lunes, 15 de diciembre de 2025

LA GRAN REFORESTACIÓN DE CHINA ALTERA LA DISTRIBUCIÓN DEL AGUA

 


China ha llevado a cabo una de las reforestaciones más extensas del mundo, y su impacto ya puede observarse desde el espacio: regiones antes áridas y degradadas hoy muestran amplias franjas verdes que han frenado la erosión, detenido el avance del desierto y mejorado la calidad del aire para millones de personas. Estas campañas, desarrolladas durante varias décadas, han restaurado ecosistemas debilitados y devuelto fertilidad a tierras que habían perdido su capacidad productiva.

Un nuevo estudio científico revela que el éxito es tan grande que incluso ha modificado el ciclo hidrológico interno del país. El crecimiento de estos bosques aumentó la evapotranspiración —la liberación de vapor de agua desde la vegetación hacia la atmósfera—, lo que alteró la manera en que el agua se recicla y se desplaza entre regiones.

Algunas zonas ahora reciben más humedad atmosférica, mientras que otras han visto disminuir el agua disponible en el suelo, un fenómeno que los expertos describen como un efecto indirecto de la restauración masiva. Los investigadores aclaran que esto no representa un problema, sino una señal de la magnitud del cambio ambiental logrado. China recuperó tanta cobertura forestal que su influencia ya es medible a escala nacional.

El objetivo ahora será equilibrar esta nueva realidad ecológica con una gestión del agua que permita proteger tanto los bosques como a las comunidades que dependen de ellos.

 Fuente
📚Land Cover Changes Redistribute China's Water Resources Through Atmospheric Moisture Recycling DOI: 10.1029/2024EF005565

PARA QUE LA EXTREMA DERECHA ESPAÑOLA NO LOGRE LO QUE LA CHILENA


Félix Población

Hay que seguir las intervenciones de Gabriel Rufián en el Congreso porque de todas ellas se sacan consecuencias que los demócratas no debemos pasar por alto. Ojo que digo demócratas y no la izquierda porque desde el momento en que la derecha española se alió con la extrema derecha para gobernar en comunidades autónomas y municipios, hace ya unos años y con resultados que todos los demócratas deben tener en cuenta porque son lesivos para la democracia, creo que deben ser los demócratas los únicos que pueden defendernos de lo que acaba de ocurrir en Chile. Por eso me parece que Rufián se ha mostrado muy preocupado por un asunto capital que al parecer no cuenta o no encuentra en el actual gobierno la reacción requerida. De poco valen unos buenos resultados macroeconómicos -de los que Pedro Sánchez presume-, si en algo tan fundamental como la cesta de la compra la carne ha subido de precio un 50 por ciento, la leche un 60 y los huevos un 70 por ciento. Como ha dicho el portavoz de Esquerra Republicana, la gente no come rankings: tres filetes de ternera y tres de salmón para la comida y la cena, respectivamente, le cuesta a una familia de tres personas entre 30 y 35 euros. El gobierno debe poner fin a que la comida de las familias esté sujeta a un mercado especulativo. Hay que poner tope a los precios. También, el propio Rufián, se ha referido a los últimos casos de corrupción que afectan al PSOE: "Estamos por primera vez ante un chantaje o un dilema que tiene mala solución porque muchos no queremos que Abascal sea vicepresidente pero tampoco queremos seguir pasando vergüenza cada día”, ha señalado el portavoz republicano en el Congreso, que ha reconocido que los protagonistas de lo últimos casos de corrupción “son los mismos” pero que a la vez las “tramas se multiplican”. Rufián ha pedido al PSOE que “deje de pensar que todo es una conspiración”, que “deje de dar pena” y que abandone el “y tú más”. Así no se frena a las derechas extremas, esas que son capaces de vencer en las urnas aunque lleven en la mochila todo un historial de corrupciones o blanqueen como en Chile su pasado dictatorial. Deberíamos estar pensando ya, con vistas a una elecciones generales, en el Frente Amplio al que también se refirió Gabriel Rufián para que la extrema derecha española no logre lo que ayer ha conseguido la chilena.

DdA, XXI/6198 

MEDIO SIGLO DESPUÉS DEL GOLPE, PINOCHET GANA EN LAS URNAS

 

AME8323. SANTIAGO (CHILE), 14/12/2025.- Un simpatizante del candidato a la Presidencia de Chile por el Partido Republicano y el Partido Social Cristiano, José Antonio Kast, sostiene una fotografía de Augusto Pinochet, al conocer los primeros resultados de la segunda vuelta presidencial este domingo, en Santiago (Chile). El ultraderechista José Antonio Kast ganó este domingo las elecciones presidenciales de Chile, derrotando por un amplio margen a la izquierdista Jeannette Jara, con el 83,4 % de los votos escrutados. EFE/ Elvis González
Simpatizantes de Kast festejan el triunfo del ultraderechista. (Elvis González/EFE)

Un analista político tan cualificado como el colaborador del diario argentino Página/12 considera que un revés tan contundente en las urnas, más de medio siglo después del golpe militar del general Pinochet, exige un esfuerzo de autocrítica que tenga presente que las fórmulas del progresismo light que invitan a avanzar por una inexistente “ancha avenida del medio” lo único que hacen es abrir de par en par las puertas de la democracia para el advenimiento de la extrema derecha o el neofascismo colonial. En tiempos tan inmoderados como éstos, de crisis capitalista y ofensiva imperialista con el Corolario Trump pendiente sobre las cabezas de nuestros pueblos, la moderación lejos de ser una virtud se convierte en un vicio imperdonable.

Atilio Alberto Borón

El rotundo triunfo de José Antonio Kast en el balotaje está destinado a ejercer una profunda influencia en Chile. Se consolida una sólida fuerza de extrema derecha, neofascista, como producto de la convergencia de dos variantes radicales del pinochetismo -una liderada por Kast y la otra, aún más extrema, por Johannes Kaiser- a las cuales se plegó la abanderada de una ficción llamada “derecha democrática” encarnada por la ex alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, supuesta heredera del legado de Sebastián Piñera.

