viernes, 13 de junio de 2025

¿DEL EXTERMINIO PALESTINO A UNA GUERRA MUNDIAL? ¿NO SE VA A PARAR A NETANYAHU?

La manía trumpiana por borrar el legado de su antecesor demócrata Barack Obama lo llevó a retirarse unilateralmente y restablecer la política de aniquilación contra Irán. La irresponsabilidad y el cortoplacismo del magnate, junto a la sed de sangre de Netanyahu, amenazan con incendiar la región y llevar a una escalada de ramificaciones inquietante. ¿Se pasará del exterminio palestino a una guerra mundial? ¿Nadie va a parar a Netanyahu? 


EDITORIAL

Las fuerzas de colonización e invasión de Israel –orwelianamente llamadas Fuerzas de Defensa por Tel Aviv– atacaron ayer por la noche decenas de objetivos en Teherán y otras localidades iraníes con el pretexto de desmantelar el programa atómico persa al que acusa, sin pruebas, de perseguir objetivos militares. El pasado 5 de junio, Israel bombardeó áreas densamente pobladas de la capital libanesa, mientras ayer mismo en la madrugada invadieron Siria y secuestraron a varias personas, por lo que en apenas una semana las tropas israelíes han agredido a tres naciones soberanas, lo que, sumado a su ocupación permanente de los territorios palestinos, la ampliación de sus anexiones ilegales de tierras de Líbano y Siria y el rapto de un buque de la Flotilla de la Libertad que intentaba llevar ayuda humanitaria urgente a la franja de Gaza, da cuenta de los niveles de violencia alcanzados por Tel Aviv bajo el mando del fascista Benjamin Netanyahu.

En los bombardeos a edificios civiles de Irán fue asesinado, según una agencia de noticias de esa nación, el mayor general Ho-ssein Salami, comandante del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica; el régimen de Tel Aviv afirmó que además asesinó al jefe del ejército iraní, Mohammad Bagheri, así como a otros mandos militares y a científicos nucleares. Se trata de la enésima prueba de que el primer ministro israelí está dispuesto no sólo a exterminar al pueblo palestino, sino a arrastrar al mundo entero a una guerra total si ello es lo que requiere para eludir o al menos postergar los juicios por corrupción que se le siguen en su país y así mantenerse en el poder.

Asimismo, hay una deliberada provocación e incluso un insulto personal en el hecho de que la agresión fue llevada a cabo sólo tres días después de que su principal aliado, cómplice y patrocinador, el presidente estadunidense Donald Trump, le pidiera de forma explícita abstenerse de iniciar una confrontación con Teherán, mientras siguen su curso las negociaciones bilaterales en torno al desarrollo de la tecnología atómica iraní. Con sus actos, Netanyahu ratifica la postura israelí que se ha consolidado en los lustros recientes: Tel Aviv hará lo que quiera, cuando quiera, como quiera y contra quien quiera, dando por sentado que ninguna transgresión hará vacilar el apoyo incondicional de Washington al proyecto sionista.

Por otra parte, aunque Trump ha repetido sus llamados a la contención de Netanyahu desde su regreso a la Casa Blanca en enero pasado, no puede olvidarse que el magnate es el responsable principal de la virulencia israelí y de que hoy por hoy Medio Oriente pase por uno de los momentos más delicados de su convulsa historia. La ultraderecha israelí no tendría excusas para golpear a Irán si, en su primer mandato, Trump se hubiera limitado a respetar el histórico acuerdo alcanzado en 2015 por Washington y Teherán, con China, Rusia, Francia, Reino Unido y Alemania como avales.

Ese tratado ya daba a Occidente todas las garantías y mecanismos para supervisar que el programa nuclear iraní siguiera objetivos civiles legítimos a cambio de suavizar las sanciones ilegales que asfixiaban al pueblo de la República Islámica, pero la manía trumpiana por borrar el legado de su antecesor demócrata Barack Obama lo llevó a retirarse unilateralmente y restablecer la política de aniquilación contra Irán. La irresponsabilidad y el cortoplacismo del magnate, junto a la sed de sangre de Netanyahu, amenazan con incendiar la región y llevar a una escalada de ramificaciones inquietantes.

