viernes, 25 de abril de 2025

UN KEYNESIANISMO DE GUERRA QUE RESUCITA LOS FANTASMAS DE LOS AÑOS 30

La Comisión Europea propone ahora emitir deuda conjunta para rearme, con cifras que rondan los 800.000 millones de euros. ¿De dónde saldrá ese dinero? De los mismos de siempre: de los trabajadores, de los pensionistas, de los jóvenes que no encuentran futuro, de la sangre de las generaciones futuras. ¿Hasta cuándo aguantaremos? ¿Hasta cuándo nos dejaremos arrastrar por esta locura? El proyecto europeo que nació para evitar la guerra ha sido secuestrado. 


Lidia Falcón

Europa se suicida. España acata sumisa. Y lo hacen no por convicción ni por necesidad, sino por obediencia. Obediencia ciega, servil, cobarde al imperio que dicta desde Washington, la City Wall Street. Lo hacen con una sonrisa hipócrita, envueltos en la bandera de una democracia que hace tiempo dejaron de representar. Y lo hacen, cómo no, con la complicidad de Bruselas, de la OTAN, y de unos gobiernos más preocupados por agradar a los amos que por servir a sus pueblos.

En apenas tres años, la Unión Europea ha arrasado su estabilidad económica, industrial y social para sancionar a Rusia y complacer a Estados Unidos. El resultado está a la vista: según un informe del diario ruso Vedomosti, las pérdidas para la UE desde 2021 superan los 1,3 billones de euros. Sí, billones. Una sangría de proporciones históricas. Pero nadie en los salones dorados del Parlamento Europeo parece alarmado. ¿Dónde están los diputados de izquierda? No solamente de los partidos socialdemócratas que como gobiernan debe esperar lealtad de sus eurodiputados. Pero hay una miriada de pequeñas y medianas formaciones populistas que se presentaron y los votaron para inclinar un poco la balanza hacia la izquierda que, si no puede hacer más, al menos protesta.

Hasta ayer, el gas ruso llegaba a nuestras cañerías a precios razonables. Hoy, lo sustituimos con gas licuado estadounidense, carísimo, contaminante y con cláusulas leoninas. Las grandes multinacionales energéticas —Exxon, Shell, BP— se forran mientras las familias europeas eligen entre calentarse o comer. Solo Exxon se ha embolsado 231.000 millones de dólares extra. ¿Y nosotros? Nosotros pagamos la factura. Nosotros cerramos fábricas. Nosotros nos empobrecemos.

Alemania, antaño potencia industrial del continente, ha visto caer su PIB un 3%. Su industria química se deslocaliza, su acero se hunde. La inflación devora los salarios y los precios se disparan: el carbón sube un 73%, el gas un 51%, la gasolina un 43%. En España, uno de cada cinco hogares no puede permitirse encender la calefacción. Y mientras tanto, nuestros líderes celebran cumbres, brindan con champán, y prometen más “resiliencia”.

Pero si algo faltaba en este drama, ahora se suma el rearme. España ha anunciado que este mismo año cumplirá con el objetivo de la OTAN de destinar el 2% del PIB a gasto militar. Más de 10.000 millones de euros para tanques, drones y misiles. No para hospitales, no para escuelas, no para pensiones. Para la guerra. Para cumplir con los mandatos del imperio. Dinero que no saldrá de la chistera del algún mago, como quiere hacernos creer el “lacayo profesional” de nuestro Presidente.

Me da vergüenza escuchar las declaraciones de Sánchez cuando asegura que esta inversión en armamento no disminuirá un ápice los presupuestos de la sanidad, la educación, la vivienda, las pensiones, la discapacidad. Suena igual que cuando Rodrigo Rato aseguró que del rescate de la banca española de 56.000 millones de euros  no perderíamos ni un euro. Todo nos sería devuelto. Hoy no solo perdemos el dinero, también la dignidad.  

Y Alemania, como si los horrores del pasado no le hubieran enseñado nada, ha aprobado un colosal plan de reindustrialización militar. Miles de millones en armas, en infraestructuras bélicas, en deuda. Un keynesianismo de guerra que resucita los fantasmas de los años 30, cuando también se creyó que el empleo podía salir de la fábrica de cañones. ¿A dónde nos conduce todo esto?

Nos conduce a un continente sin soberanía, sin industria, sin paz. Condenado a desgastar militarmente a Rusia por el interés de las élites globalistas. Un continente rehén de los intereses de Wall Street y la City. Porque no nos equivoquemos: esta guerra no es nuestra. Este sacrificio no es por libertad ni por derechos humanos. Es por mantener los beneficios de las gasificadoras, las armas de Lockheed Martin y los intereses geoestratégicos de un imperio que solo protege lo que le da rédito.

Y Bruselas —esa corte de tecnócratas sin alma— lo permite. Lo aplaude. Lo financia. La Comisión Europea propone ahora emitir deuda conjunta para rearme, con cifras que rondan los 800.000 millones de euros. ¿De dónde saldrá ese dinero? De los mismos de siempre: de los trabajadores, de los pensionistas, de los jóvenes que no encuentran futuro, de la sangre de las generaciones futuras. ¿Hasta cuándo aguantaremos? ¿Hasta cuándo nos dejaremos arrastrar por esta locura? El proyecto europeo que nació para evitar la guerra ha sido secuestrado. Hoy es una maquinaria al servicio del capital y de la OTAN. Pero aún hay tiempo. Aún podemos decir basta.

Es hora de levantar la voz. De decir NO al suicidio económico. NO al militarismo. NO a ser peones en un tablero ajeno. No podemos consentir que miles de millones de euros vayan a parar a las arcas de las industrias de armamento de EEUU, ante nuestra indiferente pasividad, la dignidad no se negocia. La paz no se regala. Europa no puede —ni debe— morir por los intereses de un imperio extranjero. La lucha está servida. Y es ahora o nunca.

