martes, 14 de marzo de 2006

Los telediarios de Berlusconi



Félix Población

La entrevista de Lucia Annunziata a don Silvio Berlusconi y el desplante de éste ante las cámaras de la RAI-3 han incrementado un poco la escasa expectación popular ante el cara a cara televisivo de esta noche entre Il Cavaliere y su máximo adversario Romano Prodi. Será el primer asalto de los dos que se celebrarán hasta el día de los comicios el próximo 9 de abril. No se espera, sin embargo, dadas las estrictas reglas estipuladas para el encuentro, que se den grandes ni muy noticiosos titulares respecto al mismo. Es posible que ni siquiera don Emilio Fede, el protagónico director del Telegiornale de RETE 4, sepa aprovechar la ocasión para celebrar los encantos de su poderoso Capo.

Este don Emilio Fede no hace un telediario inocuo ni torpe. Es sabio como profesional y maneja los papeles de la noticia en sus manos con extrema fluidez. Llena con su presencia buena parte de los sesenta minutos de duración del informativo (con varias pausas publicitarias) y hasta se permite la frivolidad, al final, de gastar bromas con la hermosa y coqueta presentadora del parte meteorológico, muy fresca y ligera de atavío. Las feministas españolas clamarían al cielo ante semejante descoque y burda utilización de la seductora jovencita.

Pues bien, el señor Fede lleva varios días, no sé si dos o tres, abriendo su Telegiornale con los violentos sucesos ocurridos en Milán como consecuencia de una algarada llevada a cabo por varios centenares de jóvenes de extrema izquierda. La reiteración en las imágenes contribuye a que el tiempo de duración repetidamente invertido en la noticia ronde los diez minutos, como si lo que se observara en las pantallas fuera un conflicto de grave rigor e intensidad, merecedor de ser documentado, además, con otros precedentes.

A ese derroche de guerrilla urbana, saldado con unos pocos heridos, varios coches ardiendo y algún local saqueado, don Emilio suele colocarle como relajante y tranquilizadora contranoticia la imagen de don Silvio Berlusconi en cualquiera de sus actos electorales, pleno de lifting plastificado y sonrisa dental deslumbradora, invocando a la autoridad y el orden. No hay duda sobre su poder como comunicador, sobre todo entre aquella ciudadanía que le es fiel, pero -como los telediarios del señor Fede- uno y otros pecan de antañones, de una cierta ranciedumbre. Si a eso unimos en Il Cavaliere una prepotencia y soberbia que no casan con su mala gobernación, y de la que tan sobrada evidencia dio el otro día en la RAI-3, es muy probable y deseable que haya cambio en Italia.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues va a ganar Berlusconi porque Italia es peor que Spagna, majos, y si no al tiempo.

Anónimo dijo...

Nada peor para Italia que eso, nada peor.

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