martes, 23 de diciembre de 2025

¿NINGÚN OBISPO LE RECUERDA A ALBIOL LOS VERSÍCULOS DE SAN MATEO QUE CITA BELARRA?



Félix Población

Acabo de escuchar con la atención requerida siempre que se utiliza el mensaje de Cristo el vídeo con el que Ione Belarra felicita la Navidad a quienes la siguen en las redes sociales. Lo hace mientras camina a buen paso, recordándonos que si Israel es capaz de perpetrar un genocidio en la Franja de Gaza, con 200 asesinatos más desde el falso alto el fuego, y Trump se sigue creyendo el rey del mundo, no es extraño que reyezuelos como el actual alcalde Badalona hayan desalojado de cobijo a 200 seres humanos y los haya dejado a la intemperie en lo más frío y lluvioso del invierno, haciendo además gala de ello en las redes sociales, como haría cualquier cabecilla de la extrema derecha, pero en este caso con el respaldo del propio líder del Partido Popular. Belarra, que se considera atea pero ha sido educada como muchas otras personas en este país bajo la influencia de la religión católica, tiene en gran estima a los cristianos de base y su compromiso con los evangelios, por lo que ha recurrido a unos versículos de San Mateo muy a tener en cuenta para la ocasión: Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos?  ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis. Lo más probable es que sea creyente el alcalde Badalona y hasta cabe la posibilidad de que conozca estos versículos. Lo más coherente con su misión en la tierra hubiera sido que alguno de los obispos españoles se los hubiera recordado públicamente, pero ni el jefe Argüello ni el prelado de Oviedo Sanz Montes lo han creído preciso. 

DdA, XXI/6206

LOS MIL BOCADILLOS SOLIDARIOS DE UN HOSTELERO LEONÉS Y EL GORDO DE NAVIDAD


Lazarillo

Se trata, según leemos, del hostelero leonés José Manuel Arias, de 46 años, que durante los incendios que arrasaron este verano su provincia, puso a disposición de los bomberos 1.000 bocadillos solidarios. A José Manuel le tocó ayer el Gordo de la Lotería de Navidad con dos décimos del numero premiado, muy repartido en diversas comarcas de la provincia leonesa. Conviene escuchar las declaraciones de Arias, difundidas por La Ventana, el programa vespertino de la Cadena SER"Aquí en Villablino los incendios han sido una de las tantas. El fin de la minería fue lo que acabó con nosotros, dio la puntilla. Perdimos miles de habitantes y yo creo que esta lotería por lo menos se ha acordado un poco de este valle, del que nadie se acuerda". Y se emociona al recordar a los mineros: "De Villablino eran seis de los siete muertos en accidentes en minas de carbón. Uno de ellos era uno de mis mejores amigos. Cambiaría todo lo que tengo porque Dios me lo devolviera". José Manuel Arias, que también es ganadero, aludió al abandono rural: "Cada vez somos menos ganaderos, cada vez las ayudas del PAC están peor gestionadas. El monte se ha abandonado por completo y los incendios a veces son imparables". Fue testigo del que ocurrió en Villablino este verano. Vio caer el rayo que dio origen al fuego. Como tienen bien en cuenta los lugareños de Laciana, este año los incendios y las muertes de algunos trabajadores en la mina habían dejado honda impresión en el valle. El Gordo de Navidad ha sido un consuelo para muchos, entre ellos está quien solidariamente ayudó a quienes lucharon contra el fuego. Que la salud lo acompañe. Se merece lo mejor quien entiende la solidaridad y la amistad como José Manuel Arias. 

DdA, XXI/6206

GRITOS CON CITA Y GLOSA (LV): BUSCANDO LA LUZ EN PLENO SOLSTICIO DE INVIERNO


José Ignacio Fernández del Castro

«Para él, con sólo seis años, el sueño era un monstruo. Lo esperaba pacientemente todas las noches y le tendía una emboscada. Siempre lo pillaba desprevenido, con la guardia baja, aunque ya hacía mucho tiempo que había aprendido a esperarlo; la espera traía su propia clase de aterradora anticipación, lo cual empeoraba aún más la situación. El monstruo y él se trababan en una dura lucha, de la que el primero siempre salía victorioso, arrastrándolo hacia un mar de miedo y oscuridad.»
 John DARNTON (New York City, Estados Unidos, 20 de noviembre de 1941): “Prólogo” en  Mind Catcher -Ánima- (2001).