DIARIO16 PLUS

EL ALCALDE DE MADRID Y RAÚL DEL POZO, DOS MÁS EN CAMPAÑA POR LA GARIBALDI


Lazarillo

El alcalde de Madrid considera que la Taberna Garibaldi ha incumplido la normativa de aforo, así que después de haber prohibido la presentación del último libro de Pablo Iglesias en un centro cultural de Vallecas, va a multar a la taberna que corregenta el exvicepresidente del gobierno porque en lugar de las 45 personas permitidas se han juntado en el local nada menos que 55. Ha aprovechado la ocasión Martínez Almeida para calificar de ridícula la colecta que Iglesias ha organizado para disponer de un lugar de encuentro socio-cultural con más aforo, algo que nada más conocerse las declaraciones del alcalde se ha dejado notar en la recaudación, que a falta de más de dos semanas para su término podría rebasar el mínimo solicitado para conseguir su objetivo. También se ha aprestado a colaborar en la propaganda a favor de la nueva Taberna Garibaldi el afamado columnista excomunista Raúl del Pozo desde el diario El Mundo, por lo que Iglesias lo ha felicitado por la promoción, recordando que ni siquiera Casa Labra, la taberna en la que se fundó el PSOE de Pablo Iglesias Posse, recibió en su día tanta atención mediática. En la Garibaldi se están haciendo apuestas para saber la identidad de quien se prestará a seguir haciendo campaña a su favor a base de prohibir presentaciones de libros, insulsos artículos en periódicos inmundos o sanciones administrativas adobadas con descalificaciones de parvulario.



DdA, XXI/5.969

UN GOBIERNO ESPOSADO AL MÁSTIL DEL BARCO DE LA GUERRA

El texto pertenece al editorial de Diario Red, publicado hoy en este medio, con la diferencia -respecto al titular que le damos en DdA- de que esta vez no habrá miles de manifestantes en las calles para que muestren su disconformidad con la política exterior del actual gobierno (PSOE), como ocurriera con la invasión de Irak durante uno de los gobiernos de Aznar el de las Azores. Las palabras de Ione Belarra llamando a esa movilización no están teniendo esa capacidad de convocatoria por su mínima representación parlamentaria.




El día siguiente al del fallecimiento del Papa pacifista, el Gobierno de España se esposaba al mástil del barco de la guerra. Para cualquiera que haya leído la primera página del manual de la comunicación política, la elección de la fecha no fue casual. Es evidente que Sánchez podría haber elegido cualquier otro día pero escogió ese. Del mismo modo que el pacto 'austericida' se hizo en agosto de 2011 calculando que la gente estaba de vacaciones y no mirando la televisión, por el mismo motivo, el giro hacia el régimen de guerra se ejecutó un día en el que era físicamente imposible que ocupase mucho espacio en los medios debido a lo ocurrido en el Vaticano.

Sin embargo, la contención de daños falló. Ese mismo día, Alberto Cubero, que lideró al sector crítico del PCE en el congreso de 2022 y se enfrentó a Enrique Santiago, obteniendo el 45% de los votos, pedía en X que Izquierda Unida saliera del Gobierno. Al día siguiente, la situación se complicó todavía mucho más. A primera hora, la Cadena SER desvelaba que el Ministerio del Interior había decidido no anular un contrato de algo más de 6,6 millones de euros para comprar 15,3 millones de balas del calibre 9 mm a una empresa israelí que colabora con el genocidio. En octubre de 2024, cuando ese contrato salió a la luz, tanto Marlaska como Pilar Alegría se comprometieron públicamente a rescindirlo. La noticia calentó un ambiente ya muy caldeado y, a lo largo de la mañana del mismo miércoles, las declaraciones públicas tanto de Antonio Maíllo como de Enrique Santiago dejaron abierta la posibilidad de salir del Gobierno mientras Yolanda Díaz y Ernest Urstasun lo descartaban. En el fragor de la crisis, mucha gente pasó por alto un hecho curioso. Había sido la radio del Grupo PRISA —controlado por Joseph Oughourlian, uno de los máximos accionistas de la armamentística Indra— quien disparaba contra Marlaska nada menos que al día siguiente del importante anuncio del presidente. Otro movimiento que no parecía casual.

A lo largo del miércoles, los dirigentes de Izquierda Unida fueron bajando el tono, empezaron a alejar la posibilidad de salir del Gobierno y centraron sus esfuerzos comunicativos en poner el foco en Marlaska y pedir la rectificación de la decisión. Al mismo tiempo y también durante la segunda mitad del día, empezaron a llegar fuentes de Moncloa a los medios de comunicación deslizando que estaban estudiando la posibilidad de cancelar el contrato. El jueves por la mañana los medios de comunicación afines al PSOE fueron muy claros en señalar al contrato de los 6,6 millones de euros y a Marlaska —y no al aumento de 10.000 millones de gasto en armamento de Sánchez— como la causa de la crisis en el Gobierno. Así lo hizo en su portada en papel El País, mientras el subdirector de eldiario.es, Iñigo Sáez de Ugarte, publicaba una pieza titulada "Marlaska pone al Gobierno al borde del precipicio". No el rearme dictado por Donald Trump, no los 10.000 millones; el contrato de 6,6 millones de euros para comprar balas. A las pocas horas, se entendió mejor por qué estaban haciendo esto: el Gobierno filtró a estos mismos medios que iba a cancelar el contrato y que había sido el propio Sánchez el que salvó la situación. Tanto El País como la Cadena SER como eldiario.es presentaron el desenlace como una victoria de Yolanda Díaz y de Izquierda Unida, mientras ambos sacaban pecho públicamente. Poco después, la propia Díaz anunciaba que el proyecto de reducción de la jornada laboral irá al Consejo de Ministros del próximo martes (a pesar de que no se sabe todavía si tiene los apoyos parlamentarios para sacarlo adelante).

