Melibea
No hace mucho se armó un cristo en Colombia a cuenta de la Crista que ilustra este comentario, una atractiva presentadora de televisión recreada con todas las peculiaridades escénicas propias del martirio del Nazareno en las páginas de una revista for men. Ahora la cantante Madonna, que suma sonados precedentes en eso de provocar al Vaticano cada vez que presenta un nuevo show, utiliza también el símbolo por antonomasia del credo cristiano para descender de la cruz hacia sus fans, tocada la áurea cabellera con una corona de espinas. Cuentan quienes la vieron que la protagonista, que va para los cincuenta, luce un dinamismo impropio de sus años, como si hubiera vendido el alma al diablo y éste le inspirara, además de esa prolongada y arrolladora juventud plena de seductor sensualismo, la exhibición de tan satánicos alardes, según expresión católica y romana. Para colmarlos no ha tenido la cantante ninguna reserva en autoinculparse como peón de brega, versión cantabile, del Eje del Mal, pues de otro modo no puede calificarse a quien ha tenido la osadía benladiana de combinar las imágenes de Bush, Blair y Hitler en los vídeos con que sazona su espectáculo Confessions on a dance floor.
2 comentarios:
Los símbolos religiosos se merecen el máximo respeto porque graciuas a ellos fue dominable el instinto agresivo de la Humanidad.
¿Instinto?
El "instinto agresivo" de la humanidad ¿fue "dominado" por "símbolos religiosos"?
No entiendo nada. Quisiera tener una explicación al respecto.
¿Por qué (los símbolos) todavía no detienen la violencia de tanto criminal que, precisamente, utilizan estos símbolos para seguir asesinando? ¿Dónde están los "símbolos" que "detienen" y "dominan" el instinto ¿natural? de los invasores de Irak?
¿Instinto? ¿De quién? ¿De los pechos de mi madre? ¿De la inocencia de mi nieto?
Soy bruto. No entiendo nada.
Exijo una explición.
Soy inocente.
Me llamo Alfredo.
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