El crecimiento electoral de la ultraderecha, la fatídica  extensión de esa desgraciada suerte de Internacional Ultra,  comienza a ser, también en España, como uno de esos monstruos de las pesadillas infantiles que vamos convirtiendo en un terror casi necesario, en una oscuridad ya “naturalizada” como parte de la atmósfera que nos envuelve.

Sabemos que nos agredirá a poco que nos descuidemos, sabemos que todos los días nos salpicará desde noticias lejanas (como las elecciones presidenciales chilenas) o pesares inmediatos (como las elecciones extremeñas que arrancan un previsible ciclo negro de comicios autonómicos anticipados)... Pero, pese a la expectativa cotidiana que provoca, siempre nos sorprende, siempre acaba por saltar con algo nuevo y peor en el momento más inesperado...

Y es que, por mucho que el miedo oscuro (vago, impreciso, indefinido) haya acabado por convertirse en el mismo aire que respira esta sociedad, uno nunca se acostumbre del todo a respirar el miedo sin que sus pulmones y su conciencia se resientan... Uno puede afrontar sus temores concretos, pero, ante los difusos, sólo atina a recurrir al pánico; por eso son un mecanismo de control social mucho más efectivo que la misma violencia (aunque el poder real nunca dude en usar también, cuando es preciso, la violencia de las porras y las togas).

Porque, sabemos que, como los malos humos, la extensión de ese miedo tiene evidentes causas antropogénicas nada ajenas al sistema al sistema que convierte en su tótem a esos mismos mercados financieros tan sensibles a las primas de riesgo como insensibles ante las víctimas de sus crisis/estafas planificadas.

Así que no nos venga diciendo la casta política que “todos vamos en le mismo barco y que siempre trabajan por el bien general (lo de común ya no lo dicen porque les debe causar sonrojo o risa floja, y, además, les debe sonar a comunista)... Quienes planificaron la crisis/estafa, quienes mantienen niveles de desigualdad insoportables en plena bonanza macroeconómica, quienes consideran el derecho a una vivienda digna simple papel (constitucional, mojado, siguen a los mandos o se largan con pingües beneficios… Así que quienes la pagamos los platos rotos podemos seguir ahogándonos en el miedo mientras esperamos que las cosas (o la voracidad de los gestores) amainen un poco (acaso con este solsticio de invierno que tantas culturas venerables consideraron el umbral del triunfo del sol, de la luz que barre la oscuridad, de la esperanza y el renacimiento de la vida)… Mientras tratamos de mantener un mínimo resto de dignidad disidente. Incluso en la hipermercantilizada Navidad.

DdA, XXI/6206

lunes, 22 de diciembre de 2025

NAVIDAD, NAVIDAD: EL CORAZÓN DE LAS TINIEBLAS ANDA SUELTO POR LA TIERRA

De nuevo va a llegar la Navidad al mundo y a Palestina, y todo hace pensar que los niños gazatíes seguirán siendo carne de cañón, pues el herodes sionista y sus secuaces no superan el miedo y el asco que les profesan. Quieren borrarlos de la faz de su propia tierra y, si pudieran, de la Tierra entera. Décadas llevan extendiendo ese miedo atávico por el mundo. En ello les acompaña el emperador triunfante que anhela engordar su imperio y jugar a los dados con las vidas ajenas. Ambos se creen mesías, ambos se piensan tocados por Dios ejecutando su misión, mientras se nutren del odio al otro y desde sus bocas lo flamean.



Yolanda Guío Cerezo

La pasada Navidad en Palestina, en la tierra de Gaza, como todos los días desde hacía más de un año, los cielos se iluminaron una y otra vez por las bombas de Sión. No hubo estrella de Belén que las desviara, ni túnica sagrada que cobijara esta tierra. Su resplandor no trajo buenas nuevas como las que el arcángel Gabriel llevó a María, sino destrucción, dolor, muerte y venganza desmedida.

Los verdugos no tuvieron misericordia con los niños y niñas palestinos, como no la tuvo el rey Herodes I el Grande con los infantes varones de Belén, a los que mandó matar por temor a perder el trono, pues los Magos de Oriente le habían anunciado que en Belén había nacido el rey de los judíos.

A los niños y niñas palestinos no se les adjudicó realeza, ni se pensó que pudieran ser santos inocentes como los que mató Herodes. Para justificar la masacre bastó que sus verdugos les pusieran el sambenito de terroristas, o de “animales”, como a sus padres, siguiendo prejuicios genealógicos ancestrales que siempre avivan el odio y el narcisismo de los que se creen únicos. Dejaron de ser humanos, de ser inocentes, de ser niños, como ocurrió con los que exterminaron los nazis, la mayoría judíos, o aquellos, muchos de ellos gitanos, con los que experimentó el doctor Mengele, maldito ángel de la muerte.