Sea o no casual la sucesión de hechos políticos y mediáticos, parece evidente que el resultado final cumple varios objetivos que son a priori positivos para ambos miembros de la coalición gubernamental. Aunque todavía quedan vigentes hasta nueve contratos de compra de armas a Israel con cuantías muy superiores a las del contrato cancelado y aunque España sigue permitiendo que se usen sus puertos y aeropuertos para hacer llegar armamento norteamericano a los genocidas, tanto IU como Díaz se apuntan una pequeña victoria parcial en un momento en el que estaban enormemente tensionados como consecuencia del rearme anunciado el martes. Maíllo y Santiago tienen un pequeño logro para exhibir a su interna y Sumar recibe un poco de oxígeno en un contexto de encuestas descendentes y con Podemos marcando una posición de confrontación absoluta al aumento del gasto militar. Teniendo en cuenta que el Gobierno ha comprado material militar a Israel por más de 1000 millones de euros desde el comienzo del genocidio, al PSOE, la cancelación de un contrato de apenas 6,6 millones les sirve perfectamente como gesto simbólico para poder seguir diciendo que apoyan a Palestina mientras ayudan a Netanyahu. Pero, sobre todo, y como apunta la operativa de sus medios de comunicación afines, el asunto del contrato y las balas ha servido a Sánchez para cambiar de tema y que se deje de hablar —al menos durante dos días— de la decisión estructural más grave y más profunda de los últimos años que supone rubricar el rearme exigido por Trump y por la OTAN.

Suponiendo que el hilo de los acontecimientos no haya sido casual sino objeto de una preparación previa (incluso aunque algunos de los hechos hubiesen sido inesperados pero, al darse estos, se hubiese producido una coordinación entre los diferentes actores políticos y mediáticos para gestionar la situación), estaríamos ante una operación no solamente conjunta entre PSOE, Sumar ¿y una parte de la dirigencia de IU? sino también de éstos con las principales empresas de la progresía mediática. Si la 'operación balas' ha existido, como sugieren varios indicios, nos encontraríamos ante un nivel de integración operativa de todo el conglomerado que estaría muy cerca de ser orgánica. Algo que ningún analista político mínimamente serio debería soslayar.

DIARIO RED DdA, XXI/5.969

¿POR QUÉ PENSAMOS QUE LA FUMATA BLANCA PUEDE SER REGRESIVA?

 


Félix Población

Titulaba ayer El País una de las crónicas desde Roma que publicaba el periódico a propósito del fallecimiento del Papa Francisco que éste había cambiado la brújula geopolítica de la iglesia católica. Durante su pontificado, señalaba el diario, chocó con el actual presidente de Estados Unidos durante su primer mandato, sobre todo en lo que respecta a su política exterior, trato de acercarse a China y buscó complejos equilibrios en Ucrania. Hace cuatro años visitó Irak y criticó los brutales ataques de Israel contra la Franja de Gaza, solicitando incluso una investigación por genocidio contra el pueblo palestino. Obviamente, el diario de PRISA entrecomilla el sustantivo genocidio en uno de los ladillos, quizá porque tal sustantivo no consta en la línea editorial del periódico. No hay que olvidar, tampoco, que Francisco se entrevistó con los familiares de los ciudadanos israelíes secuestrados por Hamás en los ataques del 7 de octubre de 2023 que dieron lugar a la masacre israelí, en la que, según datos que podrían ser menores a los reales, fueron asesinados más de 15.000 menores palestinos. En ese encuentro, en el que también estuvieron presentes parientes de palestinos afectados por la invasión de su territorio, éstos contaron que Francisco sí habló de genocidio (sin comillas), originando un revuelo diplomático entre Israel y la Santa Sede.

Pues bien, llegados a los prolegómenos del cónclave que decidirá el nombramiento del próximo pontífice de la iglesia católica, y aun sabiendo que de todos los cardenales una mayoría (135) fueron nombrados por el Papa Francisco, parece que hay indicios de que una sucesión en la línea marcada por Bergoglio es bastante cuestionable. Puede que en esto influyan por un lado los derroteros conservadores que se advierten la política internacional, con Trump y la importante iglesia católica estadounidense a la cabeza y, por otro lado, la histórica y acomodaticia postura política de El Vaticano. Leyendo a los analistas, se tiene la impresión de que el diagnóstico se inclina más a lo que expresa Álvaro Noguera en su viñeta que a la posibilidad de que Francisco tenga un continuador en la figura de un cardenal que represente aquellas partes del mundo donde la iglesia católica está más viva, que no es la en la vieja Europa ni en Estados Unidos, por supuesto. Esta parece ser la preferencia del cardenal sueco Arbelius, que con todo su papable nombre descarta la posibilidad incluso de ser papable.

EL CARDENAL QUE  ANUNCIA UN CISMA SI HAY MÁS FRANCISCOS

"No es posible la relación sexual de los divorciados en una nueva unión civil”. Fueron las palabras que el cardenal Gerhard Ludwig Müller, entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, pronunció el 4 de mayo de 2016 en Asturias en una conferencia que dio sobre familia en el Seminario de Oviedo. "Para recibir la comunión en la eucaristía, esas personas deben abandonar la nueva unión o vivir con la otra persona como si fueran hermanos", señaló Müller en un acto promovido por la Biblioteca de Autores Cristianos (BAC) y el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, afín a esa línea. Ese mismo cardenal, al que Francisco no renovó tras su ciclo de cinco años como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, cargo en el que había sido nombrado por Benedicto XVI, es el primero que ahora, antes incluso de que celebren las exequias papales por Bergoglio, se ha posicionado claramente a favor de una vuelta al tradicionalismo en el inminente cónclave. Lo ha hecho con rotundas palabras en una entrevista en "The Times", donde advierte de la posibilidad de un cisma si hay una línea continuista respecto a Francisco.

DdA, XXI/5.969

jueves, 24 de abril de 2025

EL OBJETIVO AHORA NO ES PRIVATIZAR EL ESTADO, SINO CREAR ESTADOS MAFIOSOS PRIVADOS

El impulso para compactar masivamente el Estado estadunidense es un ataque frontal contra la clase trabajadora, incluyendo a su sector más sindicalizado (los funcionarios públicos). Su objetivo es destruir lo que queda del estado regulador y de bienestar social. Décadas de neoliberalismo han implicado la privatización continua del Estado, desde la guerra y la recopilación de inteligencia hasta los servicios sociales, las prisiones y la infraestructura. El objetivo ahora no es sólo privatizar el Estado, sino crear estados mafiosos privados.