Según el analista político chileno Jaime Lorca, la obligatoriedad del sufragio -antes optativo en Chile- canalizó hacia el pinochetismo y sus aliados el descontento social imperante en relación al gobierno de Gabriel Boric, cuyas tasas de aprobación en la segunda parte de su mandato oscilaron en torno a un magro 30 por ciento. Temas como la inseguridad, el odio hacia los inmigrantes (especialmente venezolanos) y la inflación -cercana al 4 % anual- fueron agitados demagógicamente por el candidato del pinochetismo, un hombre con un manejo tan descuidado de las cifras y las estadísticas como Javier Milei.

Procurando convencer al electorado de las dimensiones catastróficas de la inseguridad llegó a decir en su debate con la candidata del oficialismo Jeannete Jara que en Chile “1.200.000 personas son asesinadas al año”. Cuando cayó en la cuenta de su error habló de ¡1.200 millones de personas asesinadas en Chile!, cuya población total es de 19 millones. La cifra real correspondiente al año 2024 fue de 1.207 homicidios, o un 6.0 por cada 100.000 habitantes, una tasa comparable a la de Estados Unidos y un poco más alta que la de Argentina. 

Pese a ello, la prensa hegemónica a ambos lados de los Andes magnifica la inseguridad para, desde el temor, acercar votos a la derecha fascistoide de ambos países. En todo caso, yerros de este tipo fueron comunes en la campaña de Kast pero, al igual que en el caso argentino, hay un amplio sector del electorado que hoy concurre a votar porque es una obligación, no le interesa la política y no se inmuta ante los disparates que pueda proferir un candidato. Temas como los que estamos analizando dan cuenta del inesperado caudal de votos que en la primera vuelta obtuvo el Partido de la Gente, liderado por Franco Parisi, arañando el 20 por ciento de los votos y quedando a escasos cuatro puntos porcentuales de Kast. Buena parte de este caudal electoral conformado mayoritariamente por los nuevos votantes que acuden a las urnas por el carácter obligatorio del voto están muy penetrados por la ideología de la antipolítica, el hiperindividualismo y el desprecio a todo lo que huela a acción colectiva, y en el balotaje se inclinaron a favor de Kast. Una parte, tal vez, arrojó por la borda el arraigado anticomunismo imperante en Chile y respaldó la candidatura de Jara, pero no en la medida suficiente como para impedir una derrota muy categórica.

¿Qué se puede esperar del gobierno de un personaje como Kast? Recortes brutales en el gasto social, redefinición de los avances registrados en relación a los derechos de la mujer y una redefinición de las alianzas internacionales de Chile. Seguramente intentará profundizar el modelo económico gestado durante la dictadura de Pinochet y cuyos fundamentos permanecieron intocados por la larga e inconclusa transición democrática chilena. Inconclusa porque las relaciones de poder y la concentración de la riqueza gestadas a partir del aciago 11 de septiembre de 1973 lejos de ser revertidas por el ejercicio democrático fueron consolidadas y reforzadas por las sucesivas coaliciones gobernantes. Pero en el contexto de la nueva doctrina de la seguridad nacional de Estados Unidos Kast será presionado por Washington para la ardua tarea de enfriar las relaciones de su país con China, siendo este país el primer socio comercial de Chile y aquél con el cual se firmó, en 2005, un medular Tratado de Libre Comercio.

Por otra parte la conformación del parlamento chileno será un obstáculo muy significativo para frenar los previsibles excesos de Kast. El Senado está dividido por mitades y en la Cámara resultaría extremadamente difícil que obtenga el 4/7 de los votos (un 57 %) necesarios para reformar la Constitución. En todo caso, la instauración de un gobierno de este tipo representa un enorme desafío para el hasta hoy oficialista Frente Amplio y el campo progresista en general. Al igual que en la Argentina, estas fuerzas se enfrentan a un desafío refundacional: redefinir un proyecto, idear una nueva narrativa, diseñar una propuesta concreta de gobierno, revitalizar las organizaciones de base, movilizar a sus integrantes y resolver la siempre espinosa cuestión de la conducción política y el liderazgo.

Son tareas urgentes e impostergables, porque toda dilación tendrá como consecuencia la creación de las condiciones histórico-estructurales para el relanzamiento de un ciclo neofascista de larga duración que ocasionará graves perjuicios para nuestros pueblos. Grave error sería ceder ante el pesimismo y creer que una derrota es definitiva. Pero un revés tan contundente exige un esfuerzo de autocrítica que, entre otras cosas, tenga presente que las fórmulas del progresismo light que invitan a avanzar por una inexistente “ancha avenida del medio” lo único que hacen es abrir de par en par las puertas de la democracia para el advenimiento de la extrema derecha o el neofascismo colonial. En tiempos tan inmoderados como éstos, de crisis capitalista y ofensiva imperialista con el Corolario Trump pendiente sobre las cabezas de nuestros pueblos, la moderación lejos de ser una virtud se convierte en un vicio imperdonable.

Página/12  DdA, XXI/6198

LA ESTAFA REVUELTA CON LA DANA QUE ENCUBRIÓ VOX

Los jóvenes de Revuelta, el movimiento juvenil de Vox. Andan siendo señalados estos días por haberse quedado con dinero donado a las víctimas de la DANA. Unos audios de Mariscal confirman que en Vox sabían perfectamente que sus chiquillos andaban imitando a sus mayores. Los audios corroboran que, en lugar de denunciar la estafa, en Vox trataron de ocultarla. El plan era cerrar apresuradamente ese pequeño chiringuito para no salpicar al chiringuito mayor. 