Terminada la pasada Navidad, la masacre de los menores palestinos siguió en Gaza. A los que sobrevivían a las bombas les iban viendo morir de hambre, de frío, de enfermedades, de dolor y de tristeza. Los verdugos que custodiaban las puertas de ese infierno no se apiadaron de ellos. La mayoría de los que no morían se convertían en sombra de lo que eran y en zombis sin rumbo deambulando por los mares de ruinas que les circundaban o por los campamentos.

Tras dos años de atroz asedio, cuando la humanidad no podía digerir más crueldad y destrucción en Gaza, los mandamases de la guerra, liderados por el emperador triunfante, escenificaron un sonado alto al fuego, que se televisó por el mundo. El edicto imperial sigue vigente en el discurso oficial, pero la paz real duró poco. La máquina de guerra sionista volvió a las andadas, y el rosario de mutilados y asesinados palestinos siguió sumando incontables víctimas.

Lamentablemente en el mundo no son tantos los que se están enterando, porque así pasa con las grandes mentiras, que siempre se esconden entre las medias verdades. Además, muchas personas se van sintiendo extenuadas de ver todos los días la desgracia ajena, y prefieren huir de tanto horror o de su mala conciencia.

No hace mucho cayeron lluvias torrenciales y los campamentos se fueron anegando por el agua, que se convertía en barro cuando tocaba la tierra. Y allí siguen los niños de Gaza, con sus padres, abuelos y hermanos no muertos, si les quedan, lidiando con la artillería enemiga, las balas, la lluvia, el frío, las enfermedades, el hambre, la miseria, el miedo, la falta de higiene y de esperanza.

De nuevo va a llegar la Navidad al mundo y a Palestina, y todo hace pensar que los niños gazatíes seguirán siendo carne de cañón, pues el herodes sionista y sus secuaces no superan el miedo y el asco que les profesan. Quieren borrarlos de la faz de su propia tierra y, si pudieran, de la Tierra entera. Décadas llevan extendiendo ese miedo atávico por el mundo. En ello les acompaña el emperador triunfante que anhela engordar su imperio y jugar a los dados con las vidas ajenas. Ambos se creen mesías, ambos se piensan tocados por Dios ejecutando su misión, mientras se nutren del odio al otro y desde sus bocas lo flamean. ¡Madre mía, cómo andan los corazones y las cabezas de muchos de los que nuestro mundo malgobiernan!

En Gaza las madres y las vírgenes no pueden lavar pañales, ni tienen romeros donde tenderlos, ni los pajarillos cantan, ni los peces beben por ver a Dios nacer, pues mueren bebiendo agua podrida.

Tampoco Dios quiere nacer en Belén por Navidad desde hace años, porque no hay un portal en el que su vida no corra peligro, los Magos de Oriente han perdido su estrella y la Virgen no quiere ser madre entre tanto odio y hastío.

Llegan noticias de que este año el alcalde de Belén quiere celebrar la Navidad, dice que lo hace para invocar la esperanza que, según las escrituras, proclama el Himno de gloria que cantaron los ángeles al niño Jesús, para desear la paz en la tierra a los hombres de buena voluntad. No será fácil en Palestina. Tampoco lo será en Sudán, en la República Democrática del Congo, en Ucrania ni en otros lugares donde la guerra y el odio han echado raíces.

Más nos valdría a los hombres y mujeres de buena voluntad, que seguro somos muchos repartidos por el mundo, levantar las voces y reunir el coraje necesario para herir de muerte al corazón de las tinieblas que anda suelto por la tierra.

