miércoles, 8 de febrero de 2006

Zapatero y el congreso de Víctimas del Terrorismo

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Lazarillo

Desde la prensa confabulada con el retorno del Partido Popular al poder se han despachado titulares ilustrativos del sesgado filo sectario que la define cuando se trata de evidenciar los deslices del actual gobierno. Lo ha sido en mi modesto entender que don José Luis Rodríguez Zapatero no asista al Congreso Internacional de Víctimas del Terrorismo a celebrar próximamente en Valencia. Sólo le faltaba esto a una de las asociaciones, la AVT que preside el señor Alcaraz, para sentenciar con el cinismo partidista que le caracteriza que el presidente no está para la singular ocasión al lado de las víctimas.

Es sabido que la AVT mantiene en los dos últimos años una muy pugnaz labor de oposición política en connivencia con los postulados del Partido Popular. Alguna de sus reiteradas manifestaciones y convocatorias públicas -a la última ayer mismo en Madrid en apoyo del señor Fungairiño se le añadirá otra el 25-F- dejó lamentable huella de su intolerancia al desechar y repeler violentamente la presencia espontánea del ministro socialista don José Bono, a quien alguien debería haber asesorado de su temeridad.

Quizá la militancia ideológica que caracteriza a la AVT no se hubiera resistido a protagonizar un altercado similar si el señor Presidente del Gobierno asistiera a la cita de Valencia. Acaso la posibilidad de dolosa politización que casi siempre comporta la presencia de esa asociación haya favorecido la débil excusa por motivos de agenda alegada desde La Moncloa. Es lo que ocurre cuando se sientan precedentes confesadamente partidistas y se instrumentaliza la memoria de los muertos.

En esa línea cabe interpretar la actitud olvidadiza por parte de los organizadores del citado congreso de algunas otras asociaciones de víctimas como la Federación de Asociaciones Autonómicas (FAAVT). Según su portavoz, don Roberto Manrique, ni siquiera había sido invitada a participar en las ponencias. Al día de hoy, sin que se haya recibido una respuesta oficial a su intención de intervenir, el señor Manrique sostiene que esa presencia tiene como objetivo dar voz a cientos de víctimas que no están conformes con la "línea oficial" que algunos venden.

Hace años, cuando ETA abundaba en su criminal ejecutoria, sus víctimas eran de todos y congregaban a la ciudadanía en las calles de modo unitario y masivo. Ahora que sus pistolas llevan largo tiempo calladas, es inadmisible y deplorable que su largo balance de asesinatos distancie por razones ideológicas a quienes están más obligados a respetar la memoria de sus muertos.

Con todo y sin excusas que valgan, el señor Rodríguez Zapatero debería estar en Valencia, no sólo por la trágica entidad del pasado que reune a los convocados sino por la obligación y la expectativa de que ese pasado no tenga futuro gracias a la gestión del gobierno que él preside.

Noticia Relacionada: Posible boicot al Presidente del Gobierno en el Congreso Internaciona de Víctimas del Terrorismo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

La politización de los muertos surgió a raíz del atentado del 11-M en que AVT se convirtió con sus víctimas en brazo político del Partidoi Popular.

Anónimo dijo...

También se instrumentalizó el atentado del 11-M a favor de ZP, ¿o no?

Anónimo dijo...

En todos caso, a las víctimas del 11-M las manchó la metira de Aznar en busca de su propio provecho, algo que no le perdonará nunca la historia.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo. ZP debería estar en Valencia.

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