sábado, 15 de noviembre de 2025

TELEDIARIO CON LA "REJURA" DEL REY PRESENTADA CON RISUEÑA REVERENCIA

 A mi estimado amigo Alejandro sólo le falta en su comentario mencionar a la pareja de presentadores, cuyo risueño deleite hablando del rey sería cómico si no resultara más propio de una televisión de régimen autárquico, como la que algunos conocimos. ¿Les causa algún tipo de deleitoso placer a los sonrientes presentadores este tipo de noticias referidas a la Casa Real como para prestarse a ese periodismo de reverencia propio de súbditos más que de ciudadanos?

  



Alejandro Álvarez López

Tras la suculenta comida del sábado, entre el deseo de un placentero descanso para nuestros castigados cuerpos y un poco de información objetiva para nuestras mentes, ávidas de conocimiento, nos dispusimos a contemplar el telediario de TVE.
Todo discurría según lo esperado, sin sobresaltos dignos de mención respecto a las expectativas previas, lo cual constituía un marco propicio para el apetecido descanso. Tampoco pedíamos más y no teníamos muy despierto el espíritu crítico.
Pero, de sopetón, inesperadamente, a traición, llegó al informativo (llamémosle así, no nos pongamos pejigueros) la crónica sobre la "nueva jura de bandera" de "su majestad" Felipe VI, a los 40 años de su primera jura, cuando se limitaba a ser Príncipe. Y con ella llegó una revoltura estomacal que fue en aumento a medida que avanzaba la crónica y alcanzó la categoría de la tormenta Melissa que nos tiene rodeados.
No tenía su origen la susodicha revoltura en el mal estado de algunos de los ingredientes de la placentera ingesta anterior, cuyos componentes que habían sido cuidadosamente seleccionados, sino que surgió del exceso de azúcar promonárquica que salía de la pantalla. Y fue tal la televisiva emisión de glucosa "felipera" que invadió todos los espacios físicos y mentales y obligó a las exquisitas viandas a salir disparadas de mi estómago, con un estruendo digno de la tormenta que cruza el espacio de la nación.
Después del sofocón vomitivo estoy por seguir los pasos de Trump con la BBC y denunciar a TVE, en mi caso por la perdida de tan exquisita comida y por los daños físicos y mentales sufridos, causados por tan empalagosa crónica.
Y si no me dispongo ahora mismo a redactarla es porque primero tendré qué pensar qué indemnización le voy a exigir, que sin duda deberá responder al inmenso daño causado, y porque voy a dar tiempo a que quienes hayáis sufrido lo mismo que yo, que sin duda seréis legión, os suméis a esta querella contra el incremento de glucosa monárquica que tanto mal causa en las mentes y los cuerpos de las y los compatriotas. Dicho sea.

DdA, XXI/6167

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