Félix Población
Tras las elecciones generales celebradas ayer, se da por seguro en estas primeras horas de la mañana que el líder cocalero Evo Morales será el nuevo presidente de Bolivia. La victoria es de suma trascendencia para el país porque el señor Morales representa al sector más desfavorecido de ese gran porcentaje de la población sumido en la pobreza.
Entre los objetivos primordiales del programa auspiciado por el virtual presidente indígena, primero en la historia del país, figuran la libertad del cultivo de la coca y un severo control del Estado sobre las multinacionales de los hidrocarburos. Tras Venezuela, Bolivia dispone de la segunda reserva de gas más importante de América del Sur. Las buenas relaciones entre Evo Morales y el presidente Chávez inquietan especialmente a los Estados Unidos, que hubieran preferido cualquier otro resultado en las urnas.
El enunciado de las estadísticas refleja la imperiosa necesidad de una mayor justicia y equidad en el reparto de los bienes y la potencialidad de explotación de que dispone el país. El 26,5 por ciento de la población boliviana vive en la extrema pobreza. En lugar de darse un descenso del número de desheredados en la nación, en los últimos tres años se ha comprobado que ha ascendido hasta cifrarse en casi seis millones de pobres.
Como consecuencia de la carencia de una política de desarrollo económico a favor de los más humildes, han sido las protestas sociales de estos últimos años el mejor exponente de un mayor distanciamiento entre quienes más tienen y quienes más necesitan. Entre 1985 y 2003, el coeficiente Gini que especifica esas diferencias pasó del 0,52 al 0,61 (en el 1,0 se cifra el valor máximo).
Informes de toda solvencia publicados por organismos internacionales precisan que el 27 por ciento de los niños bolivianos sufre hambre y un porcentaje similar de criaturas menores de cinco años adolece de desnutrición crónica. Con el resto los países que integran la comunidad iberoamericana, Bolivia forma parte de un territorio conjunto capaz de producir alimentos para abastecer a 1.800 millones de personas.
La voz libre y democrática de una mayoría de bolivianos ha concedido a Evo Morales la posibilidad de enmendar ese deplorable y rancio panorama de miseria. No lo va a tener nada fácil frente a las redes mafiosas y el espeso clima de corrupción política que enloda la nación. Sin embargo, desde una estricta perspectiva geopolítica, nunca como ahora va a contar el nuevo gobierno de Bolivia con la posibilidad de encontrar valiosos apoyos entre los países de su entorno.
Nota Documental.- El póximo año empieza la nueva historia de Bolivia con igualdad, justicia social, paz y equidad. Será el tercer milenio de los pueblos y no del Imperio. Primeras declaraciones de Evo Morales.
Vamos a tener una intensa relación con gobiernos como el de Lula, Kirchner y Chávez, Página 12.
Artículos en DdA, La palabra vital del obispo Castellanos.
1 comentario:
¿Le pasará a Morales lo que a Lula en Brasil? Ojo con los compañeros más radicales de su propio partido.
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