La retirada de Bono

Melibea

La decisión de don José Bono de cesar en su cargo como Ministro de Defensa no se sabe bien a qué puede obedecer. Asumió la cartera con gusto hace menos de dos años y aunque haya tenido diferencias de criterio con su presidente, sobre todo en política territorial, no parecía previsible que su evasión del gobierno fuera a verificarse tan temprana como precipitadamente. Del significativo valor de esa urgencia en irse da idea, sobre todo, el carácter definitivo con que ha querido ratificar esa determinación asegurando asimismo su retirada de la política. No me puedo creer que don José, uno de los más maduros valores sobrevivientes en la lid pública del primer socialismo durante la transición, ponga punto final a esa vocación tantas veces reconocida por él mismo y por quienes le conocen. Me pregunto si a pesar del extremado celo de discreción con que se ha resuelto esta primera crisis gubernamental, que ha pillado a casi todos los Medios por sorpresa, alguien en el Partido Popular tenía ciertas nociones de la misma. Me estoy refiriendo a don Alberto Ruiz Gallardón, que no sólo comparte amistad con el señor Bono sino unas cuantas ideas fundamentales para labrar de afinidad un posible porvenir político.