Gerardo Tecé

A sus 33 años el joven Manuel Mariscal ya es un experimentado diputado. Desde 2019 –España ni siquiera era una dictadura por aquel entonces, creo– el chico calienta un escaño para Vox en el Congreso. Los liberales suelen empezar a cobrar dinero público pronto. Con 24 ya era esclavo, amigo y siervo de Santiago Abascal a quien ayudó a lanzar su exitosa startup. Santiago, como saben, es un azote de la clase política española. Llegó con 23 y va a cumplir 50, ya me dirán si no tiene trienios y experiencia azotando a la clase política. Si esto fuese un aula, el repetidor con más canas y años que el profesor, estaría gritándole a sus compañeros que ya está bien de calentar pupitre, hombre ya. Es divertido y, como a sus votantes no les importa, todos contentos.

Tras tantos años de sueldos públicos, Abascal ha sido amigo, esclavo y siervo de mucha gente. Tanta que coincide con su, a su vez, siervo Manuel Mariscal en que ambos fueron, en su momento, siervos de Esperanza Aguirre. Los dos trabajaron para ella aunque quizá trabajar no sea el verbo más preciso cuando hablamos de chiringuitos. Ambos cobraron de ella, sería más correcto. Esperanza Aguirre, tan liberal y amante del libre mercado como estos dos, también llegó pronto a los sueldos públicos. Desde su tierna juventud y hasta el final de su carrera, le tocó ir haciendo equilibrios para cobrar la paguita y llegar a fin de mes. Tuvo incluso que malvender algún Goya familiar por culpa de la subida de precios del Primark. No todo es un camino de rosas para el ultraliberal adicto al dinero público.

Que le pregunten a los jóvenes de Revuelta, el movimiento juvenil de Vox. Andan siendo señalados estos días por haberse quedado con dinero donado a las víctimas de la DANA. Unos audios de Mariscal confirman que en Vox sabían perfectamente que sus chiquillos andaban imitando a sus mayores. Los audios corroboran que, en lugar de denunciar la estafa, en Vox trataron de ocultarla. El plan era cerrar apresuradamente ese pequeño chiringuito para no salpicar al chiringuito mayor. Dijo el tal Mariscal hace unos meses que, cuando llegasen al gobierno, Vox entraría con un lanzallamas en RTVE arrasando con la programación rojera. Sería el fin de La Revuelta del comunista Broncano. Y es gracioso escucharlo ahora intentando cerrar su propia Revuelta.

“Santiago no quiere que en Vox haya organizaciones que él no controle directamente”, se escucha decir al joven diputado en una conversación en la que ambos interlocutores discuten cómo tapar la mierda rebosante. Mierda que llega a la propia familia, ya que uno de los acusados de quedarse con lo donado a las víctimas de la DANA es cuñado de Mariscal. Nada que no se solucione esta Nochebuena con un brindis patriótico y un padrenuestro. Unos cuantos cientos de miles de euros desviados no pueden poner en riesgo un proyecto tan bonito para España, podría argumentar Abascal desde su chalet de un millón de euros mientras acaricia la cuenta bancaria con 11 millones a su nombre. Por España, no importa la edad, lo que haga falta.

CTXT  DdA, XXI/6198

MOTIVOS POR LOS QUE LOS LÍDERES IDIOTAS LLEGAN AL PODER



Byung-Chul Han, filosofo surcoreano, profesor de la Universidad de las Artes de Berlín

La frase «¿Por qué el capitalismo siempre coloca líderes idiotas en el poder?» no es una cita directa ni un título de una obra específica de Byung-Chul Han, sino que parece ser un título o pregunta popularizada por videos y publicaciones en redes sociales que usan sus ideas para criticar el sistema, pero su crítica al capitalismo neoliberal se centra en cómo el sistema modela la sociedad y la psique humana:

Sociedad de rendimiento y autoexplotación: Han argumentado que el neoliberalismo transforma a los individuos en «sujetos de rendimiento» que se autoexplotan en una búsqueda constante de productividad y éxito. En este sistema, la atención se centra en el logro individual y la optimización, lo que puede marginar cualidades como la reflexión, la contemplación y la acción colectiva.

Psicopolítica y control sutil: El poder ya no opera mediante la coerción externa (como en las sociedades disciplinarias o totalitarias), sino de forma sutil, a través de la «psicopolítica», que explota la libertad y la psique de los individuos mediante la hiperconectividad, la transparencia y la positividad obligatoria. 

Ausencia de trascendencia y comunidad: La lógica capitalista erosiona los lazos comunitarios y la capacidad de las personas para la acción política genuina, al aislarlas en su afán competitivo. Esto puede llevar a una falta de líderes con visión a largo plazo o con un sentido de «nosotros» colectivo, en contraposición al «yo» individualista. 

DdA, XXI/6198

ANTONIO MAYA, EL CARCELERO AMABLE DE LOS REVOLUCIONARIOS DE ASTURIAS EN 1934


Lazarillo

Antonio Maya Pérez, además de director y gerente del periódico conservador El Oriente de Asturias entre 1920 y 1960 (aunque no se publicó durante algunos periodos, incluido el de 1937 a 1945, siendo decano de la prensa asturiana hasta su cierre en 2014), desempeñó la profesión de oficial de prisiones, ejerciendo como tal en la cárcel de Cangas de Onís desde el 6 de octubre de 1934, una fecha marcada por el comienzo de la huelga revolucionaria, más conocida como Revolución de Asturias. El historiador Ramón García Piñeiro ha rescatado en un interesante artículo para Nortes la personalidad de Antonio Maya Pérez, del que dice fue un intelectual poliédrico, contradictorio y paradójico, con vocación de poeta, que se granjeó el aprecio de lo más granado de aquel movimiento revolucionario. Una de las figuras más relevantes del mismo fue, por su condición de director del diario socialista Avance, el periodista madrileño Manuel Bueno, fusilado por el franquismo en Madrid en 1939. Bueno fue uno de los 227 revolucionarios encarcelados en la prisión de Cangas de Onís, trasladados desde cárcel de Oviedo después de que el gobierno conservador de la república pusiera fin a la revuelta con un elevado número de víctimas. El autor del artículo, cuya lectura íntegra recomiendo, hace alusión a las palabras amables que tuvo Bueno para el trato dispensado por Antonio Maya. "Otro revolucionario, Adolfo Cadavieco, caracterizó al funcionario de prisiones como “persona generosa, honrada, humanitaria y recta al mismo tiempo dentro de sus funciones”. Su singular osadía de “cumplir los deberes a contrapelo”, fue confirmada por las mujeres encerradas con los revolucionarios, Julia García, Estrella González, Oliva Menéndez y Juanita Rodríguez, quienes no escatimaron elogios y expresiones de gratitud hacia quien impidió enérgicamente que militares, guardias civiles, uniformados de asalto o cualesquiera otras autoridades les infligieran nuevas torturas".