CTXT  DdA, XXI/6205

LA DERECHA EXTREMA GOBERNARÁ ESPAÑA SI LAS IZQUIERDAS NO SE UNEN



Félix Población

Después de Extremadura, se celebrarán otras elecciones autonómicas en Aragón, Castilla y León y Andalucía que podrían reafirmar el crecimiento en las urnas de la extrema derecha. Desde luego, en las provincias de Cáceres y Badajoz, un feudo otrora y durante décadas del Partido Socialista, que Vox haya pasado de cinco a once escaños es todo un éxito del partido de extrema derecha, cuya posibilidad de repetición en las tres comunidades citadas no es en absoluto nada descartable. El Partido Popular pretendía, al convocar elecciones adelantadas en Extremadura, desprenderse de la presión de la extrema derecha y lograr los votos suficientes para gobernar en mayoría. Lejos de conseguir esto, ahora se verá forzado a una gobernanza mucho más sometida a los criterios de Vox, por lo que la estrategia de María Guardiola, con el permiso de Feijóo, ha fracasado. Si ocurriera lo mismo en Aragón, Castilla y León y Andalucía, esto es, que el Partido Popular no lograse la mayoría y dependiera de Vox para gobernar -algo más que probable-, no sería de descartar que el liderazgo de Feijóo se resintiera de cara a unos comicios generales. Serían, con las elecciones de ayer en Extremadura, cuatro fracasos del PP en beneficio de Vox. Demasiados como para no cuestionar a quien, como sabemos, sigue teniendo en Madrid a una competidora en su propio partido, capaz incluso de aliarse con Vox si la izquierda apostara por la unidad. Todo dependerá de cómo discurra lo que quede de legislatura, pero si las elecciones autonómicas por venir dan como resultado sucesivos gobiernos de la derecha extrema como en Extremadura, lo previsible es que esto ocurra en España. Lo tienen asegurado, a menos que las izquierdas se unan para evitar lo que sería un nuevo retroceso histórico. Lo que nos vamos a jugar es esto, nada menos, y lo que ocurra en las urnas autonómicas en los próximos meses van a ser un serie de avisos previos para ponernos en antecedentes, por si no nos bastaran los históricos.



DdA, XXI/6205

EXTREMADURA: PRIMERA BATALLA DE UN NUEVO CICLO POLÍTICO


Son trumpistas, caballos de Troya que cabalgan para socavar las instituciones democráticas, o lo que queda de ellas después de este ciclo de políticas de adelgazamiento del denominado estado del bienestar.

Celso Miranda

En la foto, el de la izquierda es de extrema derecha. Y los otros dos, también. Son, sin duda, los auténticos ganadores de las elecciones extremeñas de ayer. Primera batalla de un nuevo ciclo político, según todos los analistas. Son trumpistas, caballos de Troya que cabalgan para socavar las instituciones democráticas, o lo que queda de ellas después de este ciclo de políticas de adelgazamiento del denominado estado del bienestar. Trump, ejemplo de antipersona, lo tiene claro y, ya, por escrito: el objetivo es acabar con la débil Europa y con sus símbolos, o lo que quede de ellos después de este ciclo de abandono de valores éticos que creíamos irrenunciables. Lecciones para los partidos: 1.- La estrategia errática del PP alimenta a la bestia que le comerá las entrañas.- 2.- El PSOE no puede competir con el PP en niveles de corrupción (o de machismo): la base electoral del PP es intrínsecamente impermeable a ambos temas. Como quien oye llover. La base electoral del PSOE se queda en casa.- 3.- La izquierda a la izquierda del PSOE (antes denominada izquierda transformadora). Podemos resiste, y crece, mantenida sobre principios y alejada del desgaste de un gobierno sin chicha. La "geometría variable" de IU acertó en este caso, como aciertan las agujas inmóviles del reloj estropeado dando dos veces al día la hora correcta. Sumar, queridos niños, como los Reyes Magos, no es que reine y no gobierne, sino que, directamente, no existe. Ni en Extremadura ni en ninguna parte. Quedamos a la espera de lecturas a la asturiana. De momento, ríe el fascio.

DdA, XXI/6205

sábado, 20 de diciembre de 2025

LA ULTRADERECHA LLENÓ DE MIERDA LA POLÍTICA Y LA DERECHA SE HIZO PARTE DE LA POCILGA

La síntesis de 2025 la marcan tres frentes que pararían la atracción por la ultraderecha. Uno es que no puede ser que España sea una cosa y los españoles otra, que España sea más rica y los españoles más pobres por la desigualdad. Concentremos esta desagregación social en lo mollar: impuestos y evasión fiscal, aquí y en la UE. Otro frente es la justicia. Se necesitan medidas radicales para disolver los restos franquistas de las togas, que son ya un problema para la democracia. Y el otro es la vivienda. Esta infamia no se puede detener sin impuestos y sin expropiaciones, en nombre de los derechos que están en todas las constituciones. Aquí y en la UE.


