martes, 4 de abril de 2006

El Manifiesto por Occidente de Berlusconi/Aznar y Cía.

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Félix Población

En las últimas y reñidas jornadas de la campaña electoral italiana se ha presentado en Bolonia el llamado Manifiesto por Occidente, obra del presidente del Senado Marcello Pera, dirigente de Forza Italia. Su contenido responde a la misma doctrina de los neoconservadores norteamericanos, conocidos como teocons en Italia, de los que sus máximos representantes en Europa serían nuestro extraviado don José María Aznar y el Cavaliere Berlusconi.

Para quienes hubimos de soportar durante decenios que España era la reserva espiritual de Occidente a cuenta del nacional-catolicismo impuesto por una rigurosa y larga dictadura, la obra de Pera nos suena muy familiar. Dice don Marcello que Occidente está en crisis, minado por una crisis moral y espiritual, e incapaz de responder al desafío del fundamentalismo y terrorismo islámico, a los que considera como agresores de nuestra civilización ante los que Europa no responde.

Según lo que se expone en el Manifiesto, suscrito en Italia por ocho millares de firmas entre las que nos faltan las de señalados políticos de la derecha, la tradiciones europeas se han puesto en discusión, el laicismo o el progresismo reniegan de las milenarias costumbres de nuestra historia y se desvirtúan así los valores de la vida, de la persona, el matrimonio y la familia. Esto mismo acaban de asegurar en España los respetables monseñores, convencidos de que hay en nuestro país fuerzas no especificadas (antes eran ocultas, tenebrosas o demoníacas) empeñadas en minar esas sagradas esencias.

Habla don Marcello como si fuera el mismísimo pontífice de Roma, del que fue muy amigo siendo cardenal, aunque no deje de extrañarme tal vínculo porque el señor Pera no luce precisamente un currículum próximo a las sacristías. En sus inicios políticos no estaba lejos del Partido Socialista, como Mussolini, y luego se pasó al Partido Radical, en 1992, con un programa manifiestamente laico y anticlerical.

De la coherencia ideológica del actual presidente del Senado italiano dan ideas los calificativos que dispensó a Il Cavaliere en 1994, tras la creación de su partido Forza Italia: Está a medio camino entre un cabaretista desleído y un vendedor televisivo de manteles.

Hoy, sin embargo, ambos comparten las mismas aspiraciones: al cabaretista no le faltan televisiones de su propiedad que divulguen su espectáculo y los manteles se han trocado en una desaforada defensa de los valores eternos que hicieron tan singular a esta España nuestra cuando nos faltaba, entre otros valores en verdad fundamentales, el de la libertad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Los mismos perros disfrazados por fuerza de los tiempos con el collar de los votos.

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