No es la primera vez que Consuelo Ordóñez, presidente de COVITE (Colectivo de Víctimas del Terrorismo en el País Vasco) y hermana de Gregorio Ordóñez, el concejal del Partido Popular asesinado por ETA, critica a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, por utilizar con fines políticos a las víctimas de la organización terrorista y buscar un enfrentamiento con las víctimas de la represión franquista.
"Las víctimas de la memoria histórica son igual de víctimas que las de ETA", le ha dicho ayer Ordóñez, y entre las víctimas de esa memoria histórica o democrática se encuentra un joven poeta asesinado por la dictadura el 27 de septiembre de 1976 en la calle del Barquillo de Madrid. Se llamaba Carlos González Martínez, tenía 21 años y era estudiante de Psicología.
Ese día, aniversario de los últimos fusilamientos del franquismo, poco más de 150 personas se manifestaban en la calle del Barquillo de Madrid convocadas por la Coordinadora Pro-Amnistía. En la concentración irrumpieron los grises (Policía Nacional), apoyados por un grupo de Guerrilleros de Cristo Rey, que cargaron contra los manifestantes. Uno de los ultraderechistas empuñó una pistola y efectuó cuatro disparos, alcanzando dos de ellos a Carlos, que estaba a menos de un metro de distancia. El joven falleció al día siguiente.
No hubo investigación ni detención alguna por el asesinato de Carlos González, ni tampoco juicio. El Tribunal Supremo lo reconoció como víctima del terrorismo en 2006, cuando se cumplieron nada menos que 30 años del atentado. No obstante, no le fue reconocido su derecho a una indemnización por parte del Estado, tal y como reclamaba su madre, Margarita Martínez Corredor.
Consuelo Ordóñez recordó este asesinato impune así en su cuenta de X: Tal día como hoy de 1976 terroristas ultraderechistas asesinaron en Madrid al joven activista Carlos González. Estaba en una manifestación por los últimos fusilamientos. Nadie se acordará hoy de él. A ellos les debemos nuestra libertades, no a los terroristas.
Dos años después de la muerte del joven estudiante, un joven periodista del diario Arriba hacía referencia al libro póstumo publicado por la editorial Akal, del que era autor Carlos. Se titulaba Poemas de un estudiante asesinado y algunos versos los podemos leer en el artículo Carlos, un poema en el bolsillo, pues el autor llevaba estos versos consigo cuando lo mataron:
Tan sólo tú/ como escarcha que se pega a mi piel sin yo saberlo,/ a mi noche silenciosa entre los cuerpos que adoro./ Tú, Marien,/ la inacabada flor de mi vida/ que no duermes tranquila:/ sabes que lloro en el lecho desconocido de los números de cristal./ Oh, mi amor, / ¿cómo podría decirte mi silencio/ que cae a gotas de mis cuencas / y que tan sólo nosotros conocemos?/ Araño el tiempo que me queda, / el tiempo desconocido, / desde un miércoles 22 de octubre hasta...
DdA, XXI/6180
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