Por último, es necesario remarcar que todos estos episodios de horror sólo son posibles por la permisividad de la comunidad internacional –y en particular de la supuestamente democrática Europa– con Israel, al que se le disculpan, justifican e incluso aplauden crímenes de guerra, asesinatos de funcionarios extranjeros, actos de terrorismo perpetrados en terceros países, violaciones permanentes a los derechos humanos e incluso un 

 LA JORNADA MX                                       DdA, XXI/6.011

EL CARTERO DE LOS BARRANCOS Y LA FELICIDAD DE DAR


Mauro Castro

Mi bisabuelo fue cartero en una época en la que las noticias no llegaban con un clic, sino a pasos firmes sobre la tierra, cruzando veredas, laderas y barrancos. Cuando la distancia no se medía en kilómetros, sino en días, y las palabras viajaban dentro de sobres que contenían algo más que tinta: esperanzas, noticias, amor, despedidas...
Siendo pequeño, tuve el privilegio de acompañarlo alguna vez en su recorrido. Caminando juntos de casa en casa, repartiendo papeles que eran tesoros. Uno de esos días quedó grabado en mi memoria como si se tratara de una película detenida en el tiempo. Recuerdo con especial nitidez un momento al llegar a una de las casas, mi bisabuelo metió la mano en su maleta, una vieja valija de cuero marcada por el polvo de los caminos, y extrajo una carta. La sostuvo con ambas manos, como si de una reliquia se tratara, y con una solemnidad casi papal se la entregó a aquella señora que permanecía de pie frente a él, inmóvil y con los ojos abiertos de esperanza. En cuanto tomó la carta y vio su remite, las lágrimas comenzaron a correr por sus mejillas... y también por las de mi bisabuelo.
Ese día, sin saberlo, aprendí una lección que me acompaña en mi vida; la felicidad no pertenece solo a quien recibe, sino también a quien da...

Villa de Garafía
Isla de La Palma

DdA, XXI/6.011

ANTÓNIO COSTA, PEDRO SÁNCHEZ Y LA CORRUPCIÓN


Paco Faraldo

Aquí cerca, en Portugal , ocurrió recientemente algo que debiera inspirar al presidente español a la hora de tomar una decisión sobre su futuro. ¿Qué hizo António Costa cuando percibió el inconfundible aroma de la corrupción en el despacho de su jefe de gabinete? Se hizo a un lado, abrió las piernas y dejó pasar por allí aquel aire fétido. Nadie ha demostrado todavía que tuviera algo que ver con el turbio asunto de las concesiones a las empresas energéticas en las que se veían implicados su jefe de gabinete y muchos munícipes de su partido. Pero su olfato respondió y le dijo que era el momento de hacer las maletas rumbo a parajes más apacibles. Y ahí lo tenéis en la UE como presidente del Consejo de Estado, un puesto cómodo, sin poder ejecutivo, pero que le permite perorar sobre multitud de asuntos sobre los que hasta ahora no reconocíamos a D. António competencia alguna.

Aquí tenemos un presidente más resistente, pero más torpe. Su decadencia es evidente, y esa culminación imitando a Rajoy en su petición de perdón por los mismos pecados cometidos, colma el vaso. El gobierno de coalición a toda costa, y lo reitero ahora porque lo dije en su momento, fue un error táctico y estratégico y abortó la posibilidad de crecer en la oposición para crear una alternativa real de izquierdas. Este gobierno se ha llevado por delante a muchos compañeros y compañeras, ministros o altos cargos que se han dejado inútilmente la piel en el empeño.

Y lo que tiene más interés dramático es que comienza la hora de los traidores y los resentidos. En primer lugar los que perdieron la moción de censura que encumbró a Sánchez, susanistas o de otro pelaje, que no están muertos sino cómodamente instalados en Europa, en parlamentos regionales, en el Senado, en consejos de administración muy rentables. Y otros que asomarán la oreja los próximos días, porque huele a sangre, y eso excita. Vamos a flipar. El que pueda hacer, que haga.

DdA, XXI/6.011

CERDÁN DOTA DE VERACIDAD EL ARGUMENTARIO DEL PP

Visto el panorama europeo y luego de la comparecencia de ayer del Presidente del Gobierno, parece cada vez más claro que la “excepción española” está hoy mucho más cerca del final que hace unas semanas. Y como suele suceder, más por errores propios que por aciertos del adversario. Lo cierto es que el caso Cerdán dota de veracidad el argumentario del Partido Popular, después del fracaso de la concentración del domingo pasado. ¿Dimitirá Sánchez como secretario general de su partido y seguirá gobernando? Me parece posible. 



