miércoles, 1 de junio de 2005

Arnaldo Otegui, un montón de burda demagogia

Félix Población

Encorajinado acaso por un par de días a la sombra, el líder de Batasuna, don Arnaldo el del flequillo, aprovechó su salida de la cárcel -gracias a un montón de miles de euros en cuya procedencia se investiga- para ofrecer todo un recital de barata y burda demagogia, propio de su catadura y la de quienes le apoyan en la acción, opinión u omisión. No se puede oficiar de dialogante con su currículo ni dar lecciones de democracia partiendo del fascismo de las pistolas.

Por mucho que el Partido Popular se haya escorado hacia la derecha -para desdicha propia y de la nación-, no se puede escuchar, sin poder evitar una colmada ración de grima, esas admoniciones de Otegui, dirigidas al Presidente del Gobierno, en las que le insta, para solucionar el problema vasco con la búsqueda de la paz que él y los suyos combaten, a no pactar con los herederos de quienes fusilaron a su abuelo, sino entre quienes perdimos la guerra civil. Esto, además de inadmisible, es incongruente.

Don Arnaldo el del flequillo y la perenne mueca infatuada acaba de incurrir en una ofensa descomedida incluso entre las que cabe esperar de su fanática verborrea. Hoy en día, la única organización política que no puede apelar al recuerdo de la guerra civil como víctima de la misma es aquella que ha hecho todo lo posible por instigar y jalear un clima de guerra civil, dentro de un Estado democrático de derecho, en la sociedad vasca. El señor Otegui es su máximo dirigente y portavoz.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La repercusión que tienen las declaraciones de este individuo no sería la que es si la democracia española no hubiera prestado tanto viel a las llamadas autonomías históricas. Si el País Vasco está en primera línea de la actualidad no es poque aquella sociedad se lo merezca si no porque ha contado con unos matones para chantajear a los sucesivos gobiernos. No entiende cómo un partido ilegal puede tener tanta cacncha a menos que sea imprescindible para que ETA se rinda. Si no es para eso, que no parece, a Batasuna hay que darle la categoría que tiene, la de un partido apartado por su mismo comportamiento de las reglas del juego democráctico.

Anónimo dijo...

Preveo una división en ETA y una inclusión de Batasuna en la política del diálogo. Lo que no sé es a cambio de qué y si esto podrá ser posible sin una rendición sin fisuras.

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