sábado, 4 de febrero de 2006

Latinoamérica y Vargas Llosa

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Melibea del Huerto

Dejar para la semana siguiente la continuación de un artículo de polémica actualidad resulta por lo menos contraproducente con la virtudes más estimables del buen periodismo. El de don José Vidal-Beneyto, que aparece hoy en El País, me mantuvo en una sana y ansiosa expectativa hasta ahora. Llegué a recelar incluso y sin motivo de su efectiva continuidad impresa. A casi un mes del que firmara don Mario Vargas Llosa en el mismo periódico (Razas, botas y nacionalismo, 15-1-06, comentado en este mismo DdA), lo que podría ser un vivo debate abierto sobre los distintos criterios de ambos escritores en relación a Iberoamérica, con nutrida audiencia y deseable implicación del respetable público, queda a expensas de la mayor o menor recordación por parte de los lectores. El señor Vidal-Beneyto no concluye con el de hoy la serie de artículos, por lo que muy probablemente, de haber respuesta suscrita por el autor hispano-peruano, el público en general se habrá perdido buena parte de los antecedentes. Conviene por eso tener en cuenta los últimos párrafos de lo que don José hoy sostiene y la referencia al escrito sobre Venezuela de don Raúl Morodo que cita:

El triunfo del Frente Amplio en Uruguay en 2004, de Kirchner en Argentina, Lula en Brasil, Chávez en Venezuela, las difíciles pero posibles hipótesis de López Obrador y el EZLN en México o de Humala en Perú y ahora Evo Morales en Bolivia, son los soportes de una nueva andadura democrática. Una democracia en la que se sustituya el cerrado consenso de la alternancia en la que los cambios funcionan sólo como conservadores de lo que existe, por una alternativa que abra de par en par las puertas al futuro. ¿Es eso lo que ha producido la encrespada irritación de Mario Vargas Llosa? Porque un triunfo tan abultado e irreprochable como el de Morales, que ha incorporado además a la población indígena a la realidad nacional boliviana y ha confirmado la inscripción de los sindicatos en la convivencia democrática, debería al contrario satisfacer su inclinación al orden. Pero sobre todo la convergencia de todas esas experiencias en un proyecto de transformación de los contenidos actuales social-liberales de las democracias, pueden, si no se frustran, desembocar en la realidad de una democracia avanzada a la que tan penetrantemente se refería Raúl Morodo, en su reciente artículo sobre Venezuela en EL PAÍS. Democracia cuyo cumplimiento consiste en conjugar simultáneamente libertad e igualdad.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo periodístico es hacer coincidir en un mismo número las tesis de ambos autores y dar después campo abierto a la exposición de comentarios de los lectores.

Anónimo dijo...

Muy suave me parece el tono del profesor para lo que Vargas dijo en El País. Quizá le sobre elegancia a Vidal Beneyto. Respeto al discrepante no, porque eso nunca sobra.

Anónimo dijo...

Lo que se hace en estos casos es dedicar al polemista el mismo espacio y extensión.

Anónimo dijo...

Con el señor Vargas Llosa pocas polémicas se pueden mantener a estas alturas. Todos sabemos de qué pie cojea.

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