EDITORIAL

Pálido, contrito y aparentemente abatido, Pedro Sánchez ha pedido este 12 de junio perdón a la ciudadanía y a la militancia socialista –en una comparecencia que recordó a la famosa petición de disculpas del rey exiliado– por la supuesta implicación del número tres del PSOE, Santos Cerdán, en el cobro de comisiones ilegales a cambio de adjudicaciones de obras públicas, revelada el día anterior por un informe de la UCO, la unidad de la Guardia Civil que investiga el caso Koldo. El presidente del Gobierno y líder del PSOE anunció además que, tras exigir la renuncia de su secretario de organización, con el cual trabajó codo a codo desde 2014, pedirá una auditoría externa de las cuentas del partido y reestructurará la comisión ejecutiva del PSOE. Luego, descartó convocar elecciones antes de 2027. 

La primera impresión de la comparecencia es que Sánchez, maestro de la resistencia numantina, ha ganado tiempo y espacio para sopesar cuál es el mejor momento de anunciar el adelanto electoral y presentarse a su enésima batalla perdida como un presidente honrado y eficaz, que ha sido injustamente perseguido por las cloacas y la brigada mediático-judicial de una ultraderecha que no solo tolera sino que fomenta la corrupción. 

Este relato, que en buena parte es real, tiene ahora una falla muy profunda que Sánchez debería asumir: no una sino dos manos derechas, las dos personas de su máxima confianza dentro del partido, Ábalos y Cerdán, están implicados en sendos escándalos de corrupción. Y a la ciudadanía le quedan básicamente dos opciones: o bien piensa que Sánchez es tan corrupto como sus colaboradores, o bien deduce que el presidente se hace la víctima pero ha confiado el destino de su partido a dos tipos nada recomendables, y además ha sido incapaz de controlarlos. 

La realidad es seguramente menos taxativa. Sánchez lleva gobernando el país desde 2018, y en esta legislatura ha sufrido un verdadero calvario, marcado por los feroces ataques de la derecha trumpista. Salvo la ley de amnistía concedida a los políticos catalanes procesados por el Supremo –con quienes por cierto negoció Cerdán en nombre del PSOE, y de Sánchez–, pocos avances políticos hay que destacar de estos dos años de coalición progresista en minoría. El Gobierno, en lo fundamental, se dedica a capitalizar la buena situación económica que atraviesa el país.

Queda, desde luego, el clima atroz de inquina, el odio desatado contra el “felón” y el “gobierno ilegítimo”: ese levantamiento judicial y mediático permanente, el mediafare y el lawfare, visible en los insultos personales de cada día, en las mentiras y los bulos, y condensado en los tribunales a través de los brutales procesos abiertos contra Begoña Gómez y el Fiscal General del Estado. 

La tragedia es que el asunto Cerdán es más útil que todo lo demás para dotar de veracidad el argumentario del PP que trata de dibujar el gobierno de Sánchez como una mafia instalada en el Estado a la que hay que expulsar. No existe tal cosa. Pero la financiación ilegal de los partidos a través de mordidas de las grandes constructoras es el motor recurrente de la corrupción bipartidista desde 1978. 

Llegados a este punto, convocar elecciones sería lo coherente. Pero con la izquierda rota y el PSOE sin rumbo, y sabiendo que eso equivaldría a entregar en bandeja el poder a la ultraderecha, quizá Sánchez busque alguna solución imaginativa. Una hipótesis sería dimitir como secretario general del PSOE, asumiendo su responsabilidad política directa, para dejar claro a sus odiadores que no volverá a ser candidato a presidente, y seguir gobernando. Eso abriría un proceso democrático de sucesión, y daría tiempo (o no) a que las penosas familias y demás parientes de la izquierda se recompongan o se organicen, si ese milagro fuera posible. 

Haga lo que haga Sánchez, lo que parece cada vez más claro es que la “excepción española” está hoy mucho más cerca del final que hace unas semanas. Y como suele suceder, más por errores propios que por aciertos del adversario. 