William I. Robinson*

El punto de partida para cualquier análisis de la impactante coyuntura que sacude al mundo –guerras comerciales, genocidio, fascismo– es la crisis sin precedentes del capitalismo global. La crisis entraña cuatro dimensiones entrelazadas: la sobreacumulación y estancamiento crónico, la desintegración social generalizada, el colapso del orden internacional posterior a la Segunda Guerra Mundial, y la amenaza con agotar la biosfera. 

El sistema experimenta una nueva ronda radical de restructuración y transformación basada en la revolución digital, sobre todo en la inteligencia artificial (IA), que modifica las fuerzas productivas y altera la relación del capital trasnacional con el trabajo y el Estado. El bloque hegemónico emergente aúna las grandes tecnológicas con las finanzas y el complejo militar-industrial de seguridad. La economía y la sociedad globales dependen cada vez más de las tecnologías digitales. Las corporaciones, los estados y las instituciones políticas y militares no pueden funcionar sin las tecnologías digitales, lo que hace que la sociedad global dependa en gran medida de las gigantescas corporaciones tecnológicas que gestionan y controlan estas tecnologías, así como del conocimiento para desarrollarlas y aplicarlas. 

Los mercados globales están saturados. Existe una sobrecapacidad industrial masiva. La tasa de ganancia ha estado disminuyendo desde principios de siglo. La clase capitalista trasnacional (CCT) busca desesperadamente dónde descargar sus excedentes y abrir nuevos espacios de acumulación. La expansión extractivista depredadora implica oleadas de despojo. Los Estados se encuentran en una intensa competencia por los mercados y los recursos, intentando atraer la inversión de la CCT y asegurar los recursos que la acumulación requiere dentro del territorio nacional. El afán por apoderarse de recursos es fundamental en los acontecimientos de Palestina, Congo, Sudán, México, Colombia y otros lugares, así como en la reclamación de Trump sobre los minerales de Groenlandia, Canadá y Ucrania. La incesante presión expansiva au menta la inestabilidad y el conflicto. 

Las instituciones de la democracia burguesa no pueden gestionar la crisis y constituyen obstáculos para la expansión capitalista. El nuevo autoritarismo, el fascismo del siglo XXI y el populismo de extrema derecha implican nuevas modalidades de control sobre la sociedad civil a medida que surgen otras formas de Estado. Trump, Milei, Bukele, Noboa, Netanyahu, Erdogan: éstas y figuras similares representan nuevas dispensaciones políticas que aceleran el colapso del estado de derecho. Estas dispensaciones se corresponden estrechamente con las transformaciones económicas que se han producido, especialmente la concentración sin precedentes de poder y riqueza a escala global en la camarilla multimillonaria del CCT. 

Se produce una reconfiguración del bloque de poder en el Estado. Las viejas formas de legitimación no funcionan. La democracia burguesa es un impedimento para la reconstrucción del orden capitalista bajo el control directo del bloque hegemónico emergente que busca formas alternativas de legitimidad, gobernanza por la fuerza y el decreto, y la normalización de los tratos mafiosos. Algunos elementos dentro del régimen de Trump, respaldados por poderosos capitalistas tecnológicos y financieros y asesorados por una camarilla de figuras políticas e intelectuales sombrías, como Curtis Yarvin, con su idea de la “oscura ilustración”, quieren que el Estado constitucionalmente establecido colapse y sea saqueado; de ahí la metáfora de la motosierra de Milei. 

El impulso para compactar masivamente el Estado estadunidense es un ataque frontal contra la clase trabajadora, incluyendo a su sector más sindicalizado (los funcionarios públicos). Su objetivo es destruir lo que queda del estado regulador y de bienestar social. Décadas de neoliberalismo han implicado la privatización continua del Estado, desde la guerra y la recopilación de inteligencia hasta los servicios sociales, las prisiones y la infraestructura. El objetivo ahora no es sólo privatizar el Estado, sino crear estados mafiosos privados. El primero, Próspera, en Honduras, sirve de modelo. 

La revolución digital provoca una rápida expansión de la población excedente: miles de millones han sido expulsados y deben ser controlados e incluso exterminados. Las estrategias pesadillescas de contención incluyen la “opción Gaza” de un genocidio total, la “opción salvadoreña” del mega-encarcelamiento, y una expansión radical del estado policial global, aplicando las nuevas tecnologías para la vigilancia masiva, el control social y la represión. Otra forma de lidiar con el excedente de humanidad es el simple abandono, como en el caso de las zonas rurales de EU, donde los opioides aniquilan convenientemente comunidades enteras. Trump ha propuesto un presupuesto de un billón de dólares para el Pentágono, mientras aumenta el gasto militar en todo el mundo. La acumulación militarizada y la acumulación por represión son fundamentales para sostener al capital global y controlar la rebelión desde abajo. 

Esta represión tiene una dimensión simbólica crucial. El excedente de humanidad debe ser criminalizado, deshumanizado y convertido en chivo expiatorio de todas las maneras posibles. Esto explica la indescriptible crueldad con que los prisioneros del gulag salvadoreño son maltratados y humillados ante las cámaras del mundo. En EU, la brutalidad de la guerra contra los inmigrantes, que incluye arrestos arbitrarios, a menudo violentos, y secuestros públicos, se presenta como un potente espectáculo del poder del emergente estado fascista y una advertencia más general de que la disidencia política y la lucha de clases desde abajo no serán toleradas. 

La guerra de clases fascista desde arriba busca trasladar el peso de la crisis a las masas laboriosas: dividir y desorganizar a las clases trabajadoras, pulverizar los salarios, atacar a los sindicatos, intensificar la tasa de explotación e imponer estados de excepción. No sorprende que los ataques contra los inmigrantes se hayan dirigido específicamente a sindicalistas y organizadores laborales, para su arresto y deportación. El Estado fascista se esfuerza por infundir miedo e impedir el desarrollo de las condiciones subjetivas necesarias para la resistencia de masas. 

