EL MUNDO TODAY
El ministro de Exteriores de Irán, Abbas Araqchi, ha señalado hoy que Estados Unidos ha «traicionado la diplomacia» y «cruzado todas la líneas rojas» al atacar tres instalaciones nucleares en su país. Como consecuencia de ello, el Consejo Supremo de Seguridad Nacional iraní ha decidido dejar vivo a Donald Trump al considerar que es «el arma con mayor poder destructivo a la que se enfrenta el país enemigo».
«Los estadounidenses pueden ir olvidándose de todo intento de acabar con la vida del señor Trump. Esta opción ya no está sobre la mesa, vamos a dejar que Trump haga con su país lo que no conseguiríamos hacerle nosotros con todo el arsenal que la tecnología ofrece hoy en día», ha explicado Araqchi, consciente de la dureza de la decisión.
Irán se atribuye así parte de la responsabilidad respecto a los miles de deportados y fallecidos por la degradación de los servicios sociales en Estados Unidos, amén del declive progresivo de los avances científicos. «Tardarán más en recuperarse de este ataque autoinfligido que de cualquier detonación nuclear», dice el Gobierno iraní.
«Nos quedaremos aquí sentados, viendo cómo Trump reduce Estados Unidos a la nada, a un país invivible. Se lo han buscado», zanjaba el titular de Exteriores esta mañana.
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