CTXT DdA, XXI/6.011

ALGO HABRÁ QUE HACER PARA QUE EL PRÓXIMO GOBIERNO NO NOS LLEVE ATRÁS

 


Félix Población 

La misma mierda es, se dijo en las calles al equiparar por sus corrupciones al Partido Popular y al PSOE. Fue la corrupción política, judicial y mediática la que redujo a la insignificancia al único partido que desarrolló su labor  sin que lo salpicara un solo caso de esa lacra, aunque no dejaron de acosarlo y perseguirlo con acusaciones falaces desde los citados estamentos para que "todos fueran iguales". Es improbable que ese partido renazca porque también lo dinamitaron desde dentro, hiriendo de muerte las expectativas que levantó, resentidas igualmente por los propios errores de la organización. Pero el porvenir político de este país no puede seguir estando en los dos partidos que se han turnado durante decenios sin dejar de servirse de sus gobiernos para delinquir. Eso podría abocar a una democracia/basura o a una dictadura en toda regla. En España hay una ciudadanía, constituida por millones de personas que están hartas y en contra de lo que durante varias décadas esta siendo la nota común más repetida de la actualidad. Se habla de corrupción a todas horas, en todos los medios, estudios y platós de televisión. Millones de personas -muchas de ellas aquellas que votaron por Podemos cuando este partido estuvo a punto de superar al PSOE- están tan hastiadas de esa actualidad maloliente que quizá aún podrían recuperarse de las decepciones experimentadas con otras alternativas si, frente a la persistente corrupción bipartidista, surgiera un frente común republicano de organizaciones regeneradoras y progresistas que, olvidando las estúpidas rencillas de la división por egos y traiciones, tuviera como propósito clave aglutinar el voto de la mayoría social para cerrar el camino de un modo firme tanto a ese bipartidismo  como a la posibilidad de que su consecuencia nos conduzcan a perder buena parte de los derechos propios de una democracia que se atenga a sus principios. La derecha de que disponemos en España, aliada con la extrema derecha para gobernar como parece previsible, no garantiza actualmente el respeto a esos principios, por lo que, ante un PSOE seriamente dañado ahora por los casos de presunta corrupción de sus dos últimos secretarios de organización, algo habrá que hacer para que el próximo Gobierno no nos lleve atrás, allí donde muchos sabemos que no queremos volver a estar porque lo conocemos. El problema está entre quienes no lo probaron ni tuvieron oportunidad de sanear su ignorancia histórica.

PS. Alguien recuerda hoy lo que se dijo de Podemos: no es un extremo, es una necesidad extrema de higiene política.

DdA, XXI/6.011

jueves, 12 de junio de 2025

RECUERDO DE MICHAL PELEG, LA ESCRITORA PACIFISTA ISRAELÍ


Que se apaguen voces y resistencias como las de esta escritora pacifista israelí, de cuyo fallecimiento nos da noticia nuestro estimado profesor Javier de la Puerta, es especialmente doloroso cuando tanta atrocidad se ha desatado contra la población palestina. Por eso nos hacemos eco de esta información, haciendo constar nuestro sentimiento a los familiares y amigos de la fallecida. Personas como ella honran a la humanidad.

"Los pacifistas israelíes estamos de luto. Michal Peleg, la mujer que sostiene el cartel "Stop de occupation!", ha fallecido accidentalmente en una playa de Creta*. Michal era una escritora y activista conocida, luchadora incansable durante decenios contra la ocupación israelí. La foto no es reciente. Hice esta foto el viernes 21 de enero del 2022, en el barrio de Sheikh Jarrah, en Jerusalén este. Una lucha de años en contra de la destrucción de casas palestinas y el asentamiento de colonos israelíes en este barrio. El inicio del actual conflicto en Gaza paralizó las manifestaciones semanales, los viernes a las 15:00 ó 16:00, ante el miedo de la población palestina de Sheikh Jarrah. En este vecindario se encuentra el Consulado de España. Como anécdota, Michal se defendía en español. Y aunque yo prefería hablar con ella en hebreo o inglés, ella siempre insistía en practicar conmigo su español. Y lo conseguía. Fue detenida 4-5 veces, la policía le rompió una vez el brazo... Y hasta con el brazo escayolado venía a las manifestaciones"

