Lazarillo
Todavía ahora, cinco días después de iniciado, sobrevive el fuego en los pinares de Guadalajara, aunque su incidencia parece al fin bajo control. Mientras, se van aireando negligencias, faltas de coordinación, críticas y denuncias a la que parece ser a todas luces una nefasta gestión del siniestro, tanto por la carencia de medios como por la coordinación de los trabajos de extinción a cargo de los gobiernos competentes.
Las contradicciones en la versión de los hechos por parte de dos representantes de la Junta de Castilla-La Mancha ha dado ante la opinión pública una lamentable sensación de incompetencia. El que tan desolador desastre se haya prolongado durante cinco días sin que el presidente del Gobierno haya acudido al lugar, coloca al señor Zapatero entre los políticos-avestruz de cuya condición le creíamos exento.
No hizo lo mismo don José Luis cuando meses atrás se produjo en Barcelona el derrumbe de una parte del barrio del Carmel, sin que hubiera que registrar en el siniestro víctimas mortales. Entonces, el apresuramiento y diligencia en acudir del señor presidente nos dieron a entender que estábamos ante un político sensible a las desgracias humanas.
Sostendríamos esa idea hoy si el señor Zapatero se hubiera interesado en vivo y en directo por la tragedia de Guadalajara. Delegar en la señora vicepresidenta del Gobierno cuando once trabajadores forestales han dejado su vida en un trabajo mal asistido y controlado desde Toledo y Madrid, sedes de gobernación socialista, ni es de socialistas ni es de políticos con el talante humano que presumíamos en el señor presidente de la nación.
Los ciudadanos de esa comarca de Guadalajara arrasada por las llamas, donde las condiciones de habitabilidad, comunicaciones y recursos se sitúan muy por debajo de las de otras regiones españolas, están en su derecho de creerse, tras el desastre mal socorrido que ha asolado sus montes, ciudadanos de segunda. Quizá no hubiera sido así si Guadalajara estuviera en Cataluña bajo el gobierno tripartito que rige aquella Comunidad.
4 comentarios:
Parece que al final ha reaccionado el presidente del Gobierno y que muy pronto visitará la zona calcinada. La lentitud de esa reacción no quita validez a la crítica, más bien reafirma el sentido y razón de la misma.
Los versos de Neruda que sirven de propósito de identidad independiente a ese Blog, quedan avalados hoy por la justa crítica contra el gobierno de la nación que firma Lazarillo. Diario del Aire demuestra con ello su objetividad y que no sólo el PP merece sus varapalos.
Equivocarse y rectificar, eso es lo que ha hecho Zapatero. Algo que con Aznar era imposible y con el actual PP también. Y si no, ahí tiene al peonza de Rajoy rodando alrededor del dedo que lo puso.
Estamos de acuerdo. Zapatero estuvo mal no acudiendo cuando debía a Guadalajara, pero el PP ha vuelto a utilizar a los muertos en plan carroñero para hacer campaña política contra el gobierno. No desaprovechan una. Son impresentables.
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