Cuando se dio el visto bueno con los votos de PP, PSOE, CIU, PNV y CC a la privatización del sistema nacional de salud se sabía (y así lo advirtió Anguita) que se abría la puerta al negocio privado, cuyo objetivo no es nunca la salud de la ciudadanía sino el aumento del beneficio privado. Esto es lo que explica las prácticas de TODOS los hospitales gestionados por empresas (consorcios, fundaciones, etc.) privadas. No es nada extraño. Es el resultado esperable y es lo que se pretendía cuando se aprobó aquella ley. Pretender ser de izquierdas y aprobar leyes como esa (como hizo y sigue haciendo el PSOE) es una contradicción de manual. Pero es lo que viene haciendo el PSOE en muchos aspectos desde hace mucho tiempo.
Las derechas españolistas (PPVOX) y las derechas nacionalistas periféricas (PNV, CC y CIU o sus variantes) no entran en contradicción al aprobar leyes como aquella, simplemente hacen el papel para el que nacieron: defender los intereses de las burguesías a las que representan en cada territorio en el que se mueven, para lo cual tratan de seducir con métodos varios a una parte de la sociedad con relatos engañosos, pero sin presentarse como partidos de izquierdas. El PSOE, sin embargo, además de usar esos mismos relatos mentirosos para captar a los ciudadanos, también engaña a la ciudadanía en su propia definición al presentarse como partido de izquierdas mientras defiende los ejes esenciales de los partidos de derechas: defensa de la OTAN (instrumento del imperialismo americano), toda la política exterior coincidente con las derechas europeas y defensa a ultranza del capitalismo, con todo lo que ello implica y cuya concreción nos llevaría varias páginas.
Esa política que defiende el modelo y los valores del capitalismo es lo que explica que dentro del PSOE surjan tantos casos de corrupción y tantas contradicciones entre el discurso (de izquierdas) y la práctica (de derechas) de muchos de sus dirigentes. No es extraño; es la consecuencia lógica en un partido que actúa como los de derechas en lo esencial (en todo lo que tiene que ver con los aspectos económicos) pero necesitar parecer de izquierdas para atraer a una parte de los votantes que se definen de izquierdas y se resisten a aceptar que el partido que en su día luchó contra el fascismo y mantuvo una posición enfrentada al capitalismo liberal, es desde Suresnes un partido "otánico", defensor del capitalismo neoliberal y traidor a muchas causas de la izquierda real por ser fiel seguidor del modelo pergeñado por el capitalismo triunfante tras el fin de la Guerra Fría.
DdA, XXI/6189


No hay comentarios:
Publicar un comentario