*"Con gran pesar debemos anunciar que Michal, autora, creadora, excursionista y mujer generosa, fue encontrada muerta en medio del mar, a pocos kilómetros de la playa donde fue a pasear”, dijo su familia. El cuerpo de Michal Peleg, escritora israelí de 65 años, fue descubierto frente a la costa norte de Creta , poniendo fin a una búsqueda de cinco días que cautivó a su familia y amigos. Se cree que Peleg, quien había sido reportada como desaparecida desde el miércoles 4 de junio, murió al caer durante una caminata en solitario cerca de su hogar temporal en la aldea de Kavusi, al este de Creta. Había estado alquilando un apartamento en la isla durante varios meses para trabajar en un nuevo libro y tenía previsto regresar a Israel el día del hallazgo de su cuerpo. "Todos esperábamos con ansias su regreso esta semana, y entonces recibimos la devastadora noticia", dijo Yoav, un familiar cercano.

La desaparición de Peleg fue reportada a las autoridades griegas el jueves después de que no respondiera a sus amigos ni contactos locales en Israel, lo que desencadenó una extensa operación de búsqueda. Un equipo especializado de la unidad de rescate israelí Harel 669, compuesto por tres profesionales, se unió a la policía griega , la guardia costera, los bomberos y los voluntarios locales en la búsqueda. La búsqueda se centró en las zonas costeras y montañosas alrededor de Kavusi, donde Peleg era conocida por disfrutar del senderismo y la natación. Su familia observó que su vivienda alquilada permanecía ordenada, con su pasaporte, billetera y computadora portátil intactos, junto con galletas recién horneadas y un rompecabezas sin terminar, lo que indicaba que planeaba regresar pronto. 

Nacida en Haifa en 1959, Peleg fue una célebre artista, periodista y autora que vivió en Etiopía durante su infancia debido al puesto diplomático de sus padres. Excorresponsal de periódicos israelíes en Italia, también impartió clases en la Academia de Artes Bezalel y publicó ensayos en Haaretz. Su familia sospecha que se cayó de un acantilado durante una excursión, un trágico accidente en una zona conocida por su terreno accidentado. La policía griega está realizando una autopsia para confirmar la causa de la muerte , mientras que los seres queridos de Peleg lloran la pérdida de un alma vibrante y aventurera cuyo legado perdura a través de sus contribuciones literarias. JFEED

DdA, XXI/6.010

MEMORIAS MILITANTES DE VÍCTOR CLAUDÍN CONTRA EL OLVIDO


A este Lazarillo le parece un libro imprescindible, sobre todo para memorias septuagenarias, este del escritor, periodista y más Víctor Claudín, del que llevo leída con gusto la mitad. Lo será aún más para quienes compartieron con el autor similares derroteros durante la dictadura y muy parecidos criterios acerca de la santificada transición. Somos de aquellos que en su día pensamos que la alternativa para una España democrática era una República Federal. Pudo más la reforma que la ruptura y durante cincuenta años no hemos dejado de notarlo hasta los días de hoy. Pruebe quien quiera recordar lo vivido o alumbrar la historia de de este país con estas memorias abundantes. Tal como dice Valentín Martín, se trata de una prosa barojiana y emocional, dando voz a una trayectoria biográfica que se lee como una novela torrencial y sin cautela, donde un hombre atraviesa años y sagas hasta encontrarse el autor consigo mismo y desnudarse. Se titula "Contra el olvido" y Víctor Claudín lo logra, al menos hasta donde llevo leído.


Claudín según Claudín

Valentín Martín

Hablo de Víctor, el Bolita del Paseo de los Melancólicos que tuvo mala pata y un miembro normalito. Del que se ha pasado la vida intentando ser buena persona sin darse cuenta de que lo es desde su nacimiento, aunque llegase al mundo de nalgas y con la rebelión incorporada. Esa insurrección que fraguó enseguida un muchacho comunista enamorado del anarquismo transitando compromisos, clandestinidades, cárcel, y lucha, todo ello conviviendo con el teatro, la música, la cultura que aún hoy sigue hablando en sus libros tan apasionantes.

Hablo de Víctor pero sin perder de vista a Claudín, un apellido que inevitablemente remite a lo que Rodolfo Serrano llama en una de las citas que convocan a este libro "el tiempo en que fuimos inmortales."

