Félix Maraña
Mejorando el idioma
El alcalde madrileño,
preocupado por la lengua,
se ha declarado sin mengua,
pero poniendo su empeño,
estirado y con el ceño,
para bien de la Academia:
Aunque parezca blasfemia,
y suene a baja farfolla
la palabra gilipolla
tiene gracia y polisemia.
Y la palabra cloaca,
está entre otros tesoros,
que Madrid canta en sus coros,
en un festival de traca,
que se repite y machaca,
por el nuevo diccionario.
Él es alcalde a diario
y edil de alta costura,
por eso exige y procura
el fervor del vecindario.
Y tampoco se le escapa,
por eso se pone serio,
que dentro del cementerio
de Madrid había una placa,
y colea la resaca,
con un poema hernandino,
que quitó, gran desatino,
en acto de gran torpeza,
carente de la nobleza
y el respeto del vecino.
Es más claro que en botella
declaró presto el edil,
invocando al alguacil,
en el barrio de la Estrella,
lengua limpia, lengua bella,
para un baile de ocasión.
Y cerró la intervención
de su fervor cultural,
convocando al personal,
pero no a la oposición.
DdA, XXI/6.004
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