martes, 11 de noviembre de 2025

DEGRADACIÓN DE LA GASTRONOMÍA ASTURIANA: EL POTE DE "EL GAITERO"



Félix Población

Durante muchos años de mi vida, desde que obligado por las circunstancias académicas y laborales hube de abandonar Asturias para residir en Madrid y otras ciudades, he sido habitual visitante de la región casi todos los veranos. Creo, por eso, haber advertido la influencia que ha venido teniendo el incremento notable del turismo -sobre todo en el último decenio- en la vida cotidiana de Asturias, especialmente en las ciudades, a raíz del crecimiento desmesurado de esa industria como base prioritaria de la economía regional, tanto en el periodo estival como en otras etapas vacacionales, incluidos los fines de semana. 

Creo que desde que me sirvieron una merluza congelada a la sidra en un lujoso restaurante de una localidad costera con hermosas vistas al mar, hace ya bastantes años, uno de los focos principales de atracción turística más notables, el gastronómico, no ha dejado de degradarse con la masificación. Mal haría Asturias en perseguir los beneficios de una codicia desbocada, siguiendo el curso del neoliberalismo que todo lo depreda, en detrimento de la que fue una tan honrada como cualificada capacidad hostelera, pero creo que tiene trazas de llevar a pique su prestigio sin que nada ni nadie parezca apercibirse de ello o le importe lo más mínimo. 

Y no sólo me refiero a los restaurantes de la región que defraudan a sus clientes, sino a marcas de tan señalado predicamento como la que todos asociamos con la sidra y los años pretéritos de la emigración a las Américas. El Gaitero, una industria centenaria que debería velar por su prestigio, tiene entre sus productos varios de alimentos preparados como los callos, la fabada o el pote asturiano, que al menos en lo que respecta a este último me parece que debería ser retirado del mercado, al menos en lo que me toca como consumidor. 

No he podido pasar de la primera cucharada: a lo insípido del compango, se suma la mala calidad de las supuestas fabes asturianas -vendidas como tales-, así como el abusivo exceso de sal, al punto de resultar para mi gusto insoportable. Bien quisiera pensar que la lata que me tocó en suerte, al precio de 18 euros por internet y cuya numeración corresponde a L-1113824, con fecha de caducidad en mayo de 2029, es una excepción, pero mucho me temo que esté en línea con esa degradación de la cocina asturiana -cachopo mediante como plato más "típico"- que no pocos visitantes vienen advirtiendo ya desde hace años. 

Con la masificación turística que creo está experimentando Asturias, sin que se deje de fomentar cuando se ha llegado a un punto en que al menos debería reconsiderarse, es como si hubiese decrecido al tiempo la calidad de la oferta gastronómica, algo comprobable si se visitan algunos restaurantes de tipo medio que en el pasado ofrecían una carta o menú satisfactorios. La decepción alcanza incluso a otros de mayor nivel.

Si los hosteleros asturianos no evitan que el prestigio bien ganado cuando era menor la afluencia turística se degrade ante la afluencia masiva de visitantes, algo habrá que hacer para impedirlo. Y si las marcas de productos asturianos, como la citada, pretenden ofrecer calidad y no servirse de equívocas distinciones en el producto que no responden en ningún caso a la auténtica faba asturiana, algo habrá que hacer también. Antes, al menos, de que la fabada asturiana o el pote asturiano terminen siendo otra cosa, ajena a la legumbre original de aquella tierra, cuya producción, por cierto, es cada vez menor.

Con todos sus atractivos, que indudablemente los tiene, si a la región asturiana la privas del que por mucho tiempo tuvo su gastronomía, esa fuente de negocio boyante que actualmente es el turismo puede sentirse seriamente dañada.

DdA, XXI/6163

4 comentarios:

cineforumgijon dijo...

Es el problema, por una parte, de "la norma europea" de "la no cocina" (ingesta masiva de alimentos procesados y precocinados) y, por otra, la parte más negativa de "la nueva cocina": proliferación de esferificaciones, humeados, etc. a los platos tradicionales... Ni la fabada es ya lo que era... Y que en las últimas encuestas salga el cachopo como el plato más típico asturiano (que siempre tuvo una cocina básica de potes), por encima de ella o del pote me parece no ya una degradación, sino una disolución total.

Félix Población dijo...

No sabía lo del cachopo como plato más típico... Me parece un indicador desolador de la gastronomía astur. Gracias por tenerlo en cuenta.

Félix Población dijo...

En esta villa marinera de Xixón, el pescado siempre fue el producto estrella pero está siendo arrinconado por la hamburguesa y el filete relleno y empanado ese. Sin duda, una degradación en el terreno de la gastronomía total y absoluta. Agradezco este comentario a mi apreciado Manuel Antonio Goti del Sol.

Anónimo dijo...

Añado que el característico menú del día, en esta zona compuesto de tres platos (sí, es una exageración) y casi siempre a precios muy asequibles, está desapareciendo de la oferta gastronómica en los meses de julio y agosto. En algún restaurante disfrazan esta desaparición duplicando el precio, de 15€ a 30€. Y hablo de restaurantes populares y de buen comer, que aún quedan.

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