En esa inmortalidad está Fernando, el comunista español que discutió con Santiago Carrillo y perdió, aunque tuviera razón en su visión política de este país después de perder una guerra y ganar un futuro.

Hablo de Victoriano, el padre topógrafo a quien Víctor quizás descubrió tarde. 8 años de cárcel duelen también más si tardan en saberse. Un padre que recibe aquí la voz del hijo como si este quisiera ajustar aún más las cuentas sentimentales que les siguen uniendo desde el uno y otro lado de la vida.

Hablo del miedo natural de la madre que nació para ser princesa y se enamoró de un vencido, por eso quizás carraspeó hasta el día de su muerte, tan llena de olvidos. La madre que cuando de madrugada oía subir el ascensor con el temor a que parase en su piso y oír lo que María del Mar Bonet cantaba: "esta gente ¿qué querrá"? El apellido Claudín nos remite a quien no sólo conoció nuestra historia reciente, sino a quien estuvo dentro de esta historia.

Hablo del abuelo y sus meneos a la liturgia de la palabra: checoooos, cheeecooos, cheecooslovacos...

Entre estos y otros paisajes humanos nació Víctor Claudín, el hombre que creció muy deprisa, hasta casarse y salir de España a la misma edad que yo salí del seminario: 18 años. No es mucha la diferencia, aunque nos separe algún tiempo: lo nuestro, lo de los dos, fue una huida hacia adelante, como luego hizo el Borbón al traicionar a Franco.

Víctor Claudín ha escrito un libro de memorias. La suya, la de muchos de nosotros, y la de este país que ahora mismo sigue desmemorizado, y quizás con la tentación de desandar lo andado.

Víctor Claudín ha escrito un libro y lo ha hecho sin pudor y con coraje al bautizarse emigrante interior, exiliado, mujeriego, cocainómano, alcohólico, feminista, militante, dinamizador cultural, productor, periodista, amante, ecologista, y siempre escritor. Un escritor que en este libro de memorias abundantes se muestra con una prosa barojiana y emocional. La consecuencia es que el libro se lee como una novela torrencial y sin cautela, donde un hombre atraviesa años y sagas hasta encontrarse consigo mismo y desnudarse.

Pero mucho antes el lector ya se ha dado cuenta de que "Contra el olvido " no es un libro de peripecias personales, sino también una invitación a las interrogantes. ¿Cuándo empieza la vida? Quizás, merodeando las confidencias de Víctor, cuando tira de su propia manta y todo empieza a tener sentido en aquellos veranos de pueblo donde siente que no pertenece a nada ni a nadie: la libertad. Quizás en aquel primer amor, o en los capítulos de una novela donde está ya el escritor. O cuando un oficial de Cartagena le enseñó a nadar en el mar.

Víctor Claudín ahora mismo no sabe si ha sido feliz (¿y quién lo sabe, quién?), pero está seguro de que no puede quejarse. Y de que su última vida con Chus no la cambia por nada.

Su vida, la de Víctor Claudín, está hasta las cejas de honestidad. Cuando militar era jugarse la vida, militó. Cuando su lucidez le empujó a dejar una militancia por su desacuerdo con el partido, abandonó esa militancia, pero jamás dejó el compromiso.

Al cerrar el libro, uno piensa muchas cosas. Pero sobre todo una que define al hombre y al escritor: este es Víctor Claudín que jamás tuvo la vida desierta. Y que en la tarde de esta vida se hace a sí mismo una pregunta en la que participamos todos: ¿Nos leen nuestros hijos? Entendiendo por hijos, a la manera de Arthur Miller, todos los de las nuevas generaciones, en el caso de Víctor Claudín y este libro, si la respuesta es No, ellos se pierden una pasión.

Y acudiendo de nuevo a aquella María del Mar y a nuestra querida Elisa Serna, si no leen a Víctor Claudín en "Contra el olvido". ¿Esta gente qué querrá?

