Lazarillo
Ha sido muy oportuna la convocatoria en Roma del Congreso Popular Europeo. A unos días de la celebración de las elecciones italianas, el señor Berlusconi ha contado con todo el apoyo de los conservadores del continente para favorecer su más que hipotética reelección.
Además de la presencia de nuestro ex presidente del Gobierno, que ha dicho lo ayer glosado por mi estimada doña Celestina, se espera para este fin de semana la presencia del señor Rajoy, no sabemos si para que las admoniciones de su jefe -a las que mi compañera aludía ayer- se verifiquen en directo y sin intermediarios o si para que don Mariano ose llevarle la contraria por una vez respecto a la nueva estrategia del Partido Popular tras tregua permanente de ETA.
Lo cierto es que la presencia de hasta quinientos representantes de los partidos derechistas europeos, además del peso político-propagandístico que va a suponer para Il Cavaliere en plena campaña electoral, ha contado también con la bendición del Papa, como no podía ser menos y sin duda estaba previsto en la agenda publicitaria de Forza Italia.
Benedicto XVI no ha desaprovechado la ocasión para exponer públicamente sus críticas a la ley de matrimonio entre homosexuales y a las parejas de hecho, en clara coincidencia con los postulados de las ideologías conservadoras. La descarada implicación partidista del pontífice romano denota hasta qué punto el prestigio de la institución que representa está seriamente afectado por su pérdida de control sobre una sociedad renovada de ideas sobre las relaciones personales y rompedora de prejuicios y discriminaciones.
Abundando en lo obvio, ha dicho doña Alessandra Mussolini, aliada de don Silvio Berlusconi en el frente derechista que éste preside, que quienes hayan escuchado a Ratzinger no pueden votar a la izquierda. Luego la señora Mussolini también se ha sentido bendecida por Su Santidad como representante de la grey defensora de las más puras esencias de la tradición vaticana. Recuerde el avisado lector, sin embargo, que fue esta misma señora la que dijo no hace muchos días que era preferible ser fascista a ser maricón, según cita textual.
2 comentarios:
Alude usted a un Pastor alemán, Lazarillo.
El pensamiento de Mussolini (es un decir) es el mismo que el de la derecha conservadora en general, en Italia y en el resto del continente. Lo que pasa que lo que ha dicho Mussolini no es politicamente correcto antes de unas elecciones.
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