Enrique del Teso

Siempre se explica que un texto no son frases a granel sin orden ni concierto. Para que las frases que se amontonan en un escrito sean un texto tienen que tener coherencia, solo viniendo a cuento unas de otras forman un texto. Si tomamos una caña con un amigo, cada cosa que nos decimos viene a cuento de lo que nos acabamos de decir, en cada momento hay coherencia. Pero si escribimos toda la conversación, no hay unidad global, ni falta que nos hace. Cuando hay coherencia local, pero no global, no tenemos un texto, tenemos cháchara. La cháchara es un discurrir sin querer crear nada ni llegar a ninguna parte. En eso consisten los culebrones, historias que serpentean sin rumbo, donde cada capítulo viene a cuento del anterior, pero no van tejiendo una historia conjunta.
No se puede resumir una cháchara o un culebrón. No hay estructura de la que se pueda hacer una maqueta. Intenten hacer una síntesis de 2025. Es más una cháchara, un culebrón discurriendo sin rumbo, que algo coherente que apunte a algo. La actualidad de 2025 fue una sucesión de fogonazos que, como siempre, impiden ver la historia real que serpentea en lapsos mayores que los pantallazos informativos. El problema es que una característica de los culebrones es la amnesia de unas partes respecto de otras. Cada momento de la actualidad es embarullado y cada momento se percibe sin memoria de momentos anteriores. El ruido, y no la coherencia, es lo que se vino acumulando.
Lo distintivo de la democracia es que las actuaciones de cada autoridad son responsables ante otra autoridad y, en última instancia, todas las responsabilidades fluyen hacia el pueblo que vota, aplaude o combate la actividad pública. Sobre todo, vota. Si se movilizan medios enormes para que llenar la mirada del pueblo de falsedades, para ocultar unos hechos y desfigurar otros, si se elaboran tácticas sofisticadas para llenar el espacio público de odios y sinrazones, se gripa la máquina de la responsabilidad de la vida pública ante el pueblo. Se gripa la democracia, por mucho que Campofrío pontifique que tan respetable es diseñar bulos como desmentirlos. No son unos y otros los que falsean, desfiguran y ocultan. En política siempre se miente, pero la mentira sistemática, la propagación táctica de bulos y el embarrado de la vida pública es de la derecha. La ultraderecha llenó de mierda la política y la derecha convencional fue perdiendo higiene hasta ser parte de la pocilga. ¿Se acuerdan de Tomás Guitarte? Fue diputado de Teruel Existe y su voto era decisivo en la investidura de Pedro Sánchez en 2020. Durante varios días necesitó alojarse en paradero desconocido. Pasó la noche de Reyes escondido. Había anunciado que votaría a favor de la investidura y la derecha lo perseguía. No lo digamos de otra forma: la derecha lo perseguía. Ahora en Extremadura la derecha vocifera que Sánchez prepara un pucherazo. Así es la amnesia en los culebrones, ese es el efecto del ruido, de eso vive la derecha.
La fealdad de puteros y acosadores disuelve la moral pública como el agua hirviendo a la mantequilla y la vida pública se convierte en una sábana tensa que se va agujereando
En esta cháchara que fue 2025, los sucesos flotaron como en emulsión y cada uno ahogó al anterior, en vez de juntarse en la memoria formando una historia. El activismo político del poder judicial llegó a la cima de la infamia con la condena del Fiscal General del Estado. La instrucción empezó y terminó sin pruebas. El juicio ante el Supremo fue una farsa y, como exhibición de poder, no se intentó que pareciera otra cosa. Se aceptó que se inició el caso con un bulo, se desdeñó el testimonio de los testigos y se condenó a Ortiz porque tenían el pálpito de que fue él o alguien cercano, a quién le importa que fuera uno u otro. El escándalo inició un efecto búmeran. El carcomido Consejo General del Poder Judicial el 26 de noviembre informa favorablemente y por unanimidad la candidatura de Teresa Peramato a la Fiscalía General asaltada por la banda del Supremo. Ese órgano no tiene nunca unanimidad y además Peramato tenía un perfil similar al defenestrado Ortiz y una sintonía conocida con él. Los señores del Consejo no quisieron tensar más el escándalo que percibían. Y entonces aparecen los acosos sexuales del PSOE y se suman a casos sonoros de corrupción. Es el tipo de información que sale oportunamente cuando hace falta, pero que es relevante cuando es verdadera, y parece serlo. La fealdad de puteros y acosadores disuelve la moral pública como el agua hirviendo a la mantequilla y la vida pública se convierte en una sábana tensa que se va agujereando. Estas olas pastosas van alejando del primer plano la infamia del Supremo, que ahora está a salvo del escrutinio de la opinión pública, como se está fuera de la mirada de todo el mundo en un tumulto. Confusión y amnesia. En la barahúnda la gente asimila mejor el mensaje de quien no esté a la derecha o la izquierda, sino enfrente, el mensaje desafiante, la incorrección airada. Vox crece en votos, pero sobre todo en empatía. En la pérdida, el hastío y la ira, la gente puede no movilizarse por su salud y votar a quien le diga que asistir a los enfermos es una inmoralidad (sic). En el ruido, la gente vuelca la furia por la desigualdad a quien predica la igualdad.
La ultraderecha es un mal reciente, pero España siempre llevó en las entrañas el plomo unas oligarquías e instituciones con aromas franquistas. Pero siempre tuvo un exoesqueleto que la sostenía firme y con buen rumbo, a pesar de que su esqueleto interno tuviera óxidos de la dictadura. Era la UE. Este 2025 nos pone delante lo que sabíamos que ocurriría: que las tres superpotencias, China, EEUU y Rusia, son dictaduras que no quieren una Europa operativa, sino países a granel que cultiven nacionalismos pánfilos que los conviertan en protectorados de hecho; que la UE molesta y van a por ella. Nuestro exoesqueleto se cae y por dentro no estamos suficientemente vertebrados.
En el final de 2025, me gustaría que Pedro Sánchez ganara las elecciones con mi voto en contra. Me gustaría que ganara por dos razones virtuosas y una mezquina. Una razón virtuosa es que mantenga a la barbarie ultra fuera de las murallas. Otra razón virtuosa es que el fracaso de tanta maniobra antidemocrática contra un gobierno legítimo fortalecería la democracia. La razón mezquina es que tendrían su morbo los aullidos reaccionarios escocidos. Pero con mi voto en contra. Los avances en justicia social del gobierno son solo lluvia fina tragada por la tempestad del capitalismo desatado. Y nunca será de otra manera. La socialdemocracia desaparece porque le falta el hierro de la lucha de clases. La voracidad neoliberal no se contiene sin enfrentamiento. Con Sánchez en el poder crece la desigualdad y con la injusticia social la extrema derecha o gana, o está siempre a punto de ganar. Sánchez dice que ser feminista no te hace infalible, pero te marca el camino. Eso es cierto, y el camino que marcas acaba siendo la resultante de tus acciones. Pero su camino social general es más un neoliberalismo compasivo que otra cosa. No se puede corregir la injusticia creciente por las buenas. La síntesis de 2025 la marcan tres frentes que pararían la atracción por la ultraderecha. Uno es que no puede ser que España sea una cosa y los españoles otra, que España sea más rica y los españoles más pobres por la desigualdad. Concentremos esta desagregación social en lo mollar: impuestos y evasión fiscal, aquí y en la UE. Otro frente es la justicia. Se necesitan medidas radicales para disolver los restos franquistas de las togas, que son ya un problema para la democracia. Y el otro es la vivienda. Esta infamia no se puede detener sin impuestos y sin expropiaciones, en nombre de los derechos que están en todas las constituciones. Aquí y en la UE. Nada de esto se puede hacer por las buenas. Se necesita una agitación que no está en las maneras de la socialdemocracia. Solo la energía conecta con la indignación. Solo la claridad y el orden encajan con la desorientación. Y no hay claridad que no desafíe. La izquierda no es nada sin ser izquierda y, cuando la izquierda no asusta a las oligarquías, sus lacayos ultras crecen. Solo la justicia social los para.
Bajo la cháchara ruidosa de 2025 lo que fluye es lo de siempre. Feliz Navidad, cojan fuerzas.

