viernes, 29 de abril de 2005

Voces en Silencio: el voto de los exiliados vascos

Félix Población

Bajo el epígrafe con el que titulamos hoy este comentario se agrupa una organización de víctimas del terrorismo. Literalmente, su aplicación a los miles de ciudadanos vascos que abandonaron aquel país por las coacciones y amenazas de ETA y su órbita de poder político y social es tan exacta como deplorable. Las cifras en torno a ese destierro rondan las doscientas mil personas, de las cuales una buena parte perdió su derecho a tener voz y voto en Euskadi. Demasiada gente, en verdad, para creer en la libre decisión de la sociedad vasca para forjar su futuro, esa añagaza del nacionalismo secesionista con la que el fibroso lehendakari en funciones pretendió forzar -a cuenta de su plan fraudulento- el sentido común de su propio electorado.

Pues bien, a la citada asociación se le ha ocurrido recientemente y con muy buen criterio proponer a don Gregorio Peces-Barba, alto comisionado de Ayuda a las Víctimas del Terrorismo, alguna fórmula para que esos vascos, forzados a salir de su tierra para vivir en paz, puedan votar en Euskadi. El señor Peces-Barba ha solicitado a tales efectos los oportunos informes de los peritos en Derecho Electoral para indagar si esa iniciativa puede tener cobertura legal.

Al margen de la complejidad que entrañe materializar el proyecto, aún en fase embrionaria, en la que cabe señalar la definición del propio término de exiliado y las pruebas demostrativas de que el elector a distancia abandonó su país como víctima de la coacción y las amenazas, la iniciativa se nos antoja de una lógica tan elemental que habría sido deseable su propuesta mucho antes. Sin duda el Plan Ibarreche motivó con sus chantajistas propósitos esa recuperación de las voces desterradas. Volverlas a oír en las urnas puede ser una obligación y un nuevo derecho de un Estado en armonía con la libertad.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hace mucho años el diario Eguin se decía que era la voz de los sin voz. Lo que son las cosas, con el paso de los años fueron los castellanoparlantes lo que fueron quedándose no sólo sin voz sino sin posibilidades de empleo en la administración autonómica. Y además de eso tuvieron que sufrir en sus familias las amenazas y el miedo. No es raro que se hayan ido miles de familias. No es raro que una asociación de víctimas de terrorismo haya pensado en esas familias. Lo que sí me parece es que han pensado en ello un poco tarde. No sé qué va pasar con este derecho al voto que piden, pero me parece de lo más justo. Hace más de sesenta años muchos vascos tuvieron que salir de España tras la victoria y con la represión de Franco. Lo de esos miles de familias que han tenido que irse en los últimos veinte o treinta años es también una forma de destierro, pero mucho más dura porque los culpables son sus propios paisanos, gente fanatizada por un nacionalismo salido de madre que esperamos vuelva a ser dialogante ahora que le han escaldado el plan al Ibarreche. Enhorabuena por su Blog y un saludo.

Anónimo dijo...

Cuando Ibarretche vino a Madrid a presentar su plan, Tele 5 le hizo una penosa entrevista que más que para informar sirvió para hacer propaganda del plan. Creo que se la hizo el director de informativos, que ahí sigue, en lugar de haber dimitido por hacer un trabajo tan impresentable. Luego me enteré que en Tele 5 anda el Grupo El Correo que está cerca del PNV, y claro, así se entiende. Pero el Pedro Valentín no creo que muestre más esa entrevista porque es para llanarse de vergüenza. Todo esto lo digo porque me gustaría preguntarle al lehendakari, delante de toda España, oiga, ¿y usted cree justo que voten los vascos que tuvieron que irse porque les hicieron la vida imposible?

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