Martín Laviana
Tal día como hoy, 10 de Agosto, de 1937, los obispos españoles publicaron una declaración apoyando a los fascistas sublevados y otorgando una "altísima significación" a lo que llamaron Cruzada Nacional contra el Gobierno de la República.
Santificaron todos los crímenes del dictador, se enriquecieron apoyando al Régimen y llevaron a Franco bajo palio, como si fuera Dios o su enviado, manteniendo su apoyo durante toda su larga y cruel Dictadura.
Y todavía hoy, algunos dirigentes que se dicen modernos, miran hacia ellos, piden su bendición y comulgan de su mano.
Yo defiendo la Laicidad y la separación total de Estado e Iglesias.
Que yo sepa, la iglesia católica española no ha pedido perdón por el daño realizado por su apoyo al fascismo.
El que quiera un cura, un rabino, un imán o un gurú, que se lo pague.
Aquí el contenido de la "carta":

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