Félix Población
Estos días atrás se han vivido manifestaciones masivas en las ciudades de España con motivo del apresamiento en aguas internacionales, por enésima vez, de una flota solidaria internacional que pretendía abrir un corredor humanitario para socorrer con alimentos y medicinas a la población de Gaza. Entre los actos masivos de solidaridad con ese pueblo masacrado por el Estado genocida de Israel, hay que destacar el homenaje del público del estadio de fútbol de San Mamés, en Bilbao, cuyas emotivas imágenes fueron escaqueadas por esa entidad llamada Liga Nacional de Fútbol Profesional que presidirá hasta el año que viene Javier Tebas.
Sin duda este señor coincidirá con la línea editorial del diario El Comercio, editado en Gijón y perteneciente al Grupo Vocento, para el que más importante que un genocidio y que miles de gijoneses se manifiesten en las calles de esa ciudad en contra del tal, es que el entrenador del equipo de fútbol local sea destituido por la mala marcha del equipo en los últimos partidos de la categoría correspondiente. Media página de la primera de ese periódico -uno de los más antiguos de España- la ocupaba este lunes una imagen del entrenador ejerciendo su trabajo, mientras que la de las calles a tope de miles de voces se reducía a un mínimo espacio tipográfico de proporciones ridículas, máxime cuando se trata de un acto masivo.
En un tiempo llegué a pensar, cuando mi valoración de la profesión era bastante diferente a la de ahora, que los periódicos decanos, como lo es El Comercio en Asturias, por muy afines que sean a un ideario conservador -como es el caso- deberían mantener siempre una cierta dignidad y coherencia con los principios deontológicos del oficio. Pero desde que el diario ABC, a la cabeza de Vocento, se ciscó en esos valores con sus tergiversadoras y muchas veces mendaces portadas, en el citado grupo mediático se pueden registrar y de hecho se registran casos tan deplorables de flagrante declive profesional como el del diario gijonés ayer lunes.
Si la derecha y extrema derecha en este país se burlan de los activistas de la Global Sumud Flotilla que han pretendido socorrer humanitariamente al pueblo palestino, lo que ha hecho este periódico, siguiendo la línea de su grupo mediático, es burlarse con una minusvaloración tipográfica lamentable de los miles de manifestantes que en la ciudad de Gijón salieron a las calles, movidos como muchos otros cientos de miles en toda España por un sentimiento de solidaridad con una población masacrada a sangre, fuego y hambre en la Franja de Gaza. La derecha extrema se niega a admitir el término genocidio, cuando es el que emplea la ONU y la relatora de esta organización internacional Fracesca Albanesse llega a hablar ya de un número posible de víctimas mortales diez veces superior al que se está dando.
*Me dice mi estimado amigo Álvaro Noguera que el diario gijonés insiste hoy dando otra vez espacio preferente de portada al asunto del entrenador, decisivo al parecer para el progreso y salud cultural de aquella villa.
DdA, XXI/6126
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