NORTES DdA, XXI/6204

LA ADVERTENCIA DE FRANCO A CASARES QUIROGA 25 DÍAS ANTES DE LA SUBLEVACIÓN



Valentín Tomé

El Gobierno del Frente Popular fue advertido en múltiples ocasiones del golpe de Estado que se estaba iniciando desde que ganara las elecciones (sí, lo de que la causa fue el asesinato Calvo Sotelo es tan solo un mito más de los apologetas del franquismo; este ya se estaba pergeñando desde febrero de 1936) pero nunca hizo caso de esas advertencias.
Así por ejemplo, el 15 de junio de 1936, el alcalde de Estella y el gobernador de Navarra llamaron al presidente del Gobierno para informarle de que, en el monasterio de Irache, el general Mola estaba celebrando una reunión secreta con los comandantes de las guarniciones de Pamplona, Logroño, Vitoria y San Sebastián. Pero cuando le pidieron instrucciones, este les ordenó «con indignación» que retiraran a los guardias civiles que les vigilaban y zanjó la cuestión: «El general Mola es un leal republicano que merece el respeto de las autoridades».
Pero lo que quedará para los anales de la Historia es la carta enviada por Franco al Ministro Casares Quiroga (ver imagen), a casi un mes del alzamiento, el 23 de Junio de 1936, mostrándole su preocupación por los aires de malestar que predominaban en el seno del Ejército desde la llegada al Gobierno del Frente Popular. En ella, leemos en su párrafo final:
"Considero un deber hacerle llegar a su conocimiento lo que creo una gravedad grande para la disciplina militar, que V.E. puede fácilmente comprobar si personalmente se informa de aquellos generales y jefes de cuerpo que, exentos de pasiones políticas, vivan en contacto y se preocupen de los problemas íntimos y del sentir de sus subordinados.
Muy atentamente le saluda su afectísimo y subordinado, Francisco Franco."
Según Paul Preston, una misiva que no deja lugar a duda alguna: Franco insinuaba al Ministro que el Ejército permanecería leal si se le trataba como era debido, es decir, el posterior cruzado y centinela de la cristiandad de Occidente solo desbarataría el complot si el presidente le asignaba el puesto adecuado, traicionando así a sus camaradas golpistas (Mola, Goded, Sanjurjo...).
Pero el Ministro ni siquiera se molestó en responder a Franco, lo que provocó que este comunicara a Mola su intención de unirse al glorioso Alzamiento Nacional.