DdA, XXI/6.010

DE LA LEY A LA LEY, POR SI NO SE ACUERDAN

 


Lazarillo

Vivimos estas semanas unas circunstancias, en relación con el juez Hurtado y el Fiscal General del Estado, sumamente pertinentes para recordar lo que en 1977 fue la letra más menuda de aquel tiempo, sin que mereciera la atención requerida, en el que se fue tejiendo el azaroso tránsito de la dictadura al régimen de 1978 bajo la Jefatura del Estado del rey que el dictador dispuso. Mucho se ensalzaba entonces el arreglo gestado y dirigido por Torcuato Fernández Miranda, ministro secretario general del Movimiento durante la dictadura, en base a su famoso y muy orondo lema De la ley a la ley, que muchos años después sirvió de título a una película dirigida por Silvia Quer sobre los comienzos de la transición española, periodo santificado con mayúscula en los libros de la historia oficial. Esa T también es muy ilustrativa. Se trata de un telefilme producido por RTVE y estrenado el 6 de diciembre de 2017. Obviamente, nada se dice en el mismo del recordatorio histórico que da razón a estas líneas. Bastante teníamos entonces con las inclinaciones golpistas de ciertos generales, frecuentemente aireadas en los medios y que encontraron su jornada el 23 de febrero de 1981 -episodio del que aún carecemos de información sobre el verdadero papel del rey-, como para reparar en ese fluido tránsito de magistrados desde el Tribunal de Orden Público franquista, caracterizado por su siembra de reclusos demócratas, a la Audiencia Nacional y al Tribunal Supremo. De la ley a la ley también fue eso y conviene recordarlo cuando pasa lo que pasa. Sólo hace falta hacer memoria histórica, asignatura pendiente no sólo entre las jóvenes generaciones. Habiendo vivido aquel periodo, ni siquiera este Lazarillo recordaba lo que aquí se cuenta y de seguro mereció su atención entonces como reportero mozo.

DdA, XXI/6.011

miércoles, 11 de junio de 2025

ABASCAL A LA FRANCESA: ADMIRÓSE UN PORTUGUÉS...

 


Este señor y su partido consiguieron algo más de tres millones de votos en las últimas elecciones generales, por lo que no debe ser motivo de burla o befa, aunque representando a su partido haga el ridículo, como es el caso. Una parte de nuestra mocedad elige para que la representen a Vox, después de haber carecido de la educación democrática propia de un país que la defienda ante todo y contra todo lo que pueda ponerla en jaque.

Admiróse un portugués
"Admiróse un portugués
de ver que en su tierna infancia
todos los niños en Francia
supieran hablar francés
¡Arte diabólico es!
dijo torciendo el mostacho
¡Que para hablar el gabacho
un fidalgo en Portugal
llega a viejo y lo habla mal
y aquí lo habla un muchacho".
Un tal Santiago Abascal,
que dice ser español,
más incluso que un guiñol,
que habla y pronuncia muy mal,
con un discurso banal,
intentó hablar en francés,
para qué te quiero Andrés,
allá por la dulce Francia.
No hay pronunciación más rancia,
ni que fuera un portugués.
A los fascistas de Francia,
mientras Le Pen se reía,
porque nadie lo entendía,
arengó a la militancia,
con torpeza y arrogancia,
propia de un tipo vulgar.
No sabe ni pronunciar
el francés más comprensible.
Un pensamiento ilegible,
necio, para renegar.

DdA, XXI/6.010

¿HASTA DÓNDE ESTÁ DISPUESTA A LLEGAR LA "JUSTICIA PATRIÓTICA"?

Mientras la Justicia Patriótica decide hasta dónde está dispuesta a llegar, las tertulias se preguntan hoy si no debería dimitir el fiscal procesado. Es un escándalo que ese hombre siga en el cargo, dicen unos; un grave daño a la institución que representa, declaran otros –incluyendo El País– haciendo como que vivimos en 1990. Exigir dimisiones a imputados quizá tuviera sentido en aquellos tiempos en los que confiábamos en que la justicia, mal que bien, hacía funciones de árbitro. Hoy, con la justicia subiendo a rematar los córners y los aficionados de la derecha ondeando banderas del Poder Judicial, las cosas han cambiado. Mientras numerosos jueces compitan por optar al premio consistente en una cena romántica con Aznar, y el Tribunal Supremo lo permita y promocione, es más que discutible exigir dimisiones por imputaciones o procesamientos sin base demostrada cuyo objetivo no es otro que cortar cabezas políticas. 