Lectura íntegra: "Las tribulaciones de un carcelero llanisco entre la Revolución de Octubre y la guerra civil"

DdA, XXI/6198

POR QUÉ APOYO A PODEMOS


Cada vez que se celebran en este país elecciones, ya sean municipales, autonómicas o generales, convendría que desde el único partido político en España en el que no se ha registrado en sus filas ni un solo caso de corrupción, se recordara todo lo que se pretendió difamarlo con falsas acusaciones. Ahora se va a la urnas en Extremadura y se echa de menos que Podemos no haga uso de las hemerotecas, como ha hecho con esta vergonzosa portada del diario ABC el músico Salvador Niebla. 

Salvador Niebla

Algunos seguidores han reprochado mi apoyo a Podemos.
Dado que esta es una red social en la cual suelo expresar mis opiniones públicamente, permitidme que, aun siendo una cuestión personal, exponga mis argumentos.
Soy de una familia muy humilde que llegó a Cataluña en los años 60. Como la mayoría de los emigrantes en la época franquista, al ser una familia de 11 hermanos, vivimos circunstancias muy duras. En 1974, con solo 14 años y con la ayuda de mi hermano Félix, comprendí que este mundo no era justo y que debíamos luchar para cambiarlo. Así de su mano, me inicié en las juventudes del PSUC, partido de izquierda, que por ideología son quienes velan por nuestros intereses.
Durante esos años la izquierda se transformó y creímos que lo más eficaz que podíamos hacer era suavizarnos he ir de la mano del PSOE. La historia demuestra que este fue un craso error.
El 15 de mayo de 2011 arrancó en España un movimiento social conocido como la Revolución de las Plazas (15M), que protestaba contra la crisis económica, la corrupción, el desempleo y la clase política, exigiendo una democracia más real, participativa y justa. En esas fechas pude asistir a muchas de las reuniones que se organizaban durante la ocupación de la plaza Catalunya, en mi ciudad, Barcelona.
Ahí descubrí cómo gente joven, asqueada de la situación económica y del futuro tan incierto que tenía por delante, se estaban organizando para provocar un gran cambio.
Cuánto me recordó a los vivido en los años 70, al final de la dictadura franquista.
El poder político se asustó y lo que hizo fue desalojar a estos jóvenes de las plazas a palos. Detrás de las porras estaban el PP, CiU y el PNV y también, mirando hacia otro lado, el PSOE, ERC y parte de la izquierda. El único que más tarde se plantó y demostró su apoyo fue Julio Anguita, oponiéndose a las directrices de IU en ese momento.
El poder creyó que expulsándolos de las plazas se acabaría todo, pero no fue así. Estos jóvenes se unieron a muchas personas de la tercera edad en los barrios más marginados y comenzaron a crear una red de iniciativas que acabaría dando como fruto a PODEMOS.
En 2014 este frente de izquierdas y se presenta a las elecciones europeas, obteniendo un resultado increíble: 5 escaños y un 7,9 % de los votos, sin ningún apoyo económico más que la fuerza del pueblo. Este hecho descolocó a la mayoría de los políticos.
Su siguiente gran paso fueron las elecciones generales de diciembre de 2015, donde sus listas obtuvieron el 20,68 % de los votos y 69 diputados en el conjunto del Estado.
Ahí es donde el poder fáctico se asustó. Este joven partido, liderado por un excelente politólogo, Pablo Iglesias, estaba dando un golpe sobre la mesa, denunciando las injusticias y proponiendo nuevas ideas para mejorar la vida de las clases más desfavorecidas.
Este hecho marcó un antes y un después en la política de nuestro país. La derecha engordó a CIUDADANOS, un partido creado para hacer frente a este movimiento, y los dos partidos que habían gobernado hasta la fecha intentaron cambiar su imagen con líderes jóvenes como Pablo Casado en el PP y Pedro Sánchez en el PSOE.
En 2019, después de varios intentos, Pablo Iglesias convenció a Pedro Sánchez para formar un acuerdo de coalición progresista entre socialistas y Unidas Podemos, con el apoyo de ERC y PNV, y llevarlo al poder. En ese periodo PODEMOS impulsó leyes progresistas clave como la Ley de Vivienda (regulación de alquileres en zonas tensionadas), la Ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual (ley del «solo sí es sí»), la Ley de Cambio Climático, la reforma laboral (con la subida del SMI), el Ingreso Mínimo Vital, la recuperación de la sanidad pública universal y la ampliación de la educación infantil de 0 a 3 años. Hasta 14 leyes que reflejaron una agenda transformadora en derechos sociales, laborales, igualdad y medio ambiente durante su mandato.
Pero, aun con estos resultados, lo peor estaba por venir. Desde las elecciones de 2016, el PP estaba forjando un frente de guerra sucia, liderada por políticos, jueces, policías y gran parte de la prensa, para deslegitimar a PODEMOS y a sus líderes, llenando portadas de periódicos, tertulias televisivas y programas de radio con noticias o querellas falsas (29 en total), todas ellas sobreseídas.
El objetivo era bombardear por tierra, mar y aire para destrozar a unos políticos que sí eran honrados y nobles. Ningún caso de corrupción en sus filas a día de hoy.
Pero el daño ya estaba hecho. A toda esta guerra sucia se sumó la del PSOE, rompiendo su coalición con PODEMOS, un socio incómodo al que veía como su principal enemigo en la hegemonía de la "izquierda". Así que ayudó a romper desde dentro mediante la creación de auténticos caballos de Troya: primero Más Madrid, con Carmena y Errejón, y más tarde su coalición con Yolanda Díaz (SUMAR), tras romper con PODEMOS.
Todo esto ayudó a que mucha gente creyera que todas esas noticias falsas eran ciertas, que todos los políticos son iguales y que todos son corruptos. Nada más lejos de la realidad. Lo que he aprendido con los años es que cuando el poder fáctico ataca con tanta fuerza a un movimiento es porque ese movimiento sí defiende nuestros intereses.
Por ello sigo apoyándoles. No son perfectos —nadie lo es—, pero son jóvenes, nobles, inteligentes, intentan ser justos y, lo más importante, luchan con todas sus fuerzas contra nuestro verdadero enemigo: el gran capital, el IBEX 35.
Por todo ello y espero que me disculpéis, seguiré apoyando a Podemos
Músico