DdA, XXI/6204

CON LO CALLADITOS QUE ESTÁN LOS OBISPOS CON OTROS GOBIERNOS...


Lazarillo

Monseñor Sanz Montes, arzobispo de Oviedo, ha sido por enésima vez así de expeditivo en cuanto su jefe al frente de la presidencia de la Conferencia Episcopal abrió la veda para intervenir en los asuntos terrenales y criticar al presidente del Gobierno por no convocar elecciones. Como Pedro Sánchez le diera a monseñor Argüello la correspondiente réplica acerca de su injerencia, el prelado de Oviedo criticó al jefe del ejecutivo en estos términos: «Dentro de la decadencia moral, corrupción, prevaricación, indecencia de saunas-prostíbulos, robos, mentiras flagrantes y control de la discrepancia judicial y mediática, disparan los mandamases contra la Iglesia una vez más. Están acabados. Dice bien Argüello: pasar página, ya». Siempre que Sanz Montes se sube al púlpito mediático para hacer doctrina de Vox, reparo en sus silencios cuando el gobierno no es el del Partido Socialista, como por ejemplo después del fallecimiento de más de siete mil ancianos por COVID en las residencias de Madrid por no recibir asistencia hospitalaria a causa de unos protocolos que lo impedían, aprobados por el gobierno de Díaz Ayuso. O como cuando, hace algo más de un año, murieron  más de 200 personas ahogadas por la DANA en Valencia después de una nefasta gestión del gobierno de Carlos Mazón. Para decadencia moral, la de esos silencios.

DdA, XXI/6204

TRUMP, EL COWBOY DE JOPO DORADO CREE VIVIR EN PLENO SIGLO XIX


El cowboy de jopo dorado cree vivir en pleno siglo XIX, cuando Estados Unidos empezó a comprar o robar territorios de la Florida a la Luisiana, de Texas a casi la mitad de lo que era México. Cree ser el amo que regula el sistema-mundo como lo concibió Immanuel Wallerstein y por el destino manifiesto de EE.UU., puede arrebatar bienes ajenos por derecho divino. Y no solo petróleo; también acuíferos, tierras raras, minerales, riquezas de las que se siente dueño y custodio.

Gustavo Veiga

Cómo explicar el mundo apartándose de la lógica binaria que plantea la extrema derecha global. Una cruzada contra el comunismo, como si viviéramos en 1917 o en plena Guerra Fría. Un conflicto planteado en términos de ellos o nosotros, de buenos o malos, Estados Unidos o China, EE.UU. o los BRICS, Occidente u Oriente, el dólar contra el yuan o el rublo, la moneda de mejor rendimiento en 2025.

La llamada batalla cultural está en pleno desarrollo y hoy tiene como epicentro América latina. Va dirigida contra los pueblos y líderes que resisten la arrogancia expansionista de una potencia decadente. Busca terminar con los despojos que quedan de una integración regional donde anidaron ideologías diversas – nacionales, progresistas, más o menos izquierdistas - cuya nave insignia en el continente fue el llamado socialismo del siglo XXI al que se debe terminar de aplastar. La definición la popularizó Hugo Chávez, heredero de la tradición de los revolucionarios de la Sierra Maestra liderados por Fidel y el Che. No es un anacronismo porque la teoría de la dependencia sigue vigente, casi 70 años después de su creación.