Este análisis requiere una advertencia urgente: existe una enorme brecha entre la intención y la capacidad. ¡El proyecto fascista global está plagado de contradicciones! La resistencia de masas desde abajo debe identificar y explotar esas contradicciones. Actualmente, existe una correlación de fuerzas favorable al proyecto fascista. Nuestra tarea es revertir esa correlación mediante la lucha de masas. 

*Distinguido profesor de sociología. Universidad de California en Santa Bárbara

LA JORNADA MX.

INFORME DE LA ONU SOBRE LA VIOLENCIA SEXUAL ISRAELÍ CONTRA PALESTINOS

 Samah Salaime 

La autora es una escritora feminista palestina, su artículo se publicó originalmente en +972 Magazine y ha sido traducido al español para CTXT por Paloma Farré. Las conclusiones del informe, elaborado por la Comisión de Investigación de la ONU sobre el Territorio Palestino Ocupado, no se basan únicamente en los relatos de supervivientes, sino también en las publicaciones en las redes sociales de los propios soldados israelíes. 


El mes pasado, un informe para el Consejo de Derechos Humanos de la ONU afirmaba –como sostienen los palestinos desde hace mucho tiempo– que, desde el 7 de octubre, Israel ha empleado sistemáticamente la violencia sexual y los crímenes de género contra mujeres, hombres y niños palestinos. La investigación, publicada junto con desgarradores testimonios de supervivientes y testigos, representantes de la sociedad civil, académicos, abogados y expertos en medicina durante una audiencia de dos días celebrada en Ginebra, llegó a varias conclusiones clave que, en mi opinión, exigen una atención y una acción inmediatas a nivel mundial.

En primer lugar, desde el 7 de octubre, el uso de la violencia de género por parte de las fuerzas israelíes ha aumentado drásticamente tanto en escala como en intensidad y se ha convertido en una práctica “sistemática”. Estos crímenes han devenido una herramienta de opresión colectiva para destruir familias y comunidades palestinas desde dentro: una táctica tomada de otras campañas de violencia étnica y genocidio en lugares como Bosnia, Ruanda, Nigeria e Irak, donde los cuerpos de las mujeres se convirtieron en campos de batalla.

En segundo lugar, los centros de detención militar israelíes se han convertido en epicentros de los tipos de violencia sexual más atroces. Más allá de las imágenes, ampliamente difundidas, de presos palestinos desnudos en Gaza, el informe recogía testimonios de recintos como Sde Teiman, donde los presos, desprovistos de protección legal y lejos de la mirada de los medios de comunicación, se han enfrentado a violaciones, humillaciones sexuales y tortura. En algunos casos, como el del médico Adnan Al-Bursh, los presos murieron, según consta, como consecuencia directa de los abusos sexuales que sufrieron mientras estaban bajo custodia.

En tercer lugar, el informe documenta la proliferación de la violencia de género contra las palestinas en el ámbito digital. Grupos vulnerables, especialmente mujeres y jóvenes, se han enfrentado a la vergüenza, el doxing (acción de buscar y publicar información privada o sobre la identidad de una persona en Internet, generalmente con intención de causarle daño) y la explotación de su orientación sexual o comportamiento privado como herramientas de coerción e intimidación.

En cuarto lugar, el informe señala que el uso de la violencia de género no lo ejercen únicamente los soldados; los colonos israelíes, que a menudo actúan bajo la protección del ejército, acosan sexualmente a las mujeres palestinas en Cisjordania, explotando los roles tradicionales de género dentro de la sociedad palestina como método de opresión.

Las conclusiones del informe, elaborado por la Comisión de Investigación de la ONU sobre el Territorio Palestino Ocupado, no se basan únicamente en los relatos de supervivientes, sino también en las publicaciones en las redes sociales de los propios soldados israelíes. Los perpetradores documentan con orgullo sus “heroicos” actos de venganza masculina: rebuscan en los cajones de las mujeres palestinas, posan con la ropa interior de estas y garabatean pintadas misóginas en el interior de las casas ocupadas de Gaza. Aunque gran parte de este contenido se borró posteriormente de las plataformas sociales, en el informe de la ONU permanece archivado para la posteridad.

Sin embargo, a pesar de que estos vídeos e imágenes son innegablemente censurables y criminales, palidecen en comparación con la violencia sexual más extrema documentada en el informe. Los desnudamientos públicos forzados y los registros invasivos, la retirada a la fuerza del hiyab de las mujeres, la filmación de la degradación sexual bajo amenaza de más violencia, las amenazas de violación y las violaciones como forma de tortura: todo ello no solo constituyen atentados contra la dignidad, sino una profunda agresión física y sexual.

El informe afirma que tanto mujeres como hombres han sido objeto de estos crímenes, e implica a los medios de comunicación israelíes en su normalización al recibir a comentaristas y presentadores que hablaban del uso de la violencia sexual como herramienta legítima en la guerra. Por ejemplo, destaca los comentarios que Eliyahu Yosian, del Instituto Misgav, hizo en el Canal 14, de extrema derecha, al decir: “La mujer es un enemigo, el bebé es un enemigo y la mujer embarazada es un enemigo” (después de que el Canal 14 publicara el clip en Internet, recibió más de 1,6 millones de visitas).

De acuerdo con los testimonios presentados a la comisión, a menudo a las mujeres víctimas les resulta extremadamente difícil denunciar los abusos. Un ejemplo notable es el de un puesto de control militar israelí cerca de Hebrón, donde un soldado se exhibía habitualmente a las mujeres palestinas que pasaban por allí. Una estudiante que tuviera que pasar por el puesto de control de camino a la escuela probablemente optaría por guardar silencio sobre estos abusos, ya que denunciarlos significaría casi con toda seguridad que tendría que interrumpir sus estudios.

