global que es la de la dominación del planeta. Todo conflicto bélico comporta una huella negativa en el comportamiento intelectual de la Humanidad que, dada la extensa escala del que hoy vivimos, tiene una marcada incidencia en todos los países. Asegura Zinoviev que si Francia, Inglaterra, Italia o Alemania lo padecen en menor medida, en el caso de los Estados Unidos, agente propulsor de esa dominación, el retroceso intelectual es absoluto.

En lugar de asistir al desarrollo de la personalidad humana, los grandes e indudables avances tecnológicos nos están conduciendo según el filósofo ruso a una terrible estupidización o abobamiento general. En ese caldo de cultivo es más factible que se dé lo que Zinoviev pudo atisbar hace ya diez años: el fin de la democracia occidental.

Aunque todavía perviven los restos del pasado de lo que fue hace 15 o 20 años el aliento estimulante de libertad, las últimas palabras del fallecido Alexander Zinoviev no pueden ser más desazonadoras: Hemos entrado en la época de un totalitarismo de nuevo tipo, que se ha convertido en factor regulador en todo el planeta.

Comentario Lector:

Quienes tienen la sartén por el mango utilizan los avances técnicos para abobar a la gente. Por ejemplo, nos dan una noticia (y nos escamotean otra) y de paso nos sacan la conclusión. Se crean opiniones públicas a la vez que se anula la personal. Es como una maldición urbi et orbe.
(Folía)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

El amuermamiento del género humano y la introducción de esterotipos tan peligrosos como el soltado ayer por Acebes, eso de dar a los inmigrantes credencial de delincuentes, pone a tiro las teorías de Hitler.

Anónimo dijo...

La creciente inmigración va a reproducir idearios simples y totalitarios que calarán con facilidad en los ciudadanos, sobre todo si en éstos se desarrolla esa general abobamiento del que habla Zinoviev.

Anónimo dijo...

Quienes tienen la sartén por el mango utilizan los avances técnicos para abobar a la gente. Por ejemplo, nos dan una noticia (y nos escamotean otra) y de paso nos sacan la conclusión. Se crean opiniones públicas a la vez que se anula la personal. Es como una maldición urbi et orbe.

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