viernes, 31 de marzo de 2006

Argentina: 30 años de impunidad, como las vidas que mataron a golpes

Melibea del Huerto

Leo en Página 12 que el juez Daniel Rafecas ha ordenado el ingreso en prisión de tres jefes y cinco guardias del campo de concentración El Vesubio, comparado por el propio señor Rafecas con cualquier de los que el nazismo sembró en los territorios de conquista para colmar de horror su barbarie. Sucedió durante la dictadura argentina, hace treinta años, y durante todo este tiempo, al que no le faltaron unas cuantas consultas electorales teóricamente democráticas, se supone que a esos individuos no les faltó el derecho al voto. Cabe incluso imaginar que lo hayan ejercido y hasta que hayan mantenido animadas discusiones con algunos conciudadanos ignorantes del secreto que guardaban sus manos. Más de 400 personas entre desaparecidos y sobrevivientes estuvieron a expensas de esos verdugos entre 1976 y 1978, cuando las únicas herramientas que manejaban eran las patadas y los golpes. Esas manos y esas piernas, capaces del simulacro del voto y la andadura libre y sin conciencia durante treinta años por en medio de la vida cotidiana argentina, encuentran ahora una tardía respuesta a toda una vida de impunidad. Digo vida porque muchas de sus víctimas no habían cumplido todavía treinta años cuando la perdieron a patadas por parte de esos sicarios.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Llegan a la vejez después de haber matado a la juventud.

Anónimo dijo...

Como ocurre siempre que una dictadura impone la muerte y el miedo. La juventud, en el ataúd, que dijo Miguel Hernández, una víctima más.

Anónimo dijo...

Llegarán, como Pinochet, a la muerte confortada con los auxilios espirituales.

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