jueves, 28 de abril de 2005

Celia Villalobos, sancionada por vivir en el mundo

Melibea del Huerto

Consta en las estadísticas del Congreso que el Partido Popular, en el transcurso de los últimos ocho años, mantuvo tal disciplina de voto entre sus diputados que las únicas sanciones contra sus señorías se debieron a motivos de ausencia. Ese recuento acaban de romperlo Celia Villalobos y Federico Trillo, bien que por razones diferentes. La primera votó a favor de la ley que aprueba el matrimonio entre homosexuales y el señor Trillo no se abstuvo ante la nueva legislación en torno a la reforma del divorcio, como su partido, sino que votó en contra.

Celia Villalobos, por personalidad y carácter, es una mujer de su tiempo. Fue en su día ministra de Sanidad y Consumo y mantuvo siempre, entonces y ahora, una sencillez de trato y una espontaneidad mediática inusuales en quienes alcanzan esos cargos y luego los lloran con hechuras de afectación revenida. Andaluza, vital, avispada, apegada al curso de la vida y a cuanto late en torno a los áridos predios de los dogmas ideológicos o los rigores partidistas, no podía mantener otra actitud que la que le ha valido esa magnífica sanción que la honra.

El colectivo de homosexuales y lesbianas debería reconocer y hasta homenajear a la indisciplinada doña Celia porque lo suyo ha sido más que un gesto. Representa una magnífica excepción de confianza, desde las filas de la derecha, en torno a proyectos políticos más abiertos, más libres y más en consonancia con nuestro entorno. Nuestra sociedad necesita con urgencia el despertar de esa derecha responsable y civilizada de la que Celia Villalobos acaba de dar testimonio. En la actual coyuntura, esa derecha haría mucho bien al país para sacudirnos de la tesonera e insidiosa campaña de crispación en la que un sector del PP y los medios a su sombra se enfangan.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Anda que el Gallardón repartiendo píldoras postcoitales en los centros de salud de Madrid! La verdad es que no sé qué pintan Gallardón y Villalobos en el PP. Será porque creen posible volver al centro de donde salieron, pero el centro derecha es radical para el PP de los Zaplana, Acebes y demás. Nada, lo dicho, ¡olé por Villalobos! Con mujeres así hay algo que hacer en política. Lo digo porque no soy de izquierdas y me gusta saber que en la derecha también hay mujeres valiosas, como mujer y como votante de otra cosa que no sea este PP de ahora tan recalentado. Besos para Celia.

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