Los ataques contra los centros de salud reproductiva en Gaza constituyen otro aspecto de los crímenes de guerra de Israel por motivos de género. Según el informe, las fuerzas israelíes atacaron sistemáticamente la infraestructura de salud materna de Gaza, los centros de tratamiento de la fertilidad y, de hecho, cualquier institución relacionada con la salud reproductiva. Las conclusiones también incluyen casos de francotiradores que dispararon a mujeres embarazadas y ancianas, y de médicos que tuvieron que practicar cesáreas sin desinfectantes ni anestesia.

Basándose en las conclusiones del informe, Navi Pillay, directora de la Comisión de Investigación, declaró: “La única conclusión posible es que Israel utilizó la violencia sexual y de género contra los palestinos para infundir miedo y perpetuar un sistema de opresión que socava su derecho a la autodeterminación”.

Un duro despertar

A diferencia del informe paralelo de la ONU publicado en marzo de 2024, que investigaba los crímenes de género cometidos por militantes de Hamás contra mujeres israelíes el 7 de octubre, el informe actual apenas recibió cobertura mediática, ni en Israel ni en el resto del mundo.

Resulta que ni siquiera la dramática escalada de crímenes de género contra mujeres y niñas durante la guerra, y la inequívoca determinación de que el uso de estos métodos por parte de Israel era sistemático y no meros actos aislados cometidos por soldados, fue suficiente para que las organizaciones de mujeres israelíes o internacionales se opusieran, condenaran o incluso solicitaran que se examinara urgentemente la cuestión. Ni siquiera el hecho de que el informe se publicara pocos días antes del Día Internacional de la Mujer bastó para impulsar seminarios web, simposios o conferencias en universidades de todo el mundo, ni debates de urgencia en comisiones parlamentarias para promover los derechos de la mujer.

Aquí, en Israel, las reacciones han ido desde el silencio hasta la negación rotunda. “La ONU apoya a los terroristas de Nukhba y a Hamás”, afirmó Hagit Pe’er, presidenta de Na’amat, la mayor asociación de mujeres de Israel. “Se trata de un informe con un marcado tufo antisemita. Es un intento de crear una realidad alternativa e invertida en respuesta a la masacre sexual perpetrada por Hamás contra mujeres y hombres israelíes, mientras las instituciones internacionales, incluidas las organizaciones de mujeres de todo el mundo, guardan un llamativo silencio. Estas son las mismas organizaciones que condenan cualquier violencia sexual, a menos que las víctimas sean mujeres israelíes y judías”.

También expuse las conclusiones del informe a la profesora Ruth Halperin-Kaddari y a la ex fiscal militar jefe Sharon Zagagi-Pinhas, del Proyecto Dina, una iniciativa encargada de documentar la violencia sexual de Hamás. Ellas también lo descartaron por considerarlo “un paso más en la campaña para deslegitimar a Israel”.

“Desde su creación en 2020, [la Comisión de Investigación de la ONU sobre el Territorio Palestino Ocupado] ha adoptado un sesgo unilateral y antiisraelí en la gran mayoría de sus actuaciones, lo que se refleja claramente en el presente informe”, afirmaron Halperin-Kaddari y Zagagi-Pinhas en respuesta a mi pregunta.

“¿Cómo pueden compararse las afirmaciones de este informe con los brutales crímenes de violencia perpetrados sistemática y deliberadamente por Hamás el 7 de octubre: horribles actos de violación, mutilación genital y violencia sexual infligida incluso a cadáveres?”, continuaron. “Es absolutamente lamentable que, en lugar de tomar medidas para incluir a Hamás en la lista negra de organizaciones que cometen violencia sexual como arma de guerra, la Comisión haya elegido un camino distinto”. “En cuanto a las propias acusaciones”, añadieron, “a diferencia de Hamás –que niega sistemáticamente sus crímenes–, si alguna de estas denuncias tiene fundamento, las autoridades israelíes están obligadas a investigarlas debidamente”.

Como muchas mujeres en Israel, durante esta guerra yo también he experimentado un duro despertar feminista. He perdido camaradas palestinas a las que no les gustó mi condena de la violencia de Hamás contra las mujeres israelíes el 7 de octubre, y he perdido amistades judías que consideraban a las mujeres de Gaza objetivos legítimos.

Tras una dolorosa reflexión, he entendido la fuerza y el coraje que debemos cultivar las mujeres para denunciar, de forma inequívoca, cualquier violencia contra el cuerpo de una mujer como un hecho abominable, ya sea palestina o israelí. No tendría que ser necesario explicar que ninguna madre debería ser asesinada –tanto si su hijo es pelirrojo como de piel oscura, de ojos verdes o marrones–, y que ningún bebé debería ser alimentado con la insaciable maquinaria bélica de hombres ávidos de poder y riqueza.

Las mujeres –jóvenes y mayores, madres e hijas, feministas e incluso las que no se definen como tal– debemos alzar la voz y decir: basta ya de guerra. Esta patria no se liberará en nuestros cuerpos, y no merece la pena construir ningún futuro a partir de los restos del naufragio de nuestros vientres.

CTXT  DdA, XXI/5.968

UNA VALIOSA IMAGEN DE LOS PRESOS REVOLUCIONARIOS DE LA CÁRCEL DE EL COTO


Félix Población

Tanto en los programas de los partidos de izquierda como en las calles, una de las reivindicaciones más sonadas antes de la elecciones del 16 de febrero de 1936 que darían la victoria al Frente Popular fue  la liberación de los presos que habían sido encarcelados tras la llamada Revolución de Asturias, que tuvo también repercusiones en Madrid y Cataluña. 

Una de las más concurridas manifestaciones se celebró en la plaza de la Puerta del Sol, lugar históricamente marcado por la proclamación de la Segunda República. En lugar de los gritos que celebraron el 14 de abril de 1931 esta efeméride, la palabra amnistía resonó con especial fuerza días antes de que el 21 de febrero de 1936 la Diputación Permanente de las Cortes aprobara la amnistía de cuantos reclusos fueron condenados como consecuencia de aquel brote revolucionario, especialmente trágico en Asturias.