DdA, XXI/6198

domingo, 14 de diciembre de 2025

CHINA TIENDE LA MANO A AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

Mientras la administración de Donald Trump no deja de acosar militarmente a Venezuela y amenazar a Colombia, el gobierno de Xi Jinping presentó la actualización del Documento sobre la Política de China hacia América Latina y el Caribe, en el cual plantea cooperar en más de 40 áreas agrupadas en cinco programas: solidaridad, desarrollo, civilizaciones, paz y pueblos. La nueva versión de este plan integral destaca por su carácter abarcador y su espíritu de hermandad al destacar la pertenencia común al Sur Global y referirse al conjunto de China y los países latinoamericanos y caribeños como una comunidad de futuro compartido; concepción con la que Pekín también enfoca a la humanidad entera.


Entre los múltiples ámbitos en los que China se dice dispuesta a colaborar o reforzar los vínculos ya existentes resaltan la apertura a la transferencia de tecnología, la formación tecnocientífica, el combate al cambio climático, las energías –tanto fósiles como renovables–, la integración latinoamericana, “acelerar la materialización de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU”, el uso de monedas locales (no se expresa, pero se entiende que en sustitución del dólar) o el apoyo a la Proclama de América Latina y el Caribe (ALyC) como Zona de Paz. También cabe mencionar la disposición a “abordar adecuadamente las fricciones comerciales para el desarrollo sano y equilibrado y la diversificación estructural del comercio”, una de las principales preocupaciones de algunos países que temen verse abrumados por la capacidad productiva china.

El documento plantea un obvio e insoslayable contraste con las declaraciones del presidente estadunidense, Donald Trump, la política injerencista de Washington en toda la región, y la recién divulgada Estrategia Nacional de Seguridad de la Casa Blanca. Así, mientras el trumpismo ha decidido negar “a competidores no hemisféricos la habilidad de posicionar fuerzas u otras capacidades amenazantes, de adueñarse o estratégicamente controlar bienes vitales en nuestro hemisferio” sin reparar en la autonomía de ALyC para relacionarse con los actores estatales o no estatales que desee y determinar el uso de sus recursos naturales, Pekín reafirma que “las relaciones China-ALyC no apuntan contra, no excluyen a, ni están condicionadas por ninguna tercera parte”. Mientras la Casa Blanca anuncia la aplicación de la Doctrina Monroe “para restaurar la preminencia estadunidense en el hemisferio occidental” y proteger “nuestro acceso a sus geografías”, el gigante asiático se refiere a ALyC como “un conjunto con una gloriosa tradición de independencia y autofortalecimiento mediante la unidad”.

Pero no sólo Estados Unidos reprueba en esta comparación. Desde el estallido de la guerra de la OTAN contra Rusia en territorio de Ucrania, Europa ha ido renunciando a todos los pilares en los que sostenía su pretensión de faro civilizatorio y fortaleza del estado de derecho: para sostener el esfuerzo bélico y beneficiar a sus corporaciones ha convertido en papel mojado sus compromisos en materia ambiental y fiscal, al tiempo que despliega un peligroso armamentismo y alimenta una retórica de guerra permanente. Con el supuesto fin de apaciguar a las ultraderechas, los conservadores tradicionales han abrazado sus agendas xenófobas, y la complicidad activa con el genocidio contra el pueblo palestino les ha quitado el último resto de autoridad moral al que pudieran aferrarse.

En este contexto, China aparece como un socio comercial que propone cooperar sin intromisiones en la política interna de sus pares y que posee las capacidades tecnológicas y financieras para coadyuvar en el desarrollo sostenible de la región. Como el propio documento señala, los lazos deben adaptarse a la realidad y las necesidades de cada país, pero sin duda los gobernantes de América Latina y el Caribe han de tenerlo en cuenta como una herramienta de fortalecimiento simultáneo de la soberanía y el bienestar.

LA JORNADA MX  DdA, XXI/6197

LOS PREVENTORIOS FRANQUISTAS EN "LAS ABARCAS DESIERTAS", DE PACO ARENAS


Paco Arenas

En mi próximo libro «Las abarcas desiertas», una de las novelas cortas que lo componen, «Claveles y manzanilla» habla sobre los preventorios infantiles. Algo de lo que se ha hablado muy poco y que creo que no se debe olvidar. El libro estará disponible a partir de los primeros días de diciembre.
Breve introducción, que no sinopsis, de «Claveles y manzanilla»:

Desde 1940, bajo el sello del Patronato Antituberculoso, en los edictos prometían sol, leche y aire limpio: estancias de tres meses para criaturas de siete a doce años, que podían extenderse, en casas junto al mar o caserones de sierra. Sobre el papel, una pausa luminosa contra la tuberculosis. En la práctica, la puerta se abría tras un «examen médico-antropométrico» de dudoso rigor, al que a menudo añadían pruebas «mentales» igual de flojas: medidas al milímetro, preguntas afiladas como cuchillos romos, sobre los padres y familiares, sobre ellas y sus hábitos religiosos, dictámenes redactados con desgana. Con esos informes, las autoridades decidían a qué centro enviar a cada pequeño, como si los destinos cupieran en una plantilla de cartabón. Para muchas familias sin pan, aquellos portones eran el único plato caliente garantizado; se firmaba con la vergüenza doblada en el bolsillo. Dentro, el catecismo sustituía al juego, la disciplina al consuelo, y el miedo hacía de médico. Los testimonios hablaban por debajo de las puertas: golpes con nombre propio, castigos que helaban los huesos, palabras que humillaban más que la navaja, manos que no eran de padre ni de médico. A eso lo llamaron prevención, y también fue adoctrinamiento, amparo y también, sobre todo, desamparo.
Al preventorio podía seguir el psiquiátrico para las más rebeldes, o el Patronato de Protección de la Mujer, que en ocasiones era un lucrativo negocio en el caso de las muchachas embarazadas, que merece un capítulo aparte.
En paralelo, otro andamiaje moral apretaba el cerco: el Patronato de Protección de la Mujer. Nació invocando las «ruinas morales y materiales» y prometiendo «dignificar» a las jóvenes «según la Religión Católica». El plan, que parecía bálsamo, fue cepo: miles de muchachas pasaron de los centros tutelares a ese Patronato al cumplir los quince años; quedaban bajo su mano hasta los veintiuno y, si convenía, hasta los veinticinco. Mientras la mayoría de edad bajaba para el resto, allí seguía alta como un muro; la ley decía dieciocho ( la edad de la mayoría se bajó a los dieciocho en 1978, pero los patronatos estuvieron hasta 1983) , pero en esos pasillos del Patronato mandaba otra campana.
Además de las provenientes de los preventorios ¿por qué podía caer una muchacha en manos del Patronato? Bastaba con muy poco: un beso a destiempo, una idea que no comulgara con la moral impuesta, sobrevivir a una violación y que la culpa cambiara de nombre (porque la culpable siempre era la mujer), ser madre sin marido o, simplemente, querer vivir con un poco de aire propio. Para el expediente, todo eso cabía en una misma palabra: «descarriada».
La democracia llegó a las plazas con carteles y promesas, pero tardó en abrir los cerrojos de los preventorios: durante la primera década, para ellas no cambió la voz que mandaba ni el horario de silencio.
En Los internados del miedo quedaron recogidas historias que lo muestran sin necesidad de alzar la voz: abusos que no rindieron cuentas, una institución sin explicaciones, ayer ni hoy, con dictadura o con urnas, como si la tutela fuese un país aparte donde el tiempo obedece a otros relojes.
De esas penalidades, de esa luz prometida y de esa sombra nace esta historia: una noche de estrellas de papel, un mar al otro lado del muro y una niña que escribe para no desaparecer, mientras el país, satisfecho de su propia moral, cree estar curándola y, los que pueden, celebran la Navidad.
DdA, XXI/6197

HÉCTOR ALTERIO 1974-2025


"Queridos amigos y compañeros, con profundo dolor queremos comunicaros que hoy, 13 de diciembre por la mañana, nos ha dejado Héctor Alterio. Se fue en paz después de una vida larga y plena dedicada a su familia y al arte, estando activo profesionalmente hasta el día de hoy. Descanse en paz". Comunicado de la familia Alterio-Bacaicoa.

Félix Población

El actor argentino tuvo una extensa e intensa vida profesional. Quienes lo conocimos, aunque sólo fuera por motivos periodísticos, también podemos asegurar que se trataba de una persona íntegra y afable, totalmente entregada a una vocación que lo llevó a los escenarios a finales de los años cuarenta del pasado siglo. Aparte de obras de teatro, Héctor Alterio intervino en 150 películas y buena parte de su currículum discurrió en España, adonde llegó en 1974 como muchos otros de aquellos compatriotas que, como él, debieron tomar el camino del exilio ante la crudelísima dictadura de los generales. En el caso de Alterio, la Triple A, el grupo terrorista de extrema derecha, lo había amenazado de muerte. Un ser humano tan entrañado a la vida y a la cultura hubo de abandonar aquel infierno y afincarse en nuestro país -cuando todavía no había fallecido nuestro dictador- para ganarse el reconocimiento de la profesión y el público, al igual que sus hijos. Trabajó hasta el final y lo hizo siempre con la admiración y el aplauso del respetable. Quizá la suya sea una de las más largas trayectorias profesionales como actor de las que se conocen: desde la década de los cuarenta del siglo XX a la década de los veinte del siglo XXI. Echo de menos, en la hora de su adiós a los 96 años de edad, que Héctor Alterio no nos haya contado lo más esencial al menos de todo lo vivido. Si lo hubiera hecho, seguramente habría una reflexión final para la Argentina que dejó con 45 años y la de sus noventa y tantos. Tanto vivir y tanto trabajar en pro de la cultura para encontrarse, al final de su existencia, con un gobierno en su país negacionista de aquella dictadura de los generales, represora de la cultura, que nos lo trajo a España.

