Tour de France, líquido
Félix Maraña
Desde que Zygmunt Bauman publicó el ensayo "Modernidad líquida" (1999) parece que todo el mundo se licúa a gusto. Con motivo de la salida del Tour de France desde Bilbao, todo el País Vasco se ha vestido de amarillo. Y al personal le ha dado por la extravagancia. Atxa, un cocinero de disparada cotización, premiado con las estrellas de un fabricante de neumáticos, ha recibido el encargo de preparar con motivo de esa concentración deportiva una tortilla de patata. Pero, como había que llamar la atención, ha decidido que la tortilla sea líquida. Dos siglos diciendo qué es o deja de ser ese manjar, para que ahora venga un cocinero laureado a inventarse la tortilla líquida. O sea, que se puede beber, aunque da un poco de asquito. Que pase pronto esta pesadilla del Tour de France, porque para beber huevos a la ligera mejor será prescindir de los cocineros. Nos basta con las gallinas. Tanta liquidez abruma. Una tortilla de patata es una tortilla de patata. Pero llevamos un tiempo en que hay cocineros que se dedican a reírse de todos nosotros. A más extravagancia, los cocineros como Atxa suben la cotización.
¡Hasta los huevos!
DdA, XXI/6.013
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