El historiador Hugh Thomas cifró en torno a 2.000 el número de víctimas mortales en esa región, de los que 1.500 fueron revolucionarios fallecidos en los combates contras las fuerzas armadas. En todo el país fueron encarceladas entre 30.000 y 40.000 personas, por lo que la reivindicación de su libertad era algo muy presente en los mítines, la propaganda electoral y la prensa de izquierda.

Por lo tanto fueron miles de presos los que se beneficiaron del decreto-ley, que también incluía los delitos político-sociales posteriores a noviembre de 1933, mes en el que se celebraron los anteriores comicios, primeros en los que votaron las mujeres, y que dieron la victoria por mayoría a los partidos de derecha y extrema derecha.

El decreto-ley fue aprobado por unanimidad y constaba de un sólo artículo. La convocatoria para el debate se planteó el día anterior, por lo que la mayoría de los diputados no pudieron asistir, aunque sí estaba a favor de la normativa. Incluso los de la CEDA, que consideraban prioritario el mantenimiento del orden público y eran conscientes de que aquella era una demanda mayoritaria tal como reflejaron las urnas. 

La fotografía corresponde a la liberación de los presos revolucionarios en la cárcel gijonesa de El Coto, que no tiene lugar el año que aparece impreso en la instantánea, sino el día anterior a la publicación del decreto-ley en 1936, igual que ocurrió en la Cárcel Modelo de Oviedo, las dos prisiones con mayor número de reclusos como consecuencia de aquellos hechos. En la de Oviedo se encontraba Javier Bueno Bueno, el periodista madrileño director del diario socialista Avance, fusilado en 1939 por el dictador.

Según recogen los periódicos de la época, una gran concentración de familiares, amigos y camaradas de los presos se agrupó en torno a esta última cárcel, forzando la salida de los amnistiados, en la que intervino la recién elegida diputada por Asturias del Partido Comunista Dolores Ibarruri. El número de reclusos encarcelados en la prisión de El Coto rondaba los 300, muchos de los cuales aparecen en primer plano junto a sus familiares después de salir del penal a partir de las cuatro de la tarde, según el día El Noroeste, entre las aclamaciones y la emoción de quienes los esperaban.

En un desfile improvisado, los reclusos fueron desfilando por las calles de la ciudad hasta las estaciones de Langreo y del Norte, desde donde viajaron en tren a sus domicilios, leemos en el citado diario, que también informa de la libertad recobrada por los presos de las cárceles de Oviedo y Langreo, dando como cifra total la de 900. 

DdA, XXI/5.968

LOS MINEROS MUERTOS Y OTROS MUCHOS MUERTOS DE LA LARGA LISTA DE LA INCURIA


El articulista recuerda, a propósito de los cinco mineros muertos en Zarreú, otras muchas muertes que salieron prácticamente gratis, desde el accidente del Metro de Valencia a las víctimas de la Dana, para que no ocurra lo mismo con los cinco trabajadores leoneses fallecidos en la mina asturiana. La lista de la incuria se está haciendo demasiado larga.

Armando Nosti

Vivimos en un país donde los muertos salen gratis, o como mucho, se pagan con la dimisión de algún cabeza de turco. La muerte de cinco mineros en Zarréu, no puede saldarse con la dimisión de una consejera recién llegada, aunque pudiera tener responsabilidades por su cargo anterior y sean inadmisibles sus disculpas: “Si en la mina de Zarréu se extraía carbón de manera ilegal y en condiciones de extrema peligrosidad, la responsabilidad es de la empresa y del director facultativo”, eso es evidente, pero también lo es que un mínimo control por parte de su consejería o la de trabajo lo hubiera impedido. Son muchos los interrogantes que rodean este caso, los permisos concedidos no parecen amparar las labores que se realizaban, tampoco las inspecciones periódicas eran otra cosa que un trámite cuyas indicaciones se incumplían. Si se extraía carbón para comercializarlo, y todo parece confirmarlo, no se cumplían las medidas de seguridad que hubieran impedido un accidente como el que se produjo, más propio del siglo pasado que de éste. Se ha publicado que los antiguos propietarios cobraron al menos un millón de euros de subvención por el cierre de la mina, ya están tardando en reclamárselo. Una comisión parlamentaria que aclare estos interrogantes es necesaria; aunque desgraciadamente, tal cómo se desarrollan estas comisiones no sirva de mucho, al menos, pondrá en evidencia a algún responsable y al margen de sus conclusiones, los ciudadanos sacaremos las nuestras. Lo importante es que Policía y Guardia Civil prosigan con sus investigaciones sin que nada interfiera en ellas, sin que las tramas mafiosas que hacen del carbón ilegal un negocio muy lucrativo lo impidan.
Estamos hablando de la extracción de carbón y su comercialización sin permisos y sin control. No es posible que sin la complicidad de muchos estamentos, toneladas de carbón ilegal se incorporen al mercado del que si lo es para mezclarlo y comercializarlo en conjunto. Está sin resolver el caso de una empresa asturiana, NMR, puesta como ejemplo de emprendimiento, que llegó a patrocinar al Real Oviedo, y de la noche a la mañana quebró dejando deudas millonarias y la desaparición de ciento veinte mil toneladas de carbón almacenadas en El Musel. Demasiado carbón, demasiado volumen para que pase desapercibido sin complicidades importantes.
Salieron prácticamente gratis los 43 muertos del Metro de Valencia, los 80 del AVE de Santiago, los 62 del Yak 42, los 193 del 11M, los 7.291 de las residencias madrileñas y los 215 de la DANA, no podemos consentir que los 5 de Zarré y engrosen la lista de la incuria, por justicia.