EL HIJO DE LA NOVIA


"LO MÍO ES NADA MÁS QUE SUDOR Y LÁGRIMAS"
Marcelo Stiletano, diario La Nación
En la mansedumbre de sus últimos años, Héctor Alterio había logrado vencer a su peor enemigo. Llevaba luchando casi toda su vida contra una de las mayores angustias de un artista: el miedo a la inestabilidad laboral. Y lo hizo de la manera más inesperada, a través de sus hijos: “Papá nos enseñó que en esta carrera todo es fugaz y que nunca te la tenés que creer. Y también nos enseñó a disfrutar cuando hay trabajo y no angustiarse cuando no lo hay”, confesó no hace mucho tiempo Malena, la menor.
Haber eliminado esos fantasmas fue el mejor regalo del tramo final de la vida de Alterio, un tiempo en el que pudo disfrutar del constante éxito de sus dos hijos, completamente arraigados a España, la patria adoptiva familiar, mientras conservaba intacta su vigencia de actor aplaudido y reconocido por el público de los dos mundos geográficos y artísticos que mantuvo unidos hasta el momento de la definitiva despedida, que se produjo hoy en Madrid, según confirmó su familia. El actor tenía 96 años.
Malena y Ernesto Alterio son figuras muy reconocidas en el mundo hispanohablante del cine, el teatro y la TV, con ocasionales trabajos para el cine argentino, sobre todo en este último caso. “Esta trascendencia sé que no les va a afectar en su vida y eso habla a su favor porque están llevando esta profesión con realismo, y eso me tranquiliza a mí y a la madre, a mi mujer. Les queda mucho camino por recorrer”, reflexionó.
Ese triunfo previo al adiós se pareció mucho al consuelo y, quizás, también a una amable resignación. Durante un largo tiempo, lo último que deseaba Alterio era que sus hijos siguieran el camino que había elegido y que lo convirtió en uno de los actores de habla hispana más decisivos del último medio siglo, reconocido y admirado como un grande en su país natal y también en su segunda patria, España. Allí se instaló como víctima de un forzado exilio que nunca llegó a entender. Pero aquella amenaza de la tenebrosa Triple A, que lo incluía en una lista de condenados a muerte, venía en serio.
Un cambio de sentido
Corría septiembre de 1974 y Alterio había llegado a España para acompañar la presentación de La tregua en el Festival de Cine de San Sebastián. Ya se había ganado un nombre como uno de los grandes protagonistas del cine argentino de ese momento con apariciones muy destacadas en La piel del amor, Quebracho y La Patagonia rebelde. Pero la gran película de Sergio Renán, que poco después se convertiría en la primera candidata al Oscar que representó a nuestro país, cambió su vida en todo sentido.
Alterio consiguió una semana de licencia en el teatro en donde estaba representando Sabor a miel y pudo viajar al País Vasco. En ese momento llegó al teléfono de su casa el primer llamado, inquietante y amenazador, de la Triple A. Lo primero que pensó Alterio es que se trataba de una equivocación. “Yo estaba a 11.000 kilómetros y no podía volver a mi país. Al principio me causó risa. Pero cuando la Triple A empezó a matar gente, mi mujer, con mi hija de seis meses y mi hijo de dos años y medio, vino para aquí para comenzar una aventura, incierta por cierto, pero afortunadamente superada”, recordó muchos años después en una entrevista con el diario español El País.
Fue su esposa de toda la vida, Tita Bacaicoa, la que recibió en Buenos Aires la primera amenaza, por correo. “Yo estaba en España en el mejor de los mundos cuando mi mujer me llamó y me dijo que esperara un tiempo, que a lo mejor todo pasaba rápido. Hasta que llegó otra amenaza, esta vez al hotel Wellington, donde yo estaba parando con toda la delegación. Temblando, el conserje vino a decirme que un argentino se había presentado para advertirle que si seguían albergando a un anarquista o comunista corrían riesgo los 700 pasajeros. Ahí me planté y le dije: «No se preocupe, porque ya mismo me voy a otro lugar». Pero nunca pude entenderlo”.
Años después descubrió que la razón de las amenazas tenían que ver justamente con La tregua. Al grupo terrorista de ultraderecha que se movía a sus anchas en el gobierno de la viuda de Juan Domingo Perón no le gustaba nada ese retrato de familia disfuncional expuesto en la película de Renán, especialmente porque el personaje de Alterio tenía un hijo homosexual (interpretado por Oscar Martínez). Ese disgusto se extendió a los militares que tomaron el poder en 1976. “Lo que pasa es que usted elige mal las películas. No tiene que hacerlas más”, llegó a escuchar de boca de un alto jefe uniformado.
De no haber recibido esas amenazas, Alterio difícilmente habría tomado el camino del exilio. “¿Adónde iba a ir? -se preguntó mucho después, trasluciendo un rasgo vital de su temperamento-. Viajar se me hacía difícil. No por la economía, sino por mi manera de ser. No imaginaba trabajar en otro lugar que no fuera la Argentina. Lo máximo que pensaba era en cruzar a Montevideo”.
Sin embargo, de un día para el otro tuvo que levantar su departamento, vender su auto (un modesto Fiat 600), dejar a sus amigos y sobre todo verse forzado a resignar sus hábitos de hombre metódico. En especial las largas caminatas por las calles de Chacarita, el barrio en el que se crio. Allí, a los ocho años, descubrió gracias a la ayuda perspicaz de uno de sus maestros que podía hacer reír mientras cumplía una penitencia.”La diversión que generaba a mis compañeros me proporcionó en cierta medida el gusano del protagonismo y así empieza a nacer mi vocación”, le confesó a LA NACION en su última entrevista, a comienzos de noviembre de 2020.

