Félix Población
Ayer no tuve ninguna duda a la hora de elegir entre las dos entrevistas emitidas a la misma hora por sendas cadenas de TV, no sólo por la entidad de los entrevistados sino por el filo y formato de los entrevistadores y sus respectivos programas.
La de don Iñaki Gabilondo en Cuatro con doña Teresa Fernández de la Vega no prometía muchas agudezas por parte del periodista donostiarra. Tampoco, excesivas confidencias por quien ocupa una de las vicepresidencias del Gobierno y se comporta siempre con muy pulcra y retórica corrección político-administrativa. Como además el encuentro tenía todas las garantías de una TV afín a la Moncloa, el resultado no podía ser otro que una amigable charla carente de titulares informativos.
Lo pude comprobar en los momentos en que la publicidad interrumpió la conversación en La Primera entre don Jesús Quintero y el ex presidente del Gobierno don Felipe González. Aquí sí había enjundia y gana de expresarla a pregunta y respuesta limpia por parte del histriónico periodista onubense y el veterano y carismático político socialista. Más sobrio que nunca en su comportamiento, a Quintero le bastaba con sugerir las cuestiones para que don Felipe las abordara con la sabiduría de expresión y concepto que le otorgan su experiencia y su bien probada talla de estadista.
De todo cuanto dijo el señor González, me quedo con lo referente a la política antiterrorista y al alto el fuego de ETA. La primera obligación del Gobierno es intentar que no haya muertos y la de la oposición es ayudar al Gobierno. El comportamiento ambiguo del PP en esa materia no debe excluirle de la negociación. No puede haber precio político por el cese de la violencia ya que eso no sólo avalaría políticamente el largo río de sangre del pasado sino la posibilidad de su renacimiento en el porvenir.
Quienes últimamente hemos viajado por Europa compartimos -con todas las reservas que se quiera- el criterio expuesto por el ex presidente del Gobierno: Vivimos en la mejor época de la España contemporánea y debemos hacer un esfuerzo para estar contentos de nuestro pasaporte.
Ese esfuerzo consistiría, en principio, en acabar por fin con la vieja lacra del miedo y el terror en Euskadi, para lo que estamos ahora en la mejor de las oportunidades según don Felipe, y evitar que los salvadores de patrias grandes y chicas pongan en entredicho la cohesión y solidaridad que nos junta como nación de naciones, país de países, España.
+AR: Más detalles críticos sobre la entrevista de Jesús Quintero al ex presidente en El Teveo.
3 comentarios:
Pues ese gran estadista como usted dice no fue capaz de poner en su gobierno a gente fiable y de la que el pueblo español guardará siempre memoria por sus corruptelas.
Eso no quita para que González haya sido elegido tres veces, tres, por los españoles. Y cuando perdió, aún lo hizo por poco.
Es más sabio ahora por viejo que antes como presidente.
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