DdA, XXI/5.968

miércoles, 23 de abril de 2025

REVILLA ENTRA EN CAPILLA


Félix Maraña

Tras presentar la demanda,
el Borbón de multiusos,
se presenta con más lujos,
para seguir la parranda,
mientras sigue la mandanga
y un grupo muy reducido
de monárquico perdido,
llega a Sansenxo exultante.
Que dicen que el navegante
vuelve a buscar otro nido.
Viene a buscar más testigos
de confianza y buena fe,
para que el juez no lo dé
carpetazo, y sus amigos
apunten cargos, castigos
para inculpar a Revilla,
para aumentar la cuadrilla
y meter miedo a la gente,
para seguir la corriente,
del rey sin trono ni silla.
Un Borbón de pacotilla
que en vez de viajar a Roma,
al funeral sin corona,
sin Corina y sin mantilla,
se presenta en esta orilla
de los vivos y el marisco.
Y que el ministro del Fisco
procure darle al fiscal
las pruebas de tanto mal,
para darle buen pellizco.
Entre anchoas y anchoillas,
entre bien y estate quieta,
entre la vida secreta
y un andar con zapatillas,
entre un huevo con puntillas
y un marisco fresco y noble,
no hay vecino que no doble
ante exquisito manjar.
El cielo puede esperar
y resistir como el roble.

DdA, XXI/5.967

A LA ENCARGADA DE SEGURIDAD DE ESTADOS UNIDOS LE ROBAN EL BOLSO

Durante su primer mandato, Trump se obsesionó con evitar el incesante flujo de filtraciones a la prensa acerca del funcionamiento interno de su gobierno, y es claro que esa preocupación estuvo entre sus motivaciones para escoger cuidadosamente a personas comprometidas hasta el fanatismo con su programa y su figura de cara al segundo término que recién comienza. De manera paradójica, casos como los referidos apuntan a que las filtraciones no se detendrán, aunque esta vez no provengan de la deslealtad, sino de la lastimosa incompetencia de sus funcionarios.


EDITORIAL

El presidente Donald Trump, como su par en el extremismo de derechas Margaret Thatcher en la década de 1980, ha empleado sin rubores el vocabulario fascista para referirse como "enemigo interno" a toda disidencia y en particular a la principal víctima de su discurso de odio, los migrantes. Sin embargo, en los tres meses transcurridos desde su regreso a la Casa Blanca el verdadero enemigo de Estados Unidos y de su propia administración han sido él mismo y los integrantes de su gabinete, cuyas erráticas conductas han puesto en riesgo desde la economía hasta la seguridad nacional, pasando por la relación con las élites académicas que históricamente han trabajado a favor de los intereses imperialistas de Washington, sin distingos partidistas.

Hace unos días, se reveló que el secretario de Defensa, Pete Hegseth, compartió en dos ocasiones planes confidenciales de ataque a Yemen, incluidos los horarios de despegue de aviones de combate, en un grupo de Signal. El primer evento salió a la luz porque el asesor de seguridad nacional del presidente, Mike Waltz, añadió por error al editor en jefe de The Atlantic, pero ahora se sabe que Hegseth creó otro chat grupal en el que participaban su esposa, su hermano y su abogado personal. Los dos últimos son también empleados del Pentágono –lo cual refuerza la percepción de que el nepotismo y los conflictos de intereses son el sello del trumpismo–, pero ninguno posee un cargo ni un rango que justifique compartirles datos tan delicados. Trump ha defendido sin resquicios a su subordinado, hasta el punto de calificar de pérdida de tiempo hablar del tema.


Los problemas de Hegseth eran previsibles y evitables. Desde hace años se le ha acusado de abuso de alcohol, violencia doméstica y malversación de fondos. Es abiertamente misógino y defiende el perdón a criminales de guerra. Al igual que su jefe, Hegseth se vio envuelto en un escándalo de pago a cambio de silencio a una mujer con quien se involucró sexualmente; con un agravante: la mujer lo acusa de agresión sexual. El funcionario admite haberle pagado por ocultar los hechos para evitar consecuencias profesionales cuando era presentador de Fox News, aunque niega la existencia de abuso.

El pasado fin de semana, por otra parte, a la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, le robaron en un restaurante un bolso con 3 mil dólares en efectivo, su pasaporte, la placa de seguridad del departamento que encabeza, su permiso de conducir, llaves de su vivienda y cheques en blanco. El hurto de un bolso a una funcionaria de máximo nivel, quien cuenta con protección permanente del Servicio Secreto, raya en lo inverosímil y levanta suspicacias acerca de las circunstancias en que ocurrió la pérdida de la prenda. Del mismo modo, aunque nadie está salvo de un carterista hábil, tiene un tinte cómico que le roben el bolso a la encargada de la seguridad de una superpotencia planetaria.

Adicionalmente, medios de comunicación afirman que la confrontación con la Universidad Harvard, considerada la más prestigiosa del país, escaló hasta debido al envío accidental de un correo electrónico que debió haberse almacenado en borradores. En ese texto se exige al centro de estudios plegarse a políticas de contratación, admisiones y curriculares tan invasivas que a sus directivos no les quedó otra opción que rechazarlas públicamente. La incontinencia verbal del mandatario hizo el resto, y hoy se vive un choque tan incómodo como innecesario entre pilares del poderío estadunidense. Como parte del caos desatado por el delirio arancelario de Trump, en una semana tres personas han dirigido el Servicio de Impuestos Internos (IRS, por sus siglas en inglés, equivalente del SAT mexicano) y han menudeado otros escándalos menores imposibles de reseñar en este espacio.

Durante su primer mandato, el magnate se obsesionó con evitar el incesante flujo de filtraciones a la prensa acerca del funcionamiento interno de su gobierno, y es claro que esa preocupación estuvo entre sus motivaciones para escoger cuidadosamente a personas comprometidas hasta el fanatismo con su programa y su figura de cara al segundo término que recién comienza. De manera paradójica, casos como los referidos apuntan a que las filtraciones no se detendrán, aunque esta vez no provengan de la deslealtad, sino de la lastimosa incompetencia de sus funcionarios. Y ésa es, tal vez, el principal enemigo interno.

LA JORNADA MX.