León Felipe (texto). Teatro Pérez Galdós, 2018

Sus comienzos
Había nacido el 21 de septiembre de 1929 como Héctor Benjamín Alterio Onorato, hijo de inmigrantes italianos de la región de Molise. Tenía 12 años cuando falleció su padre y ese hecho marcó su personalidad. La timidez que empezó a aflorar desde ese momento era el reflejo más visible de un dolor que no conseguía mitigar. Tuvo que salir a trabajar mientras trataba al mismo tiempo de llevar adelante aquella temprana vocación artística descubierta en la escuela primaria.
Después de terminar sus estudios de arte dramático repartió su tiempo entre un empleo como corredor de Terrabusi (una experiencia seguramente decisiva para su consagratorio papel en La tregua) y su participación en la compañía Nuevo Teatro, uno de los grandes movimientos renovadores de la escena local en los años 60, creada por Alejandra Boero y Pedro Asquini. “Eran años de cierta bohemia y el descubrimiento definitivo de mi vocación”, evocó una vez. De ese repertorio asimiló también un compromiso social y político que lo acompañó toda la vida.
En 1970 tomó la decisión simultánea de renunciar a Terrabusi, dejar Nuevo Teatro y casarse. Pero cuando empezaba a cosechar los frutos del cambio y al mismo tiempo su carrera en el cine empezaba a consolidarse llegaron las amenazas y el forzado exilio. “Allí comenzó una aventura terrible -evocó dos décadas después- Empiezo a vivir en casa de amigos, pasaba las noches durmiendo en el suelo. Después llegó mi familia, pero yo ya estaba en un estado emocional muy fuerte. Lloraba de la mañana a la noche. Y mi hijo me preguntaba: ¿papá, en qué idioma hablan acá?”.
Alterio siempre recordó a Miguel Gila, Nuria Espert y el productor Elías Querejeta como las figuras españolas que compensaron con su solidaridad constante las penurias constantes de esos primeros años sin trabajo y sin papeles, instalado en una modesta pensión madrileña. A diferencia de otros argentinos instalados por entonces en España con gran reconocimiento (Alberto de Mendoza, Analía Gadé, Luis Aguilé, Joe Rígoli), Alterio era un total desconocido, entre otras razones porque no había elegido voluntariamente como los demás estar allí.
Querejeta le consiguió un pequeño papel en Cría cuervos, de Carlos Saura. “El primer día tuve que hacer de muerto -evocaba en 1984- y estaba tan nervioso que los párpados me temblaban como hojas. Nos pasamos el día rodando esa escena. Tomé varios whiskies, pero no lograba serenarme. Miraba a mis compañeros españoles y suponía que estarían pensando: «¡Pues mira este argentino, ni de muerto puede hacer!». Pero Saura me tuvo paciencia y al día siguiente rodó la escena sin decirme nada. Salió todo bien”. Debió esperar cuatro años después de aquel ingrato debut para que alguien le dijera luego de filmar El crimen de Cuenca, de Pilar Miró: “Héctor, ya eres de los nuestros”.
Un salto internacional
Desde entonces y hasta hoy, las apariciones de Alterio en el cine, el teatro y la televisión, sobre todo en España, fueron innumerables. Uno de los primeros ejemplos fue Asignatura pendiente, de José Luis Garci. En la copia que se estrenó en la Argentina, durante los años de la última dictadura, se había mutilado la totalidad de las escenas en las que aparecía Alterio interpretando al dirigente sindical de izquierda Marcelino Camacho. “Cuando llegó la democracia y la película se reestrenó completa en 1984, el mismo distribuidor argentino que había cortado antes mis secuencias publicitó el regreso con la frase: «Y ahora con la presencia de Héctor Alterio». Me causó mucha ternura de su parte”, dijo años después.
Mientras su carrera en el cine y la televisión de España no dejaba de crecer y se extendía hacia otros países europeos (Italia, sobre todo), el retorno de la democracia en 1983 le permitió regresar a la Argentina. Y cada vuelta fue una nueva oportunidad para reencontrarnos con su talento en algunas de las películas más importantes y ambiciosas de aquellos años, de Camila a Los chicos de la guerra. De esa etapa fecunda se recuerdan sobre todo sus vitales apariciones en la filmografía de Marcelo Piñeyro (Cenizas del paraíso, Caballos salvajes, Plata quemada) y, antes que eso, una suerte de gran cuenta saldada con los tiempos del exilio: La historia oficial, de Luis Puenzo, que en 2005 consiguió lo que no pudo alcanzar La Tregua: el Oscar a la mejor película extranjera.
El trabajo permanente y los múltiples reconocimientos aplacaron por fin el dolor del exilio nunca ocultado por un hombre que había llegado a España para pasar una semana y se quedó allí más de cuatro décadas. Tantos y tantos viajes de ida y vuelta lo convirtieron en una suerte de abanderado del cine latino en España, título con el que recibió el Goya de Honor a la trayectoria en 2004. Más que eso, le gustaba definirse como “un actor en permanente viaje entre la Argentina y España”, dos países en los que después de aquéllas privaciones iniciales nunca dejó de alimentar su vocación repartiendo el tiempo entre el cine y el teatro.
Serán difíciles de olvidar entre nosotros sus apariciones en películas como Caballos salvajes (en donde pronunció una frase, la p... que vale la pena estar vivo, luego incorporada al imaginario popular argentino) Kamchatka (que siempre le hacía recordar el duro tiempo inicial del exilio), Esperando al Mesías, El hijo de la novia y Vientos de agua, entre muchos otros. De todos los directores argentinos con los que trabajó tenía una especial conexión con Juan José Campanella, que lo dirigió en esas últimas dos obras. “Tiene un talento único, muy argentino, y a la vez universal”, dijo de él en una de sus últimas entrevistas con LA NACION.
Sobre las tablas
El teatro, en tanto, le servía sobre todo para definir cuál era la misión del actor. “La ventaja del teatro es que puede mejorar en cualquier caso la experiencia personal que cualquiera tuvo en la función anterior. Y todo depende del actor. Cuando salgo al escenario peleo con el público y con el texto, y eso me rejuvenece, me hace sacar lo mejor de mí mismo. Me enfrento al silencio del público y sé que vivo gracias a ese silencio”, dijo en 2007, un año antes de ganarse todo el aplauso del público porteño al representar en un teatro de Buenos Aires junto con otro grande, José Sacristán, la obra Dos menos, dirigida por Oscar Martínez.
Conservó hasta el final ese fuego sagrado. Fue en ese tramo postrero un hombre que hablaba con letras de tango en Fermín (2014), la última película que rodó en la Argentina, y también el entrañable protagonista de la versión teatral española de En la laguna dorada. Tan fuertes eran las energías que le transmitía el teatro que a los 91 años, en plena pandemia, se animó a interpretar en vivo Como hace 3000 años, un recorrido por la poesía y la memoria de León Felipe, una de las figuras a las que Alterio más tiempo le dedicó en el medio centenar de obras teatrales que protagonizó en España.

Mientras tuvo fuerzas (y vaya si las conservó hasta el final) para hacer ese viaje feliz entre sus dos mundos, geográficos y artísticos, Héctor Alterio defendió su mayor convicción: nunca recurrió a la ayuda de un método para actuar. “Lo mío -repetía una y otra vez- es nada más que sudor y lágrimas”.

DdA, XXI/6197