Gerardo Tecé

En su empeño continuado por lograr la excelencia en lo suyo, la Justicia Patriótica ha logrado esta semana alcanzar un nuevo hito: procesar a un alto cargo del Estado sin un solo indicio en su contra e ignorando las pruebas que demostraban su inocencia. Los éxitos no llegan porque sí. Son décadas de trabajo, de perfeccionamiento de un sistema en el que primero fueron vascos y catalanes. Cobayas con las que no hubo problemas a la hora de experimentar si era posible instruir, juzgar y finalmente emitir condenas fantasiosas sin que el sistema se tambalease. El resultado fue más que positivo, así que en la siguiente fase de desarrollo le tocó a Podemos. Las conclusiones, de nuevo, fueron excelentes: se podía machacar a un partido estatal con vocación de Gobierno mediante escandalosas investigaciones judiciales que, con el objetivo político alcanzado, finalmente quedaban en nada. Hoy le toca el turno al mismo PSOE que se quedó observando todo aquello como si le fuera ajeno.

Campeones, campeones, oé, oé, oé, gritan hoy en el Tribunal Supremo que deberá ratificar el auto del juez instructor Ángel Hurtado, al que ustedes recordarán por éxitos anteriores como el de que la trama Gürtel actuaba a espaldas del Partido Popular. Pobres. No se ordenó indemnizar al partido como víctima de la trama porque hasta el humor judicial tenía sus límites por aquel entonces. Hoy, entregados al más absoluto de los descaros, lo hubieran hecho sin sonrojarse. Se avanza hacia la apertura de juicio oral contra el fiscal general del Estado y la fiscal jefa de Madrid, siguiendo la hoja de ruta prevista desde que comenzó esta investigación patrocinada por la Comunidad de Madrid. Ni la ausencia de pruebas, ni los periodistas que demostraron ante el tribunal que, antes de la fecha en la que se imputa la revelación de secretos al FGE, tenían ya en su poder el mail en el que don Alberto Quirón reconocía los delitos cometidos, han servido para evitar que la gran marcha judicial siga avanzando camino a la Moncloa.

La gran pregunta, ahora que sentar en el banquillo sin pruebas a un alto cargo del Estado ha dejado de ser una línea roja, es cuál será el siguiente paso. Son numerosas las causas abiertas por la Justicia Patriótica contra sus enemigos y todas ellas se encuentran con el mismo problema al final del camino: ¿cómo cerrar el delirio? ¿Cuál es la estación final en este recorrido? ¿Deben alargarse las fases de instrucción hasta que ganen las elecciones quienes deben ganarlas, y entonces decir que se trataba todo de una broma? ¿O toca dar el siguiente paso y animarse a llevar a juicio sin pruebas a los colocados en la diana? El valiente trabajo del juez Hurtado ignorando la realidad en el caso que investiga al FGE nos hace pensar que la balanza se comienza a inclinar por la opción de seguir avanzando sin miedo a la prevaricación. Hay estudios internacionales que avalan esta tesis. En Brasil, Lula fue sacado del poder y encarcelado gracias a una pantomima judicial. Es decir, que poder, se puede.

Mientras la Justicia Patriótica decide hasta dónde está dispuesta a llegar, las tertulias se preguntan hoy si no debería dimitir el fiscal procesado. Es un escándalo que ese hombre siga en el cargo, dicen unos; un grave daño a la institución que representa, declaran otros –incluyendo El País– haciendo como que vivimos en 1990. Exigir dimisiones a imputados quizá tuviera sentido en aquellos tiempos en los que confiábamos en que la justicia, mal que bien, hacía funciones de árbitro. Hoy, con la justicia subiendo a rematar los córners y los aficionados de la derecha ondeando banderas del Poder Judicial, las cosas han cambiado. Mientras numerosos jueces compitan por optar al premio consistente en una cena romántica con Aznar, y el Tribunal Supremo lo permita y promocione, es más que discutible exigir dimisiones por imputaciones o procesamientos sin base demostrada cuyo objetivo no es otro que cortar cabezas políticas. Acusen sin indicios, alarguen investigaciones hasta el ridículo y más allá, procesen con recortes de OkDiario y sin argumentos y, si finalmente se animan, condenen sin pruebas. Pero no nos tomen por idiotas.

CTXT