Aquel concepto que intentó ampliar los márgenes del socialismo del siglo XX le pertenece al sociólogo alemán Heinz Dieterich Steffan. Decía en su texto de 1996: “La perspectiva de los años venideros es de lucha. Incapaz de resolver los grandes problemas de la humanidad, el capitalismo en su fase actual ya sólo agudiza el hambre, la miseria, la guerra y la represión. Las mayorías y sujetos democratizadores están obligados, por lo tanto, a decidir qué estrategia van a adoptar ante la nueva agresividad y las renacientes tendencias fascistoides de la elite global”.

Decía además que había tres alternativas. Una defensiva, otra ofensiva o una combinación de las dos, pero que no había tiempo que perder por “el futuro del sistema global y de la humanidad”. Dieterich trabajó con Chomsky, se distanció más tarde del líder de la Revolución Bolivariana y vaticinó hace más de una década que Nicolás Maduro no podría sostenerse en el poder. Se equivocó.

Pasaron 27 años desde que Chávez ganó su primera elección y llegamos hasta acá. Pero parece que no alcanza con el intento de expoliar países, como está sucediendo con Venezuela, cercado por la “mayor armada jamás reunida” según Donald Trump. Un presidente que según su propia secretaria general, Susie Wiles, tiene “la personalidad de un alcohólico” aunque sea abstemio. Pero los señores feudales del siglo XXI en alianza tácita con el neofascismo planetario quieren más, exigen más y hasta extrapolan sus argumentos.

Trump practica una narrativa que no deja de asombrar. Ahora resulta que el petróleo venezolano le pertenece a su gobierno y no a los habitantes del suelo donde brota. Desde la Faja del Orinoco a la Cuenca de Maracaibo. El cowboy de jopo dorado cree vivir en pleno siglo XIX, cuando Estados Unidos empezó a comprar o robar territorios de la Florida a la Luisiana, de Texas a casi la mitad de lo que era México. Cree ser el amo que regula el sistema-mundo como lo concibió Immanuel Wallerstein y por el destino manifiesto de EE.UU., puede arrebatar bienes ajenos por derecho divino. Y no solo petróleo; también acuíferos, tierras raras, minerales, riquezas de las que se siente dueño y custodio.

Supera a los piratas de la isla Tortuga que al menos tenían códigos para rapiñar y se apoderaban de cargamentos de oro del imperio español. Le quitaban al más poderoso de la época. Conformaban una hermandad. Henry Morgan fue el más célebre. Trump sigue sus pasos hoy pero en beneficio de la élite global que representa.

La política de Estados Unidos es unilateral. Se resiste a asimilar un nuevo orden inverso, multilateral. Se basa en la doctrina Monroe, reescrita en clave actual como también se reescribe la doctrina de Seguridad Nacional que padeció Latinoamérica pero en el siglo XX. Son casi 20 millones de kilómetros cuadrados que EE.UU. siempre tuteló bajo el mandato de ser el pueblo elegido por dios.

Esas ideas quedaron expuestas a lo largo de su historia como la matriz económica en que basó su expansión y riquezas. Los esclavos de las plantaciones de algodón se multiplicaron, los nuevos esclavos hispanos que hicieron rico al país también y hasta los ciudadanos chinos importados para construir su ferrocarril de costa a costa cumplieron su tarea y fueron deportados hace más de un siglo. Su estadía en el país ya no tenía razón de ser.

La sinofobia sigue ahí hasta ahora, más de un siglo después. Una contribución importante a esa construcción de sentido la hicieron los medios periodísticos de William Randolph Hearst, dueño de un emporio empresarial. Plantó la semilla del “peligro amarillo” en la sociedad estadounidense de la época. Ese peligro amarillo que Trump redescubre dos siglos después.

En este año que se va, 200 mil inmigrantes fueron expulsados por el brazo armado de la agencia federal ICE, especie de gestapo que secuestra indocumentados, destruye familias y encadena latinoamericanos para subirlos a aviones que en ocasiones ni siquiera vuelan con ellos a sus países de origen. Se los deja en naciones en guerra como Sudán del Sur.

En junio de 1939, el transatlántico alemán Saint Louis y sus 937 pasajeros, casi todos judíos, fueron rechazados en EE.UU. También sucedió lo mismo en Cuba y Canadá. El barco se vio forzado a regresar a Europa y más de una cuarta parte del pasaje fue asesinado durante el Holocausto. En aquel momento, funcionarios norteamericanos y hasta el propio presidente Franklin Roosevelt, justificaron la medida en que los refugiados eran una grave amenaza para la seguridad nacional. La misma retórica que usa Trump mientras aplica una política xenófoba y continúa con su aventura petrolera en el Caribe.

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