viernes, 26 de mayo de 2006

Bush y el error de torturar

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Celestina Tenerías

Habrá quien piense, tras la comparecencia de Bush con Blair y su fe de errores sobre la justa y necesaria invasión y ocupación de Irak, que reconocer por parte del presidente norteamericano las torturas de la cárcel de Abu Gharib como el más grave traspié de la campaña militar humaniza y hasta democratiza a la máxima autoridad de los culpables. Personalmente me parece de una desfachatez similar a la de quien mata, tal como ocurre en ese país conquistado día tras día desde que se implantó la libertad anglonorteamericana, y lo califica de error como si se tratara de algo tan aleatorio y excusable, según las tres acepciones que contempla el diccionario de la Academia de la Lengua, como un concepto equivocado o juicio falso, una acción desacertada o equivocada o una cosa hecha erradamente. Y no de la mayor ignominia que un ser humano puede causar a otro, salvo la de acabar con su vida, sin que mister Bush haya aprovechado la ocasión para pedir perdón por ello, como es del caso siempre que se incurre en lo expuesto en las tres acepciones aludidas, sin que medien la infame crueldad contra unas víctimas violentadas y la burlona ofensa a todo un pueblo sojuzgado.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Y ahí está Guantánamo para demostrar que lo de Irak no es un error.

Anónimo dijo...

El mayor error de USA